Alonso Yáñez Fajardo. Murciano. Excapitán del ejército. Putero Mayor del Reino desde 1486.
Esta podría ser la bio en cierta red social profesional de nuestro Ilustre del sexo. Ahora bien, ¿sabéis en qué consiste eso de ser Putero Mayor del Reino? ¿Queréis saberlo? Pues no os quedéis con las ganas. Dadle al click y seguid leyendo.
Sí, hubo un tiempo en que había puteros mayores y, también, menores. Y, ¡ojo! Que los encargados de seleccionarlos no eran unos mindunguis cualquiera de recursos humanos. No, no. Los nombramientos los realizaban, nada más y nada menos, que los mismísimos Reyes Católicos. Putero Mayor del Reino por la gracia de los Reyes Católicos. Casi ná.
Ahora, eso sí, el trabajo no es tal y como alguno está pensando. No quiero adelantar acontecimientos, pero digamos que Putero Mayor del Reino no es lo mismo que ser el mayor putero del Reino. En este caso, el orden de los factores sí que altera el producto.
Si os parece bien, vemos como Alonso Yáñez llegó a tan alto cargo y en qué consistía su labor.
Alonso Yáñez Fajardo
La verdad es que no hay mucha información sobre la vida de nuestro Ilustre del sexo. Por no haber datos, ni se conoce el año en que nació. Tan solo se sabe que era hijo bastardo del alcaide de Lorca (Murcia), Alonso Fajardo «el Bravo».
«El Bravo», sobrenombre por el que se le conocía, provenía de un linaje versado en mil batallas y se ve que nuestro ilustre quería continuar con la tradición familiar. Por eso, desde bien jovencito, empezó a hacer sus primeros pinitos militares junto a sus hermanos y su padre en Murcia. Más tarde, durante la guerra de sucesión castellana, participó como capitán caballero en el bloque Castilla-Aragón. Vamos, a favor de Isabel.
Pero si Alonso ya gozaba de cierto aprecio por parte de los Reyes Católicos, donde se los ganó definitivamente fue con su papel en la ofensiva contra el Reino de Granada, último baluarte musulmán en la península. Por lo visto hizo un papelón durante esta ofensiva y participó en la toma de varias ciudades con un éxito apabullante. Tanto es así que, en agradecimiento, los Reyes Católicos le entregaron tierras, casas, un molino, un horno… Pero la «joya de la corona» la adquirió en 1486 cuando le concedieron las rentas de las mancebías del Reino de Granada.
Alonso Fajardo Putero
Así es como empezaron a llamar a nuestro protagonista sus compañeros de armas cuando le concedieron el cargo de Putero Mayor del Reino. El encargado de dirigir y recaudar los impuestos de las mancebías de un territorio asignado. Recordemos que por aquel entonces la prostitución era un negocio legal y de lo más lucrativo. Y eso fue, precisamente, la perdición de nuestro protagonista.
Ya que va de murcianos la cosa, como diría aquel, digamos que su función de recaudador de impuestos la realizaba «con pasión ribereña». (Para los no murcianos: con mucho fervor). Más desde que en 1492 se acabó la guerra y las mancebías pasaron a ser su principal fuente de ingresos. Pero como acabamos de ver, el cargo de Putero Mayor implicaba otras funciones más allá de recaudar rentas. Debía dirigir los prostíbulos. Y eso implicaba que debía asegurar que se cumplieran ciertas normas como que se mantuviera la higiene en el local (cambio de sábanas), que ninguna prostituta trabajase estando enferma, que no hubiera hacinamiento, que el burdel no estuviera cerca de una iglesia… Y digamos que cumplir con eso… ya tal…
Así que entre su afán recaudatorio, que el bienestar de las prostitutas no era una de sus prioridades y que tampoco supo mantener la «distancia de seguridad» con los templos religiosos, se ganó unas cuantas enemistades.
Retirada del cargo
Quizá por eso en 1495 le retiraron el cargo y se lo concedieron a Francisco Núñez de Toledo.
Aunque nuestro Ilustre murió un par de años después de que le quitasen el cargo, en 1497, su hijo pleiteó para que fuera devuelto de nuevo a la familia. Tras varios años de litigios, en 1514 la justicia les dio la razón y la regencia de las mancebías volvió a manos de la familia Fajardo hasta 1539.
Aunque eso sí, los herederos de Alonso Yáñez no es que lo hicieran mucho mejor. Para que os hagáis una idea, la cosa se fue tan de madre y las quejas llegaron a tal punto que en 1533 se tuvo que realizar un bando donde se regulase el ejercicio de la prostitución. Se ve que de tal palo…
Fuentes:
- Ordenanzas que los muy ilustres, y muy magnificos señores [sic] Granada mandaron guardar, para la buena gouernacion de su Republica : impressas año de 1552: que se han buelto a imprimir por mandado de los señores Presidente, y Oydores de la Real Chancilleria de esta ciudad de Granada: año de 1670: añadiendo otras que no estauan impressas.
- Real Academia de la Historia
- www.elindependientedegranada.es
Putero mayor del Reino!
Lo que me he reído leyendo este post.
Lo cierto es que alguna vez había escuchado la frase, pero pensaba que no tenía ninguna historía detrás.
Ya veo que sí.
Bueno, ahora no les dan prebendas y ni les ponen títulos, pero son muchos los adictos a los servicios de las escorts, o putas de lujo, como se prefiera llamar.
Buen post.
Me has alegrado el día
Y gracias por compartir!!!!
Que ilusión me hace que te haya alegrado el día!
Mil gracias a ti por la visita y tu comentario.
Besicos.
Pues no conocía yo a este individuo ni sus menesteres… :O
Muchas gracias por hablarnos de ello, muy interesante, como siempre 😉
Besitos! 🙂
Pues ya es raro que te descubra algo nuevo, jajaja. Pero mira, me alegro.
Mil gracias por leer y comentar.
Besicos.
Me re-gustan tus post’s historicos!!
¡Muchísimas gracias!