En esta nueva entrega de sexo divino conoceremos la leyenda del Dios Conejo, una deidad china protectora de los homosexuales.
Esta historia, que pertenece al folclore chino, es mencionada por el escritor y artista chino de la dinastía Qing, Yuan Mei, en su obra titulada Zhi Bu Yu.
Bueno, para ser sincera, realmente no sé muy bien cómo se llama la obra. Os puedo decir que el título original chino es 子不語, pero como me lo he encontrado con distintas traducciones lo he dejado como Zhi Bu Yu porque así es como aparece en el Proyecto Gutenberg. La biblioteca online de libros gratuitos donde he encontrado la obra.
¿Y de qué va esta historia del Dios Conejo? Pues de un amor no correspondido.
兔兒神. La leyenda del Dios Conejo
Érase una vez un joven llamado Hu Tianbao que se enamoró de un inspector imperial en la provincia de Fujian.
El joven estaba tan obsesionado con el inspector que le seguía a todas partes. Cuando digo a todas, me refiero a todas. Sí, incluso al baño.
Aunque el inspector ya tenía sus sospechas, pillarle espiándole mientras hacía sus necesidades fue la gota que colmó el vaso, por eso pidió que le arrestaran para interrogarle por el motivo de tan «estrecha vigilancia». Bueno, quien dice interrogar, dice torturar, y tras varios golpes, Hu Tianbao confesó finalmente su amor por el inspector.
¿Y cómo se tomó la confesión el amado? Pues bastante mal porque le mandó matar a golpes.
Un mes después, el espítitu de Hu Tianbao se le apareció en sueños a un amigo de su ciudad para contarle que los funcionarios del submundo se habían apiadado de él y que, para reparar la injusticia que sufrió, le habían convertido en el dios de los conejos.
Su amigo empezó a difundir su mensaje y empezó a recaudar dinero para construir un templo. El templo del Dios Conejo.
Estupendo. Bien por los funcionarios del submundo y los colegas del barrio. Pero ya sé lo que os estáis preguntando, ¿qué pintan los conejos en todo esto? Pues que ese es el término que usaban en la China imperial para referirse a los homosexuales.
Los funcionarios del submundo decidieron que, aunque actuó mal y no debió acosarle, lo hizo cegado por el amor y no merecía un castigo. Por eso le convirtieron en el Dios Conejo. El Dios que cuida y protege a los homosexuales.
Culto al Dios Conejo
Más allá de leyendas, sí que parece que existió un templo al que acudían los hombres que se habían enamorado de otros jóvenes para pedirle ayuda. Incluso se describe su iconografía como «dos hombres abrazados; la cara de uno algo canosa por la edad y el otro tierno y pálido.»
Pero al final de la dinastía Qing, a medida que China se iba «occidentalizando», el culto a este dios ya no se veía con tan buenos ojos y se comenzó a perseguir y prohibir su culto. Con el paso del tiempo, este dios acabó casi en el olvido.
Sin embargo, en 2006, resurge gracias a un modesto templo taoísta erguido en Taiwan y, más recientemente, con el cortometraje Kiss of the Rabbit God. Corto que, si os apetece, podéis ver a través de este enlace. Os dejo el trailer como aperitivo final.
Fuentes:
Carla Mila dice
Interesante, como no podía ser de otra manera.
Pero no me digas que no hace gracia el nombre, Dios Conejo… debo ser una mal pensada.
Saludos y feliz semana!
Maryasexora dice
No eres la única malpensada. A mí también me hace mucha gracia el nombre.
Feliz semana!
Besicos.
Ester Álvarez G. dice
Me encantó conocer la leyenda del Dios Conejo, jiji 😀
Gracias por contarnos sobre ella. 😉
Maryasexora dice
Gracias a ti por la visita!
Besicos.