Hay estribillos que se te meten en la cabeza y que tarareas casi sin darte cuenta hasta que prestas un poco más de atención a la letra de la canción y dices: ¡¿Pero qué c…?! El de El jardín prohibido es uno de estos casos. Porque mucho nos quejamos del reguetón pero ojo cuidao con algunos clásicos musicales…
Tras el parón navideño y para entrar en materia de nuevo poco a poco, arrancamos el año con un artículo de estos que denomino ligeritos. En esta ocasión voy a analizar la letra de la mítica canción El jardín prohibido del italiano Sandro Giacobbe.
¿Por qué? Porque más de una vez he tarareado su archiconocido estribillo pero hasta hace nada no me dió por prestar atención a la letra. ¡Y ojo como nos la han colao!
Esta canción que se ha versionado en múltiples ocasiones, creo que la última es de Sergio Dalma en el 2011, y que tu cerebro, gracias a su pegadizo estribillo, te vende como una balada romanticona cantada por un italiano, en realidad es puro cinismo. Y es que nos han vendido unos cuernos como una declaración de amor.
Básicamente la canción cuenta las peregrinas excusas que le da un tío a su novia tras contarle que le ha puesto los cuernos con su mejor amiga.
Analizando la letra de El jardín prohibido
Ya empezamos mal con el título. Si está prohibido, ¡¿pa qué te metes?!
Esta tarde vengo triste
y tengo que decirte
que tu mejor amiga
ha estado entre mis brazos
Así, sin lubricar. Un poco de tacto, ¿no? No sé, que no le estás diciendo que se te ha olvidao subir el pan, que le vas a contar que te has tirado a su mejor amiga. Bueno, quizá, tal vez, a lo mejor, ex mejor amiga.
Sus ojos me llamaban
pidiendo mis caricias.
Su cuerpo me rogaba
que le diera vida.
Pues seguimos para bingo. Que yo no quería, ¿sabes? Que le estaba haciendo un favor. Que su cuerpo me rogó que le diera vida y como no había desfibrilador cerca pues me puse con el boca a boca y se me fue de las manos.
Comí del fruto prohibido
dejando el vestido colgado
de nuestra inconsciencia.
Los detalles, por lo menos, te los podías ahorrar, ¿no? No hagas más sangre.
Mi cuerpo fue gozo
durante un minuto.
¡¿Un minuto?! Amiga, te digo una cosa, para un minuto, mejor un Satisfyer. Le sacas más partido y nos ahorramos el dramón.
Mi mente lloraba tu ausencia.
Un minuto y encima no estaba a lo que tenía que estar… Te lo repito, amiga: Satisfyer.
No lo volveré a hacer más.
No lo volveré a hacer más.
Pues mi alma volaba
a tu lado y mis ojos
decían cansados que
eres tú, que eres tú,
que siempre seras tú.
Espera, ¿me estás vendiendo que te la follaste porque ella te estaba buscando, no porque tú quisieras, y que tú, todo un caballero, estabas pensando en tu novia? Qué huevazos tienes, chaval. Una medalla es lo que te tenían que dar por el sacrificio realizado…
Lo siento mucho.
La vida es así,
no la he inventado yo.
Así, como excusa, solo la puedes superar añadiendo un: «Siento si te he podido ofender, no era mi intención.» O, como decía mi abuela: «Jódete, María Manuela. Jódete despacio, que no te duela.»
Si el placer me ha mirado
a los ojos y cojido por mano
yo me he dejado
llevar por mi cuerpo
y me he comportado
como un ser humano,
Yo diría más bien que como un capullo. Sólo espero que como ser humano, tus esfínteres los controles un poco mejor.
Lo siento mucho.
La vida es así,
no la he inventado yo..
Sus besos no me permitieron
Repetir tu nombre
Y el suyo sí
Por eso cuando la abrazaba
Me acordé de ti
Claro hijo, normal, con la boca llena no puedes hablar. De todas formas os traduzco: «Sí, me la follé, pero en ese minutito yo estaba a muerte contigo.»
A partir de aquí ya se empieza a repetir con el fruto prohibido, lo perra que es la vida, lo débil que es el ser humano, etc, etc…
¿Qué os parece? ¿Volveréis a escucharla igual? Yo desde luego no.
Por último, ¿queréis más análisis de canciones o poemas? ¿Alguna sugerencia?
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