Queridos hermanos y hermanas, estamos hoy aquí reunidos para hablar de Octaviano. ¡Ah! Que no os dice nada ese nombre. Ya… eso puede ser porque pasó a la historia como el Papa Juan XII. ¿Y por qué voy a contar la historia de este señor? Porque también se le conoce como el Papa fornicario. ¿A que esto ya os interesa más? Pues si os pica mucho, mucho la curiosidad, os animo a seguir leyendo.
Porque lo estabais pidiendo a gritos (más quisiera yo), retomamos la sección de Sexo Divino con un Papa que no ha pasado a la historia precisamente por tener una vida decorosa. Vamos a hablar del Papa Juan XII. El Papa número 130 de la Iglesia católica que calentó el trono de San Pedro desde el 955, hasta que le asesinaron en 964. El conocido como el Papa fornicario.
Octaviano
Octaviano, así fue como le llamó su padre, Alberico II de Spoleto, príncipe y senador romano. De su madre poco se sabe, pero Octaviano fue nieto de la pornocracia por parte de padre. La pornocracia o el gobierno de las cortesanas, es un término que se acuñó en el siglo XVI para referirse a un periodo en el que el papado estaba bajo la influencia de dos mujeres: Teodora la Mayor, esposa del cónsul y senador romano Teofilacto I, y la hija de ambos, Marozia. De hecho, a Marozia también se la conoce como la Papisa.
Durante la pornocracia, estas dos mujeres sentaron y levantaron del trono de San Pedro a quien les dio la gana. Para ser más concretos, durante los casi sesenta años en que manejaron los hilos papales, colocaron a doce pontífices diferentes. Se considera que esta etapa terminó en el 964 con la muerte de nuestro protagonista, nieto de Maroiza. Aunque nuestro protagonista no acabó en el trono papal por su abuela, que por aquel entonces se estaba pudriendo en la cárcel. Acabó siendo Papa por su padre, Alberico, el mismo que, por cierto, encarceló a su propia madre, a Marozia.
Alberico II, antes de morir, reunió a los mandamases romanos, dícese a la nobleza y el clero, y les hizo prometer que a su muerte nombrarían pontífice a su hijo Octaviano. Y así se hizo, Octaviano, renombrado como Juan XII, fue nombrado Papa en diciembre del 955.
Juan XII
Alberico II, más allá de dejar bien colocado a su hijo, lo que quería era unificar el poder civil y/o político, el llamado poder temporal, y el poder religioso, el espiritual, en la misma persona. Idea que, sobre el papel, estaba muy bien porque se aseguraba el poder absoluto pero, que en la práctica, pues… en este caso salió un poco de aquella manera. Pero es lo que pasa cuando le das tanto poder a un chavalín de dieciocho añitos recién cumplidos.
¿Cuáles suelen ser las prioridades de un chaval de dieciocho años? ¿Intentar llevar una vida regia? ¿Ser ejemplo de rectitud para la sociedad? Pues más bien, todo lo contrario. Normalmente, siempre hay excepciones, cuando somos jóvenes lo que queremos es fiesta y folleteo. Y cuando tienes poder y pasta, pues ancha es Castilla. Que fue lo que le ocurrió a nuestro reconvertido Juan XII.
Aunque Alberico le educó para ser un gran señor, heredaría de su padre el título de Senador y Príncipe de todos los romanos, al reconvertirse en Papa parece que sufrió una pequeña amnesia selectiva y todas esas lecciones, lamentablemente, se le olvidaron.
La leyenda negra de Juan XII
¡Ufff! Por dónde empiezo… Para ir abriendo boca, se decía, se contaba, se remoreaba que el Palacio de Letrán, más que su residencia papal, parecía su burdel particular en el que daba rienda suelta a sus pasiones con su harén. A tal punto llegaba su leyenda negra, que se recomendaba a las mujeres que no acudieran a la Basílica de San Juan de Letrán por si eran fichadas (léase violadas) por el Papa.
Y ahora, como plato principal, os dejo la descripción que se hace de él en Los Papas y el Sexo. Libro de Eric Frattini del que ya os hablé en la sección de libros del blog:
Bisexual insaciable, le gustaba rodearse de jóvenes nobles de ambos sexos a los que obligaba a tener relaciones sexuales a la vista de todos; disfrutaba de observar cómo bestias, perros o burros acometían a jóvenes prostitutas traídas al Laterano para tal menester; organizó con dinero de la tesorería papal, un burdel en pleno palacio Laterano; malversó los fondos de San Pedro; disfrutaba realizando bromas de mal gusto, como ordenar obispos a niños de diez o doce años con los que luego cometía todo tipo de actos sexuales; regalaba cálices de oro a sus amantes; y mantenía una cuadra de un millar de caballos a los que alimentaba con almendras e higos bañados en vino. Los ciudadanos de Roma comenzaron a quejarse de que el Lateranense se había convertido en un lugar de sexo, escarnio, incesto y violación. Juan XII llegó a cometer incesto con su propia hermanastra de catorce años, con la que convivía en el Laterano. También se quejaban de que las mujeres que peregrinaban a los lugares santos y sagrados ya no asistían debido a la lujuria promiscua e incontrolada de sus religiosos.
