Aunque las bolas chinas son bastante polulares y hace tiempo que ya hablamos de ellas, he querido renovar un poco ese antiguo post porque actualizarse y refrescar conocimientos nunca viene mal, ¿verdad?
Comencemos esta actualización por su origen. A pesar de llamarse bolas chinas, su origen se remonta al Japón feudal y se idearon para satisfaccer los deseos sexuales de un emperador. Cuenta la leyenda que el emperador tenía bastantes amantes y poca paciencia o tiempo. Por ello, crearon estas bolas para sus concubinas. La idea era que ellas las utilizaran para que fuesen lubricando y así él podía ir directo al grano sin tener que estar «perdiendo el tiempo».
Posteriormente, las Geishas también las utilizaron para ejercitar su suelo pélvico y también empezaron a darles un uso más placentero, por eso a las bolas chinas también se les conoce como bolas de geisha.
¿Qué son las bolas chinas?
Normalmente son dos bolas, aunque puede ser una sola, de entre 3 y 4 cm de diámetro unidas por un cordón o goma. En su interior, cada bola, contiene otra bola más pequeña y pesada que oscila con el movimiento (se balancea) generando una vibración que puede llegar a ser placentera.
Hemos dicho que a las bolas chinas se les conoce también como bolas de Geisha o bolas ben wa, pero no hay que confundirlas con las bolas tailandesas. ¿Cuál es la diferencia entre ambas? La diferencia viene marcada por el uso que se les da, y me explico: las bolas chinas suelen ser para uso vaginal, mientras que las bolas tailandesas son para uso anal.
¿Cómo diferenciar unas de otras? No es muy difícil porque estas bolas tailandesas son una serie de bolas, normalmente entre tres y diez, que van creciendo en tamaño, no contienen otra bola en su interior y suelen acabar con una anilla o tope, que sirve para evitar el efecto vacío y poder sacarlas luego.
Resumiendo, las bolas anales o tailandesas contienen más bolas y de menor tamaño (entre 1,5-2 cm) que nuestras protagonistas y para que lo veáis bien, os pongo este par de fotos aclaratorias:
¿Cómo se colocan las bolas chinas?
Introducirlas es tan sencillo como ponerse un tampón. Lo primero que hay que hacer es estar relajada, ponerse en la postura en la que una está más cómoda: sentada en el wc o bidé, tumbada con las piernas abiertas o de pie con un pie apoyado en la cama o en la bañera. Como os podéis imaginar, si estáis nerviosas, la cosa se tensa y va a ser desagradable e incluso doloroso. Un consejo: poner un poco de lubricante en la primera bola facilitará su introducción.
La mecánica que hay que seguir es sencilla: empujar e introducir la primera bola en la vagina, y repetir la operación con la segunda. Truco extra: si nos ponemos muy nerviosas y la primera bola no quiere entrar, nos podemos ayudar del lubricante de antes y rotarla, girarla como si pusiesemos una bombilla, por poner un ejemplo, mientras la vamos empujando hacia el interior. La segunda bola entrará mejor que la primera, ya sabéis, la experiencia es un grado y saber que no ha pasado nada, ni ha dolido introducir la primera, pues como que ayuda bastante.
Lo único que tiene que quedar fuera es el cordoncito (como en los tampones). Si están bien colocadas, no notaréis nada hasta que empecéis a moveros, ahí empezarán a notarse las vibraciones.
¿Para qué sirven las bolas chinas?
Se suelen utilizar como terapia para fortalecer el suelo pélvico y algunas mujeres, también como juguete erótico. Yo no lo utilizaría como juguete porque, no es que proporcionen gran placer. Las vibraciones que provoca pueden dar una sensación placentera, pero ya está. Realmente su uso es terapéutico.
Ya dimos unas pinceladas en un artículo anterior sobre la relación entre las bolas chinas y suelo pélvico. Las bolas chinas se han hecho muy populares como terapia para mantenimiento del suelo pélvico pero, como ya dije, no están indicadas en casos de hipotonía (suelo pélvico muy debilitado) o hipertonía (exceso de tensión muscular).
Entonces, ¿cuándo utilizarlas de forma terapéutica? Para mantener el suelo pélvico, para prevenir problemas de incontinencia urinaria, para la recuperaración postparto… Digamos que para casos de «suelo pélvico normalizados» pero no para casos clínicos. Para problemas diagnosticados (hipotonía o hipertonía) o cuando veamos que algo no va bien (tenemos incontinencias o dolor), evidentemente, lo primero que hay que hacer es acudir a un profesional (ginecólogo o fisioterapeutas de suelo pélvico) y seguir sus consejos. No te fijes en lo que hizo tu vecina o tu peluquera, porque lo que les fue bien a ellas, no tiene porqué servirte a ti, tú eres tú y tus circunstancias y los demás son ellos y sus circunstancias.
¿Cuáles elijo?
Yo os puedo dar algunos consejos, pero la decisión final depende de cada una. ¿Una o dos bolas? Bueno, como he empezado diciendo, lo normal es que sean dos bolas, pero con una es suficiente para introducirse en este mundo de las bolas chinas.
Lo importante es empezar con poco peso y luego ir aumentándolo. Es como ir al gimnasio, el primer día el monitor nos dirá que empecemos con poco peso, ¿se puede empezar a hacer bíceps con una mancuerna de 5kg? Por poder, se puede, pero las agujetas del día siguiente serán el recuerdo de que aquello no fue buena idea…
Una buena opción es elegir un pack de bolas que permitan intercambiar los pesos. Contienen diferentes bolas con distintos pesos (de 30 a 75 gramos aproximadamente) para ir aumentando el peso en función de lo que necesite cada cual.
