¿Cómo explicar de dónde vienen los niños y no morir en el intento?
Mantener la calma
Considero que lo primero y lo más importante que hay que hacer ante esta gran pregunta es mantener la calma. Es cierto que el primer impulso que se te tiene que pasar por la cabeza es coger los bártulos e ir a por tabaco. Pero eso no sirve de nada, sobre todo si no fumas, porque quieras que no, se van a dar cuenta de que algo pasa. Además, ¿prefieres aclararle tú este tema o que se lo explique el compañero «listillo» de turno? Pues eso…
Naturalidad
Sentir miedo, nerviosismo o vergüenza es normal, no tenemos una buena educación sexual. Bueno, básicamente, es que no tenemos educación sexual. Pero hay que reponerse y explicarlo como lo que es, como algo natural. Si a la primera de cambio se le enseña que el sexo es algo negativo, algo de lo que no se debe hablar, un tabú, no digo que el niño desarrolle un trauma sexual, pero desde luego, va a aprender que ante la mínima duda, es mejor buscar la información a través de cualquier medio o de cualquiera que en su propia casa. Y eso, además de triste, puede ser muy peligroso, sobre todo cuando se llega a la adolescencia, esa etapa en la que muchos piensan que están de vuelta de todo y disfrutan dando lecciones de vida…
Superada esa primera pequeña crisis de ansiedad, pienso que el siguiente paso es explicarlo como lo más natural del mundo y con la mayor naturalidad posible. Eso sí, adaptándose a la edad del niño.
Para los más pequeños, aquellos que tienen 3 ó 4 años, la explicación puede ser un sencillo «el bebé se forma en la barriguita de la mamá y a los 9 meses sale» o similar. Siempre le podéis poner la terminación «-ita» a lo que os plazca. Si tienen más dudas, o son niños más mayores, hay que explayarse más, pero siempre adaptando el lenguaje al de ellos y utilzando palabras sencillas. Es decir, si a un niño de 4 años le hablas de espermatozoides, ovarios, fecundación y todo el repertorio biológico que conlleva, no se va a enterar de nada y se va a quedar con más dudas de las que tenía al principio.
Dejar que sean ellos los que os guíen
Mi opinión es más bien quedarse corto de explicaciones. Que sea el niño el que nos guíe un poco hasta donde quiere llegar, hasta donde llegan sus dudas. Él pregunta y tú respondes, y a medida que le surjan más consultas, acudirá a ti.
Ser sinceros
Por supuesto, si en ese momento no sabes como darle respuesta a algo, es tan simple como decirle verdad y buscar la información. Es algo tan inocente como decir: «mira, pues no lo sé, pero lo busco y te lo digo».
Lo bueno de la era digital en la que estamos inmersos, es la gran cantidad de información que tenemos a nuestra disposición, aprovechémosla. Una palabra en «San Google» («San Google», no Yahoo Respuestas) y aparecen cientos de páginas dispuestas a darte la solución. Eso sí, unas veces tendremos suerte y encontraremos webs o blogs dirigidos por personas que sean profesionales y den buena información. Y otras podremos caer bajo el hechizo de influencers o webs que nos pueden dar información que no sea del todo correcta
En resumen, todo este post se puede resumir en que hay que contarlo con naturalidad y sencillez, pero claro, si sólo pongo eso y no os suelto todo el rollo, me hubiese quedado un poco corto el artículo, ¿no?
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