¿Quién no conoce la expresión «hacerse una paja»? Y seguro que también habéis oído la de «tocar la zambomba». Pero, ¿cuántos conocéis el origen de estas expresiones? Pues descubrirlo es muy fácil. Tan sólo hay que seguir leyendo.
Hacerse una paja
Aunque hoy en día usamos la expresión «hacerse una paja» tanto para referirnos a la masturbación masculina como a la femenina, en un principio se asociaba más a la masturbación masculina. Y es que una de las posibles explicaciones sobre su origen estaría en la similitud entre el movimiento que se hace para separar la paja del cereal y el que se realiza al masturbar un pene.
Esta sería la interpretación popular, pero también existe un posible origen etimológico para este dicho.
Según el arabista, lexicógrafo y académico Federico Corriente Córdoba, paja tendría su origen en el verbo andalusí paššáš. Así lo explicó en su discurso de ingreso en la RAE:
…origen del verbo andalusí paššáš, en principio ‘apaciguar’, pero con una evolución semántica hacia ‘halagar’, y luego por una metonimia de los arrieros moriscos, ‘masturbar’, que ha acabado generando la acepción obscena en registro ínfimo del castellano paja.
Tocar la zambomba
La zambomba es un instrumento de percusión que se suele relacionar con las fiestas navideñas porque, con frecuencia, hace de acompañamiento a villancicos.
Para ponernos en situación, una zambomba está compuesta de tres partes. El cuerpo, lo que sería el recipiente; el parche, la membrana de piel, y el astil o vara. Bien, pues su sonido se produce cuando la membrana vibra al friccionar el astil. ¿Y cómo se hace eso? ¿Cómo se toca la zambomba? Humedeciendo la mano que va a sostener el astil y moviéndolo de arriba a abajo para que haya fricción entre mano y vara y así la membrana produzca el sonido.
Este movimiento os recuerda a otro, ¿verdad? Al igual que sucedía con la expresión de hacerse una paja, tocar la zambomba vendría de la semejanza entre el «meneo» que hay que pegarle a la zambomba para que suene y el acto de masturbarse.
Pero más allá esta similitud de movimientos, la zambomba también se asocia con diferentes ritos de paso, iniciáticos, de preparación para la vida sexual y otros ritos africanos. Según se cree, fueron los esclavos originarios de Zaire quienes introdujeron y difundieron este instrumento en España alrededor del siglo XV.
Y hasta aquí el origen de dos de las expresiones más clásicas para referirse a la masturbación, sobre todo la masculina.
Hoy ha quedado un post más cortito de lo habitual, pero si os quedáis con ganas de más, siempre podréis echar un vistazo a otras entradas sobre el origen de las expresiones.
Fuentes:
Ester Álvarez G. dice
Muy interesante como siempre! 😉
Maryasexora dice
¡Muchas gracias!
Besicos.
Carla Mila dice
A mi siempre me ha hecho gracia lo de «tocar la zamboba»; en el sur se dice siempre con mucho arte.
Una vez más un post interesante, como no podría ser menos.
Buena semana
Saludos!
Carla Mila
http://www.carlamila.es
Maryasexora dice
A mí también siempre me hizo gracia.
Muchas gracias a ti por la visita.
Besicos.