La emperatriz Wu o Wu Zetian fue la primera y única emperatriz que ha tenido China en toda su historia. Pero además, tiene el mérito de ser la única (que sepamos) en el mundo en pedir que se la honrase con un cunnilingus.
Mientras medio mundo recordará a Isabel II de Inglaterra como la gran reina, el nombre de la emperatriz Wu o Wu Zetian ha pasado a la historia sin pena ni gloria. Y es una lástima porque, por lo menos para mí, ella debería ser recordada como LA REINA.
¿Por qué? Porque no dudo que en sus más de 70 años en el trono Isabel II, ante la petición de más de uno, pensase que primero le podían comer el coñ… Bueno, vamos a ser finas que estamos hablando de la realeza. Deseara que le comieran su majestuosa genitalidad externa. Lo pensara o deseara, no creo que fuese más allá. Imagino.
En cambio, a la emperatriz Wu sí que le comían su «estambre de loto». Literalmente. Ahora os cuento.
Concubina Wu Zetian
Nuestra Ilustre del sexo nació en el año 624 en la provincia de Shanxi, China.
Contra todo pronóstico, por aquello de ser niña en la China imperial, aprendió a leer, escribir e incluso a tocar algún instrumento musical.
Aunque en un primer momento el emperador Taizong nombró a Wu, cuando tenía 14 años, su quinta concubina por su belleza, estas habilidades (tan insólitas en una mujer) le sirvieron para ascender posiciones entre el resto de concubinas.
Pero no sólo se ganó el favor del emperador, también de su hijo, el príncipe Li Zhi. Hasta tal punto que cuando el emperador Taizong murió en el 649, su hijo y nuevo emperador de China, Li Zhi (con el nombre de Gaozong) la incorporó a su propio concubinato.
¿Y esto que tiene de especial? Que era algo que estaba totalmente prohibido. La tradición era que las concubinas del emperador fallecido debían raparse el pelo e ingresar en un templo budista para que nadie pudiera volver a disfrutar de su compañía.
Ascenso al poder de Wu Zetian
El caso es que el nuevo emperador Gaozong se pasó por el forro la tradición y Wu volvió al palacio y encima ascendiendo como segunda concubina.
Este privilegio hizo que se ganase los recelos de la propia esposa de Gaozong, la emperatriz Wang, y de la primera concubina de este, Xiao o Xiaoshu.
Es aquí cuando se produce una de las muchas leyendas negras que rodean la figura de Wu. Mientras era su concubina, Wu tuvo tres hijos con Gaozong: Li Hong, Li Xian y una niña que fue asesinada al poco de nacer.
Lo que dice la historia es que fueron la emperatriz Wang y Xiao quien asesinaron a la bebé. Bueno, más bien eso fue lo que dijo Wu. Las acusó de matar a su hija y ambas fueron condenadas por este hecho.
Sin embargo, existe la teoría que fue la misma Wu la que mató a su propia hija como parte de su maniobra de ascenso al poder.
Lo único que está claro de este suceso, es que tras la ejecución de la emperatriz Wang en 655 por este asesinato, Gaozong se casó con Wu convirtiéndose así en emperatriz consorte.
Emperatriz consorte Wu
La emperatriz consorte tomó totalmente las riendas del Imperio a partir del año 660, porque el emperador Gaozong comenzó a sufrir un deterioro importante de salud. Así que es ella la que empieza a hacer y deshacer a su antojo.
Principalmente a deshacer. Bueno, más bien a deshacerse de enemigos y posibles competidores.
Emperatriz Wu
En 683 el emperador Gaozong muere y sube al trono el hijo de la pareja imperial, Li Xian, con el nombre de Zhongzong. Tercera generación de emperadores para Wu en palacio.
El pobre muchacho disfrutó poco en el trono porque a los dos meses de su nombramiento su madre, la propia emperatriz Wu, se dio cuenta de que no iba a hacer lo que ella quería y consiguió exiliarle junto con su esposa acusados de traición. llevamos ya una hija muerta y uno exiliado.
En su lugar, Wu nombra nuevo emperador al retoño de la familia y hermano menor de Li Xian, Li Dian. Y a pesar de que el pobre hace todo lo que dice su madre, finalmente esta le obliga a abdicar y le usurpa el trono en el 690 autoproclamándose emperatriz por derecho propio y proclamando su propia dinastía, la dinastía Zhou.
De esta manera, tras 4 emperadores, Wu se convirtió en la primera y única emperatriz de China hasta poco antes de su muerte en el 705.
Luces y sombras de la emperatriz Wu
Durante esos años, su reinado ha estado lleno de luces y sombras. Por una parte, durante su mandato, mejoró el sistema educativo, la productividad agrícola y con ella la economía y asentó y consolidó las relaciones comerciales con otros países.
Pero a pesar de estas mejoras, a la emperatriz Wu se le recuerda más por sus sombras que por estos logros. Principalmente se la acusa de haber sido una mujer despiadada, cruel e insaciable sexualmente.
