El baile de los 41, también conocido como el baile de los 41 maricones, fue una fiesta que se celebró el 18 de noviembre de 1901 en Ciudad de México a la que asistieron 42 hombres de la alta sociedad. Sin embargo, en la redada que se llevó a cabo solo detuvieron a 41 de los asistentes. ¿Quién fue el número 42 y por qué consiguió salir indemne?
El baile de los 41
Noviembre de 1901. Sábado por la noche. Los vecinos alertan a la policía por el ruido de una fiesta que se está celebrando en la calle de la Paz (hoy Ezequiel Montes) en la colonia Tabacalera de la Ciudad de México.
A las 3 de la mañana, ya del domingo 18, se presenta la policía en dicha finca. ¿Qué es lo que encuentran? A un grupo de hombres de la alta sociedad mexicana celebrando un baile. Resultado: todos son llevados a comisaria.
¿Por qué? ¿Por montar un poco de ruido? No exactamente. Más bien por la vestimenta de algunos de ellos. Y es que la mitad de los asistentes iban vestidos de mujeres con vestidos, pelucas, pechos postizos, maquillaje, collares…
Así que cuando la policía encontró aquel panorama, decidieron llevárselos a todos a comisaría por «afeminados«. Aunque como eso no tenía mucha base legal, se los llevaron gracias a una interpretación un tanto libre del título sexto del Código Penal Federal de 1871 sobre delitos contra el orden de las familias, la moral pública y las buenas costumbres.
El baile de los 41 maricones
Así es como lo bautizó José Guadalupe Posada en una viñeta satírica que realizó días después de la redada. Viñeta que se completaba con un corrido que llevaba por título Aquí están los maricones muy chulos y coquetones y que decía así:
Hace aún muy pocos días
José Guadalupe Posada
que en la calle de la Paz,
los gendarmes atisbaron
un gran baile singular.
Cuarenta y un lagartijos
disfrazados la mitad
de simpáticas muchachas
bailaban como el que más.
La otra mitad con su traje,
es decir de masculinos,
gozaban al estrechar
a los famosos jotitos.
Vestidos de raso y seda
al último figurín,
con pelucas bien peinadas
y moviéndose con chic.
Y así es como también se le llama hoy en día. De hecho, a raíz de esta detención, durante muchos años, en México se ha considerado el número 41 como «un número maldito». Una numeración que se evitaba poner en los edificios y que ningún batallón del ejército quería llevar porque se asociaba con la homosexualidad.
Destino de los 41
Pues en algunos casos fue bastante trágico.
Hubo unos pocos, los más adinerados y/o mejor posicionados que consiguieron ser puestos en libertad a las pocas horas. Bueno, más bien que pudieron pagar su libertad.
Pero aquellos que no tenían tanto dinero o no gozaban de tan buena posición fueron enviados forzosamente al ejército. Pero no para que pudieran demostrar su valía como valientes soldados. No, ni mucho menos. Se les encomendaron aquellas labores más desagradables como limpieza, cocina, abrir zanjas, cavar hoyos…
Y una vez que les trasladaron a Yucatán, sin juicio y sin nada parecido, se les pierde la pista. Ni se sabe cuántos años tuvieron que estar forzosos en el ejército ni tan siquiera cuantos sobrevivieron a la condena.
¿Y el participante número 42?
Sin embargo, cuenta la leyenda, que aunque aquella noche fueron detenidos 41 hombres, en realidad estaban en la fiesta 42.
Uno, y sólo uno de ellos, consiguió escapar aquella noche y salir indemne de todo escándalo. ¿Quién era y por qué logró librarse?
Pues según la rumorología era, nada más y nada menos, que «el yerno de la nación». Así es como se llamaba a Ignacio de la Torre y Mier, yerno de Porfirio Díaz, presidente de México.
Pero como este dato nunca se ha podido comprobar, yo ni confirmo ni desmiento, pero me decanto por la opción A. Por eso, no descarto que algún día el bueno de don Ignacio sea el protagonista de uno de nuestros Ilustres del sexo.
Antes de despedirme, os dejo el tráiler de El baile de los 41. Película que se va a estrenar esta misma semana en los cines en México y que se basa en estos hechos.
Fuentes:
- www.bbc.com
- www.elhistoricon.blogspot.com
- Barrón Gavito, Miguel Ángel (2010). El baile de los 41: la representación de lo afeminado en la prensa porfiriana.
Carla+Mila dice
Que curioso…listo fue el 42.
Realmente interesante.
Gracias por compartir tan interesantes historias.
Feliz semana!!
Maryasexora dice
Más que listo, «enchufado». Porque si no hubiera sido yerno de quien era, no hubiese tenido la misma suerte.
Feliz semana.
Besicos.
Ester Álvarez G. dice
Pues una vez más me descubres algo nuevo. 😉
¡No tenía ni idea de esta historia! :O
Gracias por contarnos sobre ella. Besitos 🙂
Maryasexora dice
Me encanta cuando os descubro historias interesantes. Fue un hecho muy popular en México que ahora está teniendo más divulgación gracias a la película.
Besicos.