En vista de lo que os gusta la historia, nótese la ironía, esta semana inaguramos una nueva sección histórica en el blog: Expresiones sexuales. En esta sección intentaré explicar el origen de ciertas expresiones de carácter sexual que todos hemos dicho o escuchado pero de las que quizá, desconozcamos su origen. Queda inagurada oficialmente esta sección con este post: el origen de la expresión Mirando a Cuenca.
Me gustaría decir que esta nueva sección fue fruto de mi creatividad, pero lo cierto es que es más bien un pequeño plagio. La idea la tomé de la nueva sección de Invita la casa podcast titulada El porqué de las cosas. En esta nueva sección, los jeférrimos Julián y Teresa, explican el origen o porqué de expresiones. Al escucharlo pensé: ¡oye! me gusta la idea, me la agencio para mi blog. Eso sí, yo sólo me voy a centrar en expresiones que están relacionadas con la temática de este blog: la sexualidad.
En mi defensa tengo que decir que, hace mucho tiempo, cuando os hablé de curiosidades del mundo animal, ya os conté el origen de la expresión follar como conejos. Así que plagio hay, pero se ve que la idea también me andaba rondando por la cabeza de forma inconsciente hace tiempo.
Y ahora, vamos al lío.
El origen de la expresión mirando a Cuenca
Sobre el origen de esta expresión hay varias teorías, pero parece que una sobresale sobre las demás. Antes de contaros esta versión, dejadme que os cuente la segunda teoría alternativa más popular. La que para mí tiene más gracia.
Cuando Felipe el Hermoso las ponía mirando a Cuenca
Según esta teoría, el origen de la expresión se remonta a los tiempos de Juana I de Castilla, Juana la Loca, y Felipe I de Castilla, Felipe el Hermoso.
Parece ser que, estando en Toledo, Felipe mandó construir un observatorio astronómico en una alta torre. Este observatorio contaba con instrumentos de navegación que permitían, por lo menos, marcar la dirección de las principales ciudades del reino. La motivación para montar este puesto de observación no era poder disfrutar de las vistas de su reino sino, más bien, tener un picadero cerca de casa. ¿Por qué? Porque sabía que a Juana eso del observatorio y de mirar a Cuenca, de manera literal, no le hacía mucha gracia, vamos, que no iba a tener ningún interés en subir allí y, por tanto, no le iba a molestar.
De esta manera, cuando Felipe quería intimar con alguna moza, cuenta la leyenda que le decía a Juana: «subo con la dama al observatorio, que la voy a poner mirando a Cuenca».
Esta excusa se supone que le servía para Juana, pero no para sus guardias. A ellos, que sabían a lo que subía el monarca, les hizo gracia la frasecita y la fueron popularizando de burdel en burdel. Ya sabemos que no hay nada mejor que el boca a boca para dar publicidad a algo…
Mirando a La Meca
Por si aún no lo sabéis, poner mirando a Cuenca hace referencia a la postura sexual del perrito. La clásica postura sexual donde uno de los miembros de la pareja se pone a cuatro patas y es penetrado desde detrás. Bueno, pues hay cierta analogía entre esta posición de cuatro patas, y la que utilizan los musulmanes para rezar.
A esta analogía hay que sumarle que los musulmanes rezan mirando hacia La Meca, en Arabia Saudí. Podemos deducir que la expresión, en su significado sexual, hace clara referencia a la postura y orientación en la que se colocan los musulmanes para rezar. En decir, que el eufemismo se valdría de la orientación para indicar la postura. De esta manera nacería la expresión mirando a La Meca.
Bien, pues si trazamos una línea recta desde Madrid hacia La Meca, la primera ciudad importante que atravesaría dicha línea imaginaria sería Cuenca. Imagino que con el paso del tiempo esta expresión se fue castellanizando (quizás por motivos incluso religiosos) y pasó de ser mirando a La Meca a mirando a Cuenca.
Para ser sincera, ambas teorías me parecen un poco pilladas por los pelos, pero por más que he buscado y rebuscado, sólo he encontrado estas dos explicaciones.
De las dos, la que se supone que tiene más peso es esta segunda explicación, aunque como os he dicho, a mí la que me hace más gracia es la primera, la del monarca.
Para finalizar este post y como dato súper práctico, os dejo el enlace a un par de aplicaciones con las que, estéis donde estéis, siempre podéis poner a esa persona mirando a Cuenca: iCuenca (para Apple) e iCuenca 1.3 (para Android). A-LU-CI-NO.
Fuentes:
www.blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/
www.historsex.blogspot.com.es. Blog de arqueología e historia del sexo que os recomiendo leer.
Carla Mila dice
Conozco el libro, es una maravilla, aunque en él vemos el origen de muchas expresiones. Eso si, como bien dices algunas no se puede asegurar su procedencia, ya que hay varías versiones.
Respecto a esta que nos propones, no me había parado a pensar de dónde provenía. Si es como dices, algo que no dudo, no deja de ser una curiosa historia.
Gracias por compartir.
Buen lunes, buena semana!