Juicio a Juan XII
¿Qué os parece? Menudo figura el chaval, ¿eh? Una joyita de Papa, vaya. Algo así debió de pensar también al emperador Otón I. Y es que a Otón I que fue coronado emperador por el mismo Papa, no le gustaba nada de nada su estilo de vida e incluso le llegó a mandar una carta recriminándole su actitud:
Tanto el clero como los laicos, acusan a su santidad de homicidio, perjurio, sacrilegio, incesto con parientes, y de haber invocado a un Dios pagano, a Júpiter, a Venus y a otros demonios.
A la cual Juan XII le respondió, un poco gallito, soltándole algo así como que él, por aquello de ser Papa, estaba por encima del bien y del mal y que el único que podía juzgarle era Dios. Respuesta que fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de Otón I, el cual, en Noviembre del 963, le llevó a juicio bajo la acusación de sacrilegio, simonía (compra o venta de lo espiritual por bienes materiales), perjurio, asesinato, adulterio, e incesto.
¿Cómo respondió Juan XII a estas acusaciones? De una manera muy madura. Excomulgando a Otón I y al resto de los participantes en este juicio.
Pero esta bravuconada quedó en eso, en una mera fantochada y él, a pesar de su ausencia durante el juicio, fue declarado culpable de incesto, adulterio y asesinato.
Con esta sentencia, Juan XII fue depuesto de su cargo y a petición del emperador, el jefe de los notarios de la cancillería pontificia, León, fue nombrado como el Papa León VIII.
Últimos días de Juan XII
El problema es que León era seglar (no era sacerdote) y que el Papa fuese seglar, pues no lo llevaban muy bien los clérigos y los ciudadanos romanos. Que fuese un inmoral como Juan, se ve que tenía un pase, pero que fuese seglar eran palabras mayores… Por ello, tras un par de revueltas en las que León VIII terminó huyendo de Roma, Juan aprovechó la ocasión para volver a sentarse en el trono de San Pedro.
¿Pensáis que al retomar el poder fue piadoso con sus adversarios? Noooooooo. Lo primero que hizo fue excomulgar a León VIII y a todos los que le elegieron en su día. Y bueno, eso dentro de lo malo, era esperable. El muchacho excomulgaba por encima de sus posibilidades. El problema es que no contento con eso, se ensañó con los clérigos que apoyaron a León VIII. Así nos lo cuenta de nuevo Eric en su libro:
Azotó hasta la muerte a nueve clérigos; a otros tres les cortó las manos; a otro, los dedos de su mano derecha y a tres más, la nariz, la lengua y las orejas.
Muerte de Juan XII
El emperador Otón I iba a tomar de nuevo cartas en el asunto, cuando el 14 de mayo del 964 fue asesinado nuestro Papa.
¿Cómo fue asesinado os preguntaréis? ¿Tal vez envenenado por alguno de sus enemigos? ¿Quizá fue víctima, como tantos otros Papas, de las intrigas eclesiásticas? Pues no, nada más lejos. Fue asesinado de un mazazo en la cabeza. En concreto, del que le arreó un marido cornudo cuando le pilló en plena acción con su esposa.
Juan XII hizo gala de su sobrenombre hasta el mismo día de su muerte. ¿No os parece?
Fuentes:
Carla Mila dice
Caramba con el supuesto Papa. Y encima tenía la indecencia de excomulgar a los demás! Qué cinismo!
Un buen artículo para empezar la semana! Como nos tienes acostumbradas.
Gracias!
Saludos
Maryasexora dice
Supuestos Papas como dices, ha habido unos cuantos a lo largo de la historia. Juan XII sólo es un ejemplo de ellos.
Gracias por tu visita y tus palabras.
Feliz semana.
Besicos.
David Rubio Sánchez dice
¡Menudo personaje, je, je, je! Se echaba de menos esta sección. Un abrazo, Mary
Maryasexora dice
¿Has visto? Por eso pensé que sería interesante traerle a esta sección.
Gracias por tu visita.
Besicos.
Ester Álvarez G. dice
Pues si, toda una joyita! O_O
Gracias por hablarnos de él 😉
Maryasexora dice
Gracias a ti por pasarte a leerlo.
Besicos.