Porque sí, para que negar lo evidente, a nosotras también nos gusta el sexo oral, a pesar de que algún ser sin corazón, a estas alturas de la vida, aún lo dude. Ese es el primer obstáculo a superar. Por desgracia, el cunnilingus no tiene tanta aceptación como la felación (para los de la LOGSE: sexo oral a un hombre). A muchos hombres no les gusta la idea de acercarse tanto al sexo de la mujer porque puede tener un olor desagradable. Bien, pues para vencer ese miedo, existe una técnica sencilla y muy práctica que se llama ducha previa. Además, de esta manera, ya tenéis una forma de calentar motores: tú me frotas por aquí, yo te enjabono por allá…
Otro gran inconveniente es la menstruación. ¿Se puede o no se puede realizar con la menstruación? Bueno, pues eso depende de la pareja. Está claro que la visión de sangre puede tirar para atrás a más de uno, pero con una buena higiene y un preservativo, no habría mayor inconveniente. Ojo: el preservativo es muy recomendable siempre, pero más aún si no se conoce de nada a la otra persona.
Consejos para realizar un cunnilingus
Una vez más, antes de empezar con los consejos me gustaría aclara que tan solo son eso, consejos. No un manual/guía/fórmula mágica. Porque las fórmulas mágicas no existen en sexualidad. Más que nada porque cada persona es un mundo y cada cual tiene sus gustos. No se puede generalizar. Dicho esto, empecemos.
¿Cómo empezar?
Bueno, pues voy a explicar como no hay que empezar: sumergiendo directamente la cabeza hasta el fondo, como si uno estuviese en uno de esos concurso de comer flanes o tartas…
Os recuerdo que el clítoris es la zona más sensible de la mujer, por lo que hay que ir poco a poco. Se puede comenzar acariciando con los dedos la zona (no sólo el clítoris), para luego dejar paso a los besos y por último, dejar el terrerno libre al gran protagonista de la velada: la lengua.
¿Cómo continuar?
Pues, por desgracia, no hay unos pasos infalibles. Aquí vuelvo a repetir que cada mujer es un mundo y que mientras unas pueden disfrutar con movimientos lentos y marcados, otras los pueden preferir más cortos y suaves. ¿Pero sabéis lo que nunca falla? Preguntar. Que sea ella la que te guíe.
Algunas sugerencias
Vamos a hablar de qué hacer con las manos. Como las manos en esta actividad tienen más tiempo libre, se les puede encargar la tarea de acariciar el resto del cuerpo o profundizar en el pecho. Si se prefiere, también pueden hacer labores de apoyo como, por ejemplo, acariciar los labios menores, la entrada de la vagina, la zona anal… o introducirlos (bien lubricados) y moverlos dentro y fuera.
¿Cómo actuar con la lengua? Pues lo básico es mover la punta de la lengua hacia delante y detrás para estimular el clítoris, pero también se puede: lamer desde la vagina al clítoris, juguetear con la entrada de la vagina, juguetear con un hielo en la boca, chupar, lamer alrededor del clítoris…
Para finalizar, normalmente, cuando se está cerca del orgasmo, se puede querer una estimulación más directa en el clítoris, por lo que unos movimientos rápidos y rítmicos son lo más acertados. De todas formas, no hay que desesperarse intentando conseguir que la otra persona llegue cuanto antes al clímax, el clítoris suele requerir más tiempo que el pene para llegar al orgasmo y, a veces, uno se lo puede pasar igual de bien a lo largo del viaje que en el destino…
Por último, os dejo esta imagen para refrescar algunos conocimientos.
Tuyo y Suyo dice
Pues si hay hombres a los que les da reparo hacer un cunnilingus no saben lo que se están perdiendo. Además, si a su pareja le gusta y no se lo da seguro que va a encontrar muchos candidatos.