Cruel y despiadada
Recordáis que la emperatriz Wang y la concubina Xiao fueron ejecutadas por el asesinato de la hija de Wu, ¿verdad?
Bien, lo que no os he dicho es que se cuenta que antes de ejecutarlas, Wu se encargó de torturarlas.
Hizo que les dieran 100 golpes a cada una, tras lo cual les amputaron las manos y los pies. Ambas amputadas fueron arrojadas a una cuba de vino fermentado, lo que provocó que Wu Zhao resoplara: «¡Ahora podréis emborracharos hasta el tuétano!».
Rothschild, N. H. Wu Zhao: China’s Only Female Emperor. pag 38.
Y se ve que le pilló el gustillo a esto de macerar humanos en vino porque:
Tras la muerte de su marido, envenenó al joven hijo de su concubina favorita, luego cercenó las manos y los pies de su rival y la hizo arrojar a una pocilga, apodándola la «puerca humana».
Rothschild, N. H. Wu Zhao: China’s Only Female Emperor. pag 6.
Mal rollo, ¿no? Bueno, en su defensa os tengo que decir que muchos historiadores dudan de la veracidad de estos relatos y los atribuyen más bien al odio y recelo que los cronistas coetáneos de Wu sentían por el hecho de tener a una mujer sentada en el Trono del Dragón.
Cunnilingus como saludo de rigor
¡Por fin llegamos a la parte que os interesa!
¿De dónde sale esta leyenda? Del libro de Allen Edwardes, pseudónimo de D. A. Kinsley, y Robert Edward Lee Masters titulado The cradle of erotica: a study of Afro-Asian sexual expression and an analysis of erotic freedom in social relationships (1963). Un libro que relata prácticas y rituales de diferentes etnias y grupos de India, África y Asia.
Es en este libro nos cuentan que la emperatriz Wu:
Puesto que la felación era una práctica heterosexual y homoerótica tan extendida y popular cuando ella llegó al poder, y puesto que representaba (para ella) la supremacía masculina, la lujuriosa Wu Hu ideó un medio por el cual «lamer el estambre del loto» pudiera ser exaltado a la primera importancia extracoital y simbolizar así el advenimiento de la dominación femenina. En consecuencia, todos los funcionarios gubernamentales y dignatarios visitantes estaban obligados por decreto real a rendir homenaje a su Alteza Imperial realizándole cunnilingus.
Edwardes, Allen; Masters, Robert Edward Lee. The cradle of erotica: a study of Afro-Asian sexual expression and an analysis of erotic freedom in social relationships. pag 295.
¿Cómo os quedáis?
Si pasabas por palacio, le tenías que comer lo de abajo. Bueno, antes por lo visto se tenían que lavar primero la boca porque ante todo era una emperatriz.
Yo me la imagino en plan Padrino. Vienes a mi casa y me pides que… ¡Anda y cómeme el estambre de loto!
Sé que suena fuerte y que si esto lo hubiese pedido su esposo en vez de ella pues… abuso. Pero mirad, yo qué queréis que os diga, cada una se empodera como quiere. Unas no lloran y facturan y otras no lloran y someten al patriarcado.
¿Mito o realidad?
Esa es la cuestión.
Personalmente me decanto más por mito. Primero porque muchos autores han puesto en duda la propia veracidad de varios hechos que estos autores relatan en su libro.
Y segundo porque estamos hablando de la primera y única mujer que ha sido emperatriz de China, lo que significa que le ha tenido que llover mierda de todas partes para ensuciar y emborronar su nombre.
No digo que fuera una santa porque la ola de desaparecidos, suicidados, exiliados o encarcelados entre sus adversarios no hay por donde defenderla. Pero tampoco creo que fuese un demonio, o no más que sus homólogos masculinos.
Por eso es una lástima que como los historiadores no quisieron poner en su estela lapidaria, como es costumbre, sus obras, hazañas y milagros de su reinado. A día de hoy es la única lápida de un gobernante chino que permanece en blanco, sin epitafio.
Así que yo desde aquí hago una sugerencia de inscripción:
Decid lo que queráis, pero id comiéndome el… estambre de loto.
Atribuciones:
- La foto de portada es un diorama de la emperatriz Wu del museo Provincial de Henan, Zhengzhou. Su autor es Gary Todd y es una imagen con licencia de dominio público.
Fuentes:
- Edwardes, Allen; Masters, Robert Edward Lee. (1977). The cradle of erotica : a study of Afro-Asian sexual expression and an analysis of erotic freedom in social relationships. Enlace al libro.
- Paludan, Ann. (1998). Chronicle of the Chinese emperors : the reign-by-reign record of the rulers of Imperial China. Enlace al libro.
- Rothschild, N. H. (1994). Wu Zhao: China’s Only Woman Emperor.
- Blas Ruiz, Adrián. «Wu Zetian». Archivos de la Historia, 2017. Enlace.
- Mark, Emily. «Wu Zetian». World History Encyclopedia, 2016. Enlace.
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