Cómo disfrutar de los pies en pareja

Hoy tenemos visita en el blog. Fran Ruso, todo un enamorado de los pies, ha venido a contarnos cómo podemos disfrutar de esta pasión en pareja.

Por una vez y que no sirva de precedente, no me enrollo y os dejo con Fran Ruso:

En mi opinión, hay pocas cosas que gusten más que un buen masaje en los pies. En ellos se situán muchas terminaciones asociadas con distintos puntos del cuerpo, por lo que masajearlos de la forma adecuada puede ser muy relajante y a la vez estimulante. De hecho, los expertos en acupuntura y shiatsu afirman que los pies conectan nuestra energía sexual.

Podemos ver claramente que los pies tienen esa relación directa con el orgasmo femenino de una mujer justo en el momento que alcanza el clímax observamos que los dedos de los pies se expanden en abanico y sus tobillos se arquean.

Por todo ello, voy a intentar explicar en este artículo como dar un masaje erótico a tu pareja en los pies con idea de que os animéis e intentéis incorporar esta práctica tan placentera.

En primer lugar, es importante que estéis cómodos, que haya comunicación y contacto visual con vuestra pareja para saber si le está gustando como lo estáis haciendo y, si es posible, tener a mano aceite de masaje. Esto ayudará a que el masaje sea mucho más placentero.

Una vez estamos bien situados, comienza suavemente. Usa tu dedo medio y pulgar para masajear su talón y, posteriormente, coloca tus nudillos sobre su talón para comienzar a hacer movimientos circulares. Tiene que ser suave, sin ejercer demasiada presión, aunque según vas haciendo el masaje puedes preguntarle qué tal. Tu pareja es la que te va a decir si le gusta o no y cómo lo quiere.

Sin levantar la mano de su pie, pasa a la zona delantera del tobillo y continúa realizando movimientos circulares en la zona, esta vez con las yemas de tus pulgares. Puedes sujetar el pie con las dos manos debajo de su talón. Ten en cuenta que la zona interior de los tobillos, justo encima del empeine, corresponde a las terminaciones nerviosas de los genitales, al igual los talones que has masajeado previamente.

Suavemente, sigue avanzando por el empeine hasta llegar a los dedos del pie donde irás uno por uno haciendo el mismo movimiento circular en sus yemas.

Continúa con la planta del pie de forma suave pero cada vez más intensa. Utiliza la palma de tu mano para cambiar de movimientos.

Demuéstrale que lo estás disfrutando. Habla en voz baja, con pequeños susurros y sonríe abiertamente de vez en cuando, demostrándole a tu pareja que aprecias todas las interacciones que tienes con su cuerpo.

Llega el momento en que puedes empezar a besar sus pies. Es importante elegir el momento oportuno, no empieces el masaje chupándole los dedos ya que ser tan directo en ocasiones puede llegar a incomodar. Es importante que primero empieces de una manera suave, dando «piquitos» en toda la zona, restregándote el pie por la cara para percibir la textura y el olor que tiene gracias al aceite que hemos aplicado y que dejará el pie suave y liso.

Una vez que ya el contacto de sus pies con tu boca sea del agrado de tu pareja, puedes besarlos de una manera más pasional: saca la lengua, recorre cada parte del pie y empieza a tocarte. Verás cómo la excitación contagia a tu pareja e invita a que ella también se toque y, así, los dos podréis disfrutar de este intenso momento.

Puedes seguir chupando los dedos de los pies, la idea es lamerlos, meterlos en la boca, los beses con la lengua y les des suaves mordiscos que os excite mutuamente.

Llegados a este punto, puedes pedirle a tu pareja que te masturbe con los pies para que el juego con los pies sea aún más placentero o bien seguir masajeando otras partes del cuerpo, subir por las piernas… etc.

Espero que con estas líneas os ayuden a que podías disfrutar juntos de los pies de vuestra pareja.

Fran Ruso.

Y con esto y un bizcocho, nos vemos en el 2018

¿Qué os ha parecido? ¿Lo pondréis en práctica? Espero que sí.

Yo ya me despido de vosotros hasta el año que viene. Como sabéis, el día de publicación de este blog es el lunes, y algo me dice que los dos próximos lunes ya tendréis trabajo suficiente intentando digirer esas copiosas cenas familiares o sobrellevando la resaca. Así que yo no os quiero dar más trabajo. Os dejo libre hasta después de Reyes.

Sed buenos (o no) en mi ausencia y que os traigan muchos juguetitos.

¡Felices Fiestas!