No es necesario que te vayas hasta el quinto coño para intentar descubrir el origen de esta expresión. Con seguir leyendo es suficiente😉.
Cuando decimos que algo se encuentra en el quinto coño, lo que queremos expresar es que está muy lejos. Pero muy, muy lejos.
Esta expresión es una de las muchas variantes que podemos usar para enfatizar la lejanía de algo o alguien. Por ejemplo, yo suelo decir que me he ido a vivir al culo del mundo, al quinto pino, donde Cristo dio las tres voces, a más allá del muro…
De hecho, todo apunta a que el origen de esta expresión se encontraría en la vulgarización de una de esas expresiones: el quinto pino.
En el quinto coño o pino
Aunque ya sabemos que esto de intentar descubrir el origen de las expresiones no es una ciencia exacta, sí que está bastante claro cuándo y por qué se empezó a usar la expresión en el quinto pino. Y siendo los españoles como somos, no me sorprende que se introdujera un puntito soez a la expresión primigenia para resaltarla aún más y que esta versión más vulgar se acabara popularizando tanto o más que la original.
Así pues, para poder encontrar el quinto coño, primero debemos de localizar el quinto pino. Y para ello debemos viajar hasta… España.
El quinto pino, el origen de todo
Ya siento decepcionarte pero el origen del quinto pino no se encuentra en ningún lugar recóndito o exótico. El quinto pino se plantó en el siglo XVIII cerca de lo que sería hoy Nuevos Ministerios, Madrid.
Supongo que con la idea de hacer más verde Madrid, decidieron plantar unos cuantos pinos. El problema es que la idea que tienen los políticos de hacer más verde Madrid es un tanto peculiar y, visto lo visto, parece que encima viene de lejos…
¿Por qué digo esto? Porque decidieron plantar la ridícula cantidad de cinco pinos a lo largo del Paseo de Recoletos. Cinco pinos entre el Paseo del Prado, donde se plantó el primero, hasta lo que hoy sería Nuevos Ministerios, donde se plantó ese quinto y último pino.
Por si nunca has puesto un pie en Madrid y no te apetece abrir Google Maps, ya te informo yo de que la distancia entre ambas localizaciones es, aproximadamente, de unos cuatro kilómetros. Cinco pinos distribuidos a lo largo de varios kilómetros. Vamos, que entre pino y pino había un buen trecho.
De ahí que, mientras que el primer y segundo pino eran tomados como punto de encuentro de los madrileños, el quinto fue convirtiéndose en ese sitio lejano al que nadie quería ir.
Bueno, nadie, nadie, no. Porque según las malas lenguas, ese quinto pino era el punto de encuentro de las parejas que, lejos de miradas indiscretas, aprovechaban para disfrutar de la sombra de los pinos… o del pino.
Atribuciones:
La foto de portada es una pintura del SXVIII-XIX del Paseo del Prado de Madrid del pintor Giuseppe Canella. Licencia: Dominio Público.
Fuentes:
- Madrid Secreto.» ¿Sabías que la expresión “en el quinto pino” se originó en Madrid?», 2021. Enlace.
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