El Ius osculi, el derecho al beso, era una ley romana que establecía que el marido tenía derecho a besar en la boca a su mujer para comprobar que en su ausencia ella no…
A) Le había sido infiel.
B) Había comido ajo.
C) Había bebido vino.
¿La solución? Sigue leyendo…
¡Hola cariño, ya estoy en casa! ¿Dónde está mi besito? Mmmm, así me gusta, 0,0 alcohol.
Pues sí, Ius osculi era una ley que establecía que el marido, pero también los familiares cercanos (padre, hermanos) tenían derecho a besar a la esposa en la boca para comprobar que no hubiera bebido vino. Vamos, que era un control de alcoholemia de andar por casa.
Y es que mucho amor a Baco pero si eras mujer el vino ni olerlo, salvo por prescripción médica. Bueno, y si eras una mujer respetable (honestae), porque si eras una prostituta o probrosae, te consideraban tan descarriada que a nadie le importaba si ahogabas tus penas en vino o en agua.
Las mujeres respetables tenían prohibido el consumo de alcohol porque se consideraba el principio de todos los males. Principalmente del adulterio.
Según un estudio de la URHM, Universidad de sus Romanísimos Huevos Morenos, el consumo de alcohol aumentaba las posibilidades de que la mujer cometiese adulterio.
A ver, que si estás en mitad de una bacanal no te digo yo que la cosa no se desmadre, pero si estás en tu casa y te apetece tomarte una copita… de ahí a follarte a todo y todos los que llamen a tu puerta hay un paso.
Ius osculi, el alcoholímetro casero
Así que en un acto de confianza sin igual, se sacaron de la manga la obligación de que la mujer besara al marido o en ausencia de este a un familiar cercano (padre, hermano) toooooooodos los días para comprobar que todo estaba «en orden».
Ley que, por cierto, se supone que entró en vigor desde el principio de los tiempos. Por lo menos de los tiempos romanos, porque la implantó el mismísimo Rómulo, el considerado como fundador de Roma.
¿Qué pasaba si no se daba 0,0? Pues que la mujer podía ser multada, repudiada, recibir una paliza o ser encerrada.
El juez Gneo Domicio sentenció que una mujer había bebido-sin saberlo su marido- más vino del necesario para su salud, y le puso como multa su dote.
Plinio el viejo. Historia natural. libro xiv. pág 226.
Por suerte, con el paso del tiempo, esta ley/obligación marital se fue perdiendo y las mujeres pudieron beber vino y besar a su marido, simplemente, cuando les apeteciese.
Qualunque donna sia smodatamente avida di vino chiude la porta alla virtù e la apre ai vizi
Por último, os dejo este ejemplo de aplicación de ius osculi y de lo mal que llevaban los romanos que sus mujeres bebieran:
… la de Egnacio Mecenio tuvo una causa mucho más leve, ya que mató a palos a su mujer por haber bebido vino.
Además, este castigo no sólo no provocó una acusación, sino ni siquiera un reproche, porque todos pensaban que ella había pagado de un modo ejemplar la violación de la sobriedad. Y es cierto que toda mujer que se aficiona en demasía al vino, cierra sus puertas a todas las virtudes y se las abre a los vicios.
valerio máximo. hechos y dichos memorables. Libro vi. pág 424.
Atribuciones:
La foto de portada pertenece a Rodrigo Olivera y se reproduce bajo licencia Creative Commons CC BY 2.0.
Fuentes:
- Sanz, Javier.Los inventos de los antiguos.
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