Ig Nobel de sexualidad

Como ahora anda todo el mundo revolucionado con los nominados a los Premios Nobel, aprovecho la ocasión para hablaros de otros premios no tan relevantes, pero sí más curiosos: Los Ig Nobel. Estos premios son considerados como los antiNobel. Unos premios anuales que se conceden a las investigaciones o inventos más insólitos. Como os podéis imaginar, para este post, nos vamos a centrar en los que están relacionados con la sexualidad.

Hace un par de años ya os presenté algunos de estos Ig Nobel. Por si alguien no lo recuerda, estos premios los entrega la revista de humor científica Annals of Improbable Research. Para que os hagáis una idea de la filosofía de esta revista, su lema es: “Research that makes people laugh and then think” (“La investigación que hace a la gente reír y luego pensar”). La entrega de estos premios que se suele realizar a mediados de septiembre y ya llevan 25 años de vida, desde 1991. La guinda del pastel de estos premios, es que los premios son entregados por galardonados con el Nobel.

Y ahora sí que sí, descubramos a algunos de estos «iluminados» de la comunidad científica. Ladies and Gentlemen (damas y caballeros), vayan tomando asiento, la ceremonia de entrega de premios va a comenzar. And the winners are… (los ganadores son):

Ig Nobel de medicina por el estudio: Scrotal Asymmetry in Man and in Ancient Sculpture.

En 2002, Chris McManus recibió este premio por poner fin a una discusión de cojones, digo… sobre cojones. Os cuento la historia.

Resulta que Winckelmann, un arqueólogo e historiador del siglo XVIII, se dedicó a mirar y estudiar el escroto de más de 100 esculturas clásicas y comprobó que el testículo izquierdo se representa más abajo que el derecho. Para que nos entendamos todos: el huevo izquierdo sería el más colgandero. ¿Qué sacó en claro de toda esta observación? Que el izquierdo debía pesar más que el derecho y que por eso se representaba así. Una conclusión bastante lógica, ¿no? Si pesa más, pues colgará más. Pues parece ser que no.

Bastantes años después, los señores Mittwoch y Kirk, que también se dieron cuenta de esta asimetría, decidieron hacer estudios sobre ello. Después de pesar los testículos de varios cadáveres, sus conclusiones fueron que el testículo derecho, efectivamente, se encuentra más arriba que el izquierdo, a pesar de tener más volumen y pesar más que el izquierdo. Es decir, confirmaron las observaciones de Winckelmann, pero contradijeron sus conclusiones.

Y aquí es cuando llega nuestro amigo McManus para poner fin a esta polémica de cojones. McManus lo que hizo fue ratificar los estudios de Mittwoch y Kirk y explicó que el error de Winckelmann podía deberse a las teorías antiguas que mantenían que la derecha se asociaba al hombre, a lo masculino, a una posición superior, mientras que la izquierda se relacionaba con la mujer, con lo femenino, a una situación inferior.

¿Cómo llegó a esta conclusión? Pues ni idea, para mí que se la sacó del mismo escroto. Lo que sí sé es que a partir de ahora, seguro que os fijáis más en el escroto de las esculturas.

Ig Nobel de aviación por el descubrimiento de que la Viagra reduce el jet lag de los hámsters.

Año 2007, Patricia Verónica Agostino y Diego Golombek recibieron este Ig Nobel por este descubrimiento que cambió (o no) la vida de cientos y cientos de hámsters.

Su estudio se titulaba: Sildenafil Accelerates Reentrainment of Circadian Rhythms After Advancing Light Schedules, algo así como que el sildenafil reduce el ritmo circadiano después de avanzar usos horarios de luz. Esto del sildenafil os puede sonar a chino, pero si os digo que es el principio activo de la famosa pastillita azul, la Viagra, que los ritmos circadianos son lo que conocemos como reloj biológico y que este reloj es lo que se nos desajusta al realizar largos viajes que implican husos horarios diferentes, ya vamos atando cabos, ¿verdad?

Pues básicamente lo que se concluyó en este estudio es que el sildenafil disminuye ese tiempo de adaptación necesario para reajustar el reloj biológico de los hámsters y el cambio ambiental día/noche. Y no, no se comenta nada del efecto del sildenafil en las erecciones de los hámsters, por si alguna mente calenturienta se lo está preguntando. Siempre os quedará la duda.