Lisístrata es un obra de Aristófanes, (0445 aC-0380 a. C.) un dramaturgo ateniense muy famoso por sus comedias. Se trata de una obra de teatro clásica, una comedia política. ¿Y por qué os quiero hablar de una comedia política en este blog de sexualidad? Por tres motivos: Porque es una obra clásica, una de esas obras que todo el mundo debería haber leído. Segundo porque le tengo mucho cariño ya que la representé en el instituto. Y por último, porque la estrategia que se plantea para poner fin a la guerra es de lo más curiosa: una huelga sexual.
Lisístrata no es más que una mujer que está cansada de no poder ver a su marido a causa de la guerra del Peloponeso (431-404 a. C.) ¿Qué se le ocurre para poner fin a esta situación? Decide reunir a diferentes mujeres de distintas partes de Grecia para plantearles la abstinencia sexual como única solución a la guerra. Una forma de acabar con esa constante necesidad que tienen los hombres de matarse unos a otros.
Sin entrar en detalles, os puedo decir que la obra tiene un final feliz. Y es que a pesar de diferentes intentos de abandono de la huelga de sexo y de un intento de asalto armado fallido contra las hueguistas, al final, Lisístrata consigue que ambas partes firmen la paz para que todo el mundo pueda dar rienda suelta a su deseo sexual.
Algunos consideran esta comedia como una obra feminista por aquello de otorgarle un papel y una importancia a las mujeres que, en esa época, no tenían. Puede que lo sea o puede que no. Pero lo que es indiscutible es que hizo una magnífica y divertida sátira contra la guerra resaltando la relación entre el sexo y la política.
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