Maryasexora dice
Yo disfruto mucho con este tipo de artículos en los que tengo que escarbar en la historia.
Seguramente nunca llegaremos a saber la verdadera historia del origen de esta u otras expresiones, porque hay cientos de versiones, pero bueno, son historias curiosas que me apetece contarlas.
Besicos.
Holden dice
Nada de nada: me quedo con tu historia de mirando a Cuenca que me ha gustado mucho más que la supuesta versión más realista. Mola que te sobre el dinero como para montarte un picadero, ¿no? Y si rima es que es verdad, todos lo saben.
Maryasexora dice
A mí también me mola más esa versión, la verdad.
Se monta un picadero en casa y encima se lo restriega por la cara a su mujer… Pero no a una mujer cualquiera, una mujer que ha pasado a la historia por ser una persona que se volvió loca por los celos… Aunque sobre la locura o no locura de Juana habría mucho de qué hablar, pero eso ya es otro tema.
Un saludo.
Mamanoleas dice
Si Felipe I viviera en nuestro tiempo, la primera vez que un guardia escuchó lo de ‘mirar a Cuenca’ seguramente habría soltado un ‘esto lo subo a Twitter y lo peto…’, jajajaja. A mí también me hace más gracia la primera versión, la pena de la historia es que tenemos que navegar entre hechos y leyendas, y a veces se crean leyendas tan buenas que da cosa descubrir el hecho y que se nos joda el chiste xD
Sabes que me encantan estos artículos de investigación tuyos, aquí seguiré para leer cómo sigue la sección.
Besotes.
Maryasexora dice
Jajajaja, ya me lo imagino poniendo: #MirandoaCuenca, jajaja.
De todas formas, veo complicado dar con el verdadero origen de las cosas. Alrededor de estas expresiones hay cientos y cientos de leyendas y dar con la verdadera es misión imposible. Me tendré que conformar con ofrecer las versiones más aceptadas.
Gracias por la visita y por el interés de la nueva sección.
Besico.
Maria dice
Conociendo lo perspicaz e inquisitiva que era Juana, no me la imagino permitiendo tranquilamente que su esposo subiera a la torre en cuestión con cualquier muchacha… Yo creo que se le hubiera terminado el chollo rápido, así que la inversión no hubiera sido muy inteligente para ese fin.
En cualquier caso, un post muy interesante, a mí el origen de las expresiones me parece un tema llamativo. Y este de Cuenca seguro que tiene un origen más creíble 😉
Que no sé porque, leyendo el final me ha venido a la memoria el hecho de que en la edad media la mujer era representada en literatura como una copa o un cuenco y el hombre como el vino (fácil entender el porqué). No creo que tenga que ver, solo es que me he acordado de una clase de teoría de la literatura en la que hablamos sobre esto: vete tu a saber por qué!
Maryasexora dice
Yo tampoco me lo imagino, la verdad. No me cuadra mucho con la idea que tenemos de ella, pero a saber qué es hay de verdad en todo esto.
Mucha gracias por la visita y por el comentario.
Un saludo.
Friné dice
Leido lo leido… en fin,
Internet puede ser el sitio más peligroso para cogerse algo, por ejemplo una mala definición o historieta.
Vamos, que si usamos la navaja de Ocan es improbable ninguna esas.
El término le puso, o la puso, son muy modernos, del XIX al màs pallà seria «le puso a», o «la puso a»
El sentido principal de «ponerte o ponerle, mirando «PA» cuenca», es torcer el significado principal, como «irse a por tabaco» o «hay ropa tendida»,
No tiene ningún origen que no sea el gracejo popular, que lo transmite como un guiño cuando un «mico» está intentando hilar algo al lado.
Mirando pa cuenca, es cualquier sitio donde no estoy yo mirando o el interlocutor, es decir, si está mirando a otro lado está dando la espalda, todo lo demás en la expresión, lo pone el tono y el «deje»,
Si no hay mico al lado, de manera coloquial, se usa dando énfasis a la resolución definitiva de una tensión, para todo lo demás tenemos palabras más que suficientes en el españolo.
Estoy mu enfadá, hoy me has dejao sin terminar.
Buen fin de semana.
Kissss y Kissss
Maryasexora dice
Ya siento el enfado, pero no puedo dar más luz sobre este dicho. Bueno, en verdad puedo dar toda la luz que quiera y que me invente, pero no es plan, no me parece bien.
Espero que el siguiente post te quite este resquemor.
Un saludo.
Mirandoacuenca.es dice
Hola.
Nosotros en @mirandoacuenca.es como buenos conquenses queremos expandir esta empresion tan nuestra.
Os invitamos a visitarnos y disfrutar de una ciudad tan maravillosa como es Cuenca.
Naturaleza, gastronomía, historia, paz, arte, etc….
Y si no tenéis aún decidido donde dormir… llamadnos, os ofrecemos una casa en el corazón del casco antiguo para “mirar a cuenca”.
Maryasexora dice
Gracias por la información. La tendré muy presente cuando visite la ciudad.
Besicos.