¿Qué forma elijo?
¿Redonda u ovalada? las ovaladas pueden ser una buena opción porque, por su forma, presentan menos problemas para introducirlas que las redondas. Lo que no hay que hacer es confundir las bolas chinas ovaladas con otro juguete como son los huevos vibradores. Estos huevos son más grandes que las bolas chinas y en vez de esconder otra bola en su interior, lo que tienen es un vibrador que se suele activar con un mando a distancia.
¿De qué material?
Mi consejo es que sean de silicona hipoalergénica. La silicona al ser aterciopelada, es suave al tacto y fácil de limpiar. En cambio, las que están unidas por un hilo, suelen ser más difíciles de limpiar y se pueden convertir en un foco de infecciones. Para limpiarlas, sólo hay que usar agua tibia y jabón neutro, y es mejor dejarlas secar al aire que usar una toalla o papel, así se evita que quede algún resto o hilo.
¿Cuánto tiempo las uso?
Y la pregunta del millón, ¿cuánto tiempo tengo que llevar las bolas chinas? Como os podéis imaginar eso dependerá de vuestro entrenamiento. Por ejemplo, yo sólo corro cuando veo que voy a perder el tren, entonces, ¿puedo correr la San Silvestre este año? Si lo hiciese, seguramente empezaría el Año Nuevo sin poder moverme de la cama por las agujetas que tendría, o en urgencias intentando localizar alguno de mis pulmones…
Lo que quiero decir es que lo normal es empezar poco a poco. De buenas a primeras y sin entrenar, a nadie se le ocurre correr una maratón. Pues en este caso también hay que ir paso a paso. Mantenerlas unos 10-15 minutos la primera semana y luego ir aumentando el tiempo poco a poco semana a semana, pero sin pasarnos mucho. Con una hora diaria es más que suficiente.
Creo que no se me olvida nada. Si os queda alguna duda, que espero que no, ya sabéis como contactar conmigo. Espero que este actualización os guste y despeje cualquier duda que pudierais tener sobre las bolas chinas, ya me contaréis.
Carlos dice
Información muy completa, estupendo artículo, un jueguete bastante recomendable ,) . No sabía que las bolas anales se llamaban así, «bolas tailandesas». Nunca te acostarás sin saber una cosa más 🙂 Respecto a estas últimas, siendo para el ano, ¿se recomiendan para el famoso punto P o mejor otro juguete?
Maryasexora dice
Sabiendo que alguien ha aprendido algo con mi artículo merece la pena seguir escribiendo, es el mejor comentario que puedo recibir.
Para iniciarse «en el lado oscuro» del Punto P, están bien, pero existen estimuladores anales que están diseñados específicamente para estimular el Punto P como, por ejmeplo, el Key Skye (https://www.maryasexora.com/key-skye-vibrador-flexible/) aunque se suelen ir de precio…
Una opción alternativa y algo más económica son los plugs, que al igual que las bolas chinas, se pueden encontrar en formato kit con distintos tamaños (https://www.maryasexora.com/kit-3-plugs-anales/).
Muchísimas gracias por tu comentario. Te informo que ya has pasado de nivel, se acabó eso de terminar con «un saludo», por este comentario te has ganado acabar con:
Un besico.
Carlos dice
El keyskye (o similar) lo tengo apuntado en la lista (mental, de momento) de regalos. Creo que ha de ser sumamente placentero sentir la vibración, por suave que pueda ser.
Por otra parte, tengo un plug como el que me enseñas, pero no sé si será cómodo llevarlo para un rato más largo. Nunca he tenido problema con los dildos del strap, pero si hay algo que estimule y se pueda llevar en el día a día, bienvenido sea.
Con todo ésto,y repitiéndome más que el ajo, recalcar que hay que perder ese miedo a ser «menos hombre» por experimentar (y disfrutar) «por ahí». Muchas gracias a ti por la info y los artículos, estreno status con otro besico para ti, moza????????
Mamanoleas dice
Nunca está de más recordar estas cosas. Personalmente veo las bolas chinas más desde el punto de vista terapéutico que desde el lúdico, porque aunque la sensación de la vibración de las bolas al moverse sea agradable, tampoco lo veo yo orgásmico, aunque con compañía todo puede cambiar. Pero no es para nada lo que muchas veces he oído por ahí (de hombres sobre todo), que es ponértelas y te corres del gusto…
Besotes.
Maryasexora dice
¡Hola guapa!
Siempre viene bien refescar conocimientos. Las bolas chinas desde el punto de vista lúdico dan «gustete» como he dicho, pero no te vas a correr del gusto con ellas, lo digo por si no ha quedado claro en el post… Y desde el punto de vista terapéutico pueden ser muy beneficiosas, pero tampoco son la panacea, lo recalco en este comentario también por si no ha quedado claro.
Besico
Carlos dice
Los hombres a veces hablamos de oídas siendo sordos, jejeje. Si yo contara la de burradas y disparates que oigo en los vestuarios…Tiran p’atrás, jaja. Por otra parte, el lado terapéutico, importantísimo. Yo mismo desconocía esos beneficios, fíjate. Un gustazo aprender con vosotras, si me permitís.????
Holden dice
Hum. Me apunto este juguete (y releerme este post) para tiempos futuros, seguro que si la segunda parte contratante no está puesta en el tema nos vamos a poder divertir un poco 😀
Maryasexora dice
Bueno, las bolas chinas no son en sí un juguete, son más bien terapéuticas, pero eso no impide que uno los pueda introducir en sus prácticas para aderezar un poco la cosa…
Besico