El emperador Yung-Lo nombró patrón honorífico de los eunucos a su general Kang Ping tras demostrarle su lealtad autocastrándose…
No hay mal que por bien no venga. Imagino que algo así debió de pensar nuestro Ilustre del sexo antes de tomar tal radical decisión. Y es que el pobre, viendo que podía perder la vida, prefirió perder «tan solo» una parte de su ser.
Como poco o nada se sabe de la vida de Kang Ping, salvo la anécdota de su lealtad al emperador, pasamos a contar directamente este suceso.
General Kang Ping
Kang Ping, o Gang Ping, fue un general al servicio del emperador Yung-Lo también conocido como Yongle, el tercer emperador de la dinastía Ming.
Como Ping tuvo cierto éxito en un par de batallas, el emperador le tenía bastante aprecio y de vez en cuando le convocaba en palacio para participar en la toma de decisiones importantes. Pero esta confianza que el emperador depositaba en Ping no era demasiado bien vista por alguno de sus ministros.
Si le tenían un poco atravesado no era porque Ping no fuera leal al emperador o no mirase por el bien de la dinastía, era simplemente por envidia pura y dura. Pensad que aquello debía de ser un nido de víboras y el objetivo último era convertirse en la mano derecha del emperador. Si por el camino había que pisar cuellos o decapitarlos, pues…
Así que cuando Yongle se tuvo que ausentar de la Ciudad Prohibida y le encargó a Kang Ping que cuidara de su palacio (entiendo que esto es un eufemismo de harén) se sintió muy orgulloso por la confianza depositada en él. Pero también sabía que era un marrón de dimensiones épicas.
Cortar por lo sano
Ping no era tonto y se olía que esta podía ser la ocasión perfecta para que sus detractores se la liaran, decidió cortar por lo sano cualquier posible jugarreta. Y vaya que si cortó. Decidió que lo mejor que podía hacer era castrarse.
Aunque pueda sonar mal, fue la mejor decisión que pudo tomar porque en cuanto el emperador regresó y entró por las puertas, le fueron con el cuento de que Ping había hecho uso ilícito del harén.
Pues no será con lo que tengo aquí colgado. Bueno, no creo que estas fueran sus palabras exactas, pero sí que demostró (y mostró) que él había sido leal al emperador.
Yongle, conmovido por la abnegación de su general, nombró a Kang Ping jefe de los eunucos. Pero no contento con eso, cuando murió Ping, le deificó e hizo construir un templo como protector de los eunucos a las afueras de Beijing. También cedió unos terrenos alrededor del templo para convertirlo en hospital y cementerio para eunucos.
El «templo del patrón de los eunucos» sigue estando en pie aunque hoy se le conoce como el Cementerio Revolucionario de Babaoshan. Un lugar de descanso eterno para los héroes revolucionarios de más alto rango, pero dudo que ninguno sea capaz de repetir la hazaña de nuestro ilustre.
Atribuciones:
La foto de portada es un retrato del emperador Yongle de autor desconocido y con licencia de dominio público.
Fuentes:
- https://baike.baidu.hk
- Javier Sanz. Nunca me aprendí la lista de los Reyes Godos.
- Carter Stent. Chinese Eunuchs.
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