¿Sabías que el misionero, la postura más conocida y más clásica del repertorio sexual, no tiene nada que ver con la labor evangelizadora de los misioneros?
El misionero, la leyenda
No sé si ya lo sabías o no, pero yo me enteré hace poco de esto y me volví a sentir un poco engañada.
Porque hasta hace nada yo pensaba que el origen de la postura del misionero debía su nombre a que los misioneros, en su labor de evangelización en América, era la que recomendaban a la población autóctona como la postura más casta, la más mejor, la buena, para mantener relaciones sexuales.
E incluso reconozco que compré el discurso que iba un poco más allá y aseguraba que se llamaba así porque más de un misionero lo puso en práctica con las nativas. Por supuesto, sólo con fines didácticos/educativos. No pensemos mal…(o sí).
Y es que el misionero es la postura por excelencia de la Iglesia Católica. La única que tiene su sello de aprobación. Para la Iglesia, la postura del misionero es la más aceptable y, además, es la que facilita (porque a ellos les sale de su santísima genitalidad) la procreación. Porque como ya sabemos, el único objetivo lícito de todo esto del follar es la procreación.
Pero resulta que no. Que todo esto es un bulo. O eso por lo menos eso es lo que mantiene el antropólogo Robert J. Priest.
El origen del misionero
Missionary Positions: Christian, Modernist, Postmodernist es el título del artículo que escribió en 2001 Robert J. Priest desmintiendo esta leyenda urbana. Y suya es ahora la narrativa que se toma ahora como la verdad verdadera.
Según cuenta, no fue hasta finales de 1960, principios de los 70, cuando aparece la expresión «postura del misionero» para referirse a la postura sexual en la que, normalmente, la mujer está recostada sobre su espalda y el hombre está echado sobre ella de manera que queden cara a cara.
Al parecer, todo esta leyenda urbana se la debemos al bueno de Alfred Kinsey y su Sexual Behavior in the Human Male.
En esta obra, en concreto, en la página 373, habla de la postura inglesa-americana («the English-American position») como una posición sexual que el antropólogo Bronislaw Kasper Malinowski menciona, a su vez, en su libro The Sexual Life of Savages in North-Western Melanesia, La vida sexual de los salvajes en el noroeste de Melanesia.
He writes (p. 373, It will be recalled that Malinowski (1929) records the nearly universal use of a totally different position among the Trobrianders . . . (and] that caricatures of the English-American position are performed around. .. campfires, to the great amusement of the natives who reter to the position as the missionary position.»
Robert j. priest. Missionary Positions: Christian, Modernist, Postmodernist.
Resumiendo, que el origen de todo este embrollo está en que Kinsey lo menciona porque Malinowski lo acuña en su obra The Sexual Life of Savages in North-Western Melanesia, escrita en 1929.
Malinterpretación de Kinsey
Pues muy bien. Estupendo. ¿Y dónde está entonces el problema? En que en ninguna parte del libro de Malinowski aparece esta palabra.
Lo que nos cuenta Robert J. Priest en su artículo es que, llevado por la curiosidad, se puso a rascar un poquito y se dio cuenta de que a partir de Kinsey todo el mundo replicó y popularizó esta historia, pero nadie aportó ninguna referencia concreta del libro de Malinowski. Es decir, que todo el mundo repitió (y dio por hecho) lo que decía Kinsey, pero nadie se molestó en corroborarlo y buscar la referencia exacta en la obra de Malinowski.
La hipótesis de Priest es que Kinsey malinterpretó y/o reinterpretó una parte del libro de Malinoswski en la que cuenta como los nativos de Trobriand desaprueban uno de los nuevos repertorios románticos (entiendo que repertorio erótico) introducidos por los misioneros denominándola misinari si bubunela (moda misionera), con el relato anterior de «the English-American position» y la propia visión de Kinsey de la historia medieval católica (recordemos: la única postura con sello de aprobación de la Iglesia).
On p. 479 Malinowski tells of seeing an engaged Trobriand couple in public, in his words, «leaning against each other and holding hands, in a manner which we would find perfectly natural in a pair of lovers soon to be married. But … I was told at once that it was a new fashion and not correct according to old custom (and]… that this was misinari si bubunela, ‘missionary fashion.’ one of those novel immoralities introduced by missionaries.»
Robert j. priest. Missionary Positions: Christian, Modernist, Postmodernist.
De esta manera, remezcló pasajes creando y popularizando un nuevo término (the missionary position) pensando que estaba describiendo algo antiguo, cuando en verdad estaba inventando una leyenda.
Opinión personal
¿Qué os parece? ¿Cómo os quedáis? A mí me parece un poquito pillado por los pelos. Porque uno de los argumento de Priest es que en el libro de Malinowski, los nativos de Trobriand cantaban bajo la luna llena, no alrededor de una hoguera como Kinsey indica en Sexual Behavior.
Además, el hecho de que el señor Priest haya sido presidente de la Sociedad Americana de Misionología (American Society of Missiology) y miembro de la junta directiva de la Sociedad Evangélica de Misionología (Evangelical Missiological Society), me hace pensar que quizá, tal vez, puede, que no sea totalmente objetivo con esta cuestión. Vamos, que haya querido maquillar un poquito esta leyenda negra de los misioneros. Pero esta es mi opinión personal y tampoco es que yo sea objetiva con la relación iglesia-sexualidad.
Así que a la espera de leerme La vida sexual de los salvajes en el noroeste de Melanesia (¡ohh, sí! ya me ha picado a mí la curiosidad y me lo pienso leer) y poder confirmar o no si realmente aparece este término, asumiré (como todo el mundo) que la explicación de Priest es cierta y que, una vez más, «emosido engañado«.
Atribución:
La foto de portada es una imagen perteneciente a Osama Shukir Muhammed Amin bajo licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International.
Fuentes:
- Robert J. Priest, 2001. Missionary Positions: Christian, Modernist, Postmodernist.
Carla Mila dice
Un lunes más aprendiendo. Curiosa la procedencia del término. Y eso que se supone que es la postura más común.
Felicidades como siempre por el post.
Feliz semana!
Maryasexora dice
Muchísimas gracias por la visita.
Me alegro que te sigan pareciendo interesantes los artículos.
¡Feliz semana!
Besicos.