Sí, por si os lo estáis preguntando, Kellogg es el señor de los cereales. ¿Y qué pinta el creador de unos cereales en un blog de sexualidad? La explicación es muy sencilla. El señor John Harvey Kellogg creó los mundialmente conocidos Corn Flakes como parte de su cruzada contra la masturbación.
John Harvey Kellogg nació el 26 de febrero de 1852 en Tyrone, Nueva York. Cuando tenía 8 años, la familia se trasladó a Battle Creek, Míchigan, porque su padre, John Preston Kellogg, había fundado allí una fábrica de escobas. Moriría en esa misma ciudad el 14 de diciembre de 1943.
La verdad es que su infancia fue de lo más insulsa, como sus cereales (¡uy! que ataque más gratuito). Trabajó en la fábrica de escobas de su padre, estudió en un colegio público y, posteriormente, estudió en la Universidad de Medicina de New York (New York University Medical College), donde se licenció en 1875. Cuatro años más tarde, en 1879, se casó con Ella Ervilla Eaton.
Hasta aquí, como podéis ver, una historia de lo más normal: un chico nacido en el seno de una familia humilde que consigue licenciarse en medicina y que se casa a los pocos años de terminar la carrera. Entonces, ¿cuándo empieza la chicha? ¿Dónde está lo excepcional de esta historia? ¿Por qué le dedico un post? Pues, para empezar, porque nunca mantuvo relaciones sexuales con su mujer. ¿Por qué? Por convinción, por seguir sus principios. Y es que el doctor Kellogg era un hombre extremadamente religioso.
Cuando era un niño, los padres de nuestro protagonista abrazaron los preceptos de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, por lo que se crió bajo los principios de esta religión (para algunos considerada como secta) protestante. Entre otras creencias, lo que dice esta religión es que Dios nos ha dado el don de la vida y de la salud. Nosotros, para agradecerle esos dones otorgados, debemos cuidarnos y llevar una vida sana y una dieta equilibrada. Eso es lo que, más o menos, he entendido yo al fisgonear en la web oficial de esta Iglesia. Es más, en el apartado de creencias de dicha web, se especifica que hay que realizar ejercicio, evitar sustancias como el alcohol y el tabaco y realizar una dieta vegetariana.
Kellogg creció con estas ideas y para él, el sexo era perjudicial para el bienestar físico y, por lo tanto, impedía poder llevar esa vida sana. Que se llevaba mal con el sexo no es ningún secreto, él mismo confesó que nunca mantuvo relaciones sexuales con su mujer y que vivieron en camas e incluso casas separadas. Tuvieron unos cuantos hijos, eso sí, pero todos adoptados. Es más, dicen las malas lenguas que la noche de bodas se la pasó escribiendo uno de esos «fantásticos» libros antisexo que publicó. Sinceramente, creo que eso es más leyenda que realidad, aunque tampoco pondría la mano en el fuego…
Si el sexo, en general, lo llevaba bastante mal, de la masturbación, en particular, ya ni hablamos. Para que os hagáis una idea de hasta qué punto llegaba su aversión, la llegó a llamar auto-abuso y auto-contaminación. De hecho, en su libro Plain Facts for Old and Young (Datos claros para ancianos y jóvenes) indica que la masturbación es la causante de: dolores de cabeza, epilepsia, indigestiones, palpitaciones, dolor de garganta (¿dolor de garganta?), etc, etc, etc… vamos, el causante de todos los males, vaya. Por si alguien siente curiosidad o, simplemente, quiere echarle un vistazo a este libro, podéis encontrarlo en Amazon. Eso sí, está en inglés.
Bueno, puestos ya un poco en situación, continuemos con la historia. Al poco de terminar la carrera, en 1876, fue nombrado director del sanatorio de Battle Creek de Míchigan. Este centro se llamaba en un principio Western Health Reform Institute, algo así como Instituto de Reforma de la Salud. Fue Kellogg quien cambió el nombre por Battle Creek Sanitarium, porque el objetivo del centro era que la gente aprendiera a mantener una vida saludable a base de ejercicio y alimentación equilibrada.
¿No os sorprende que tan sólo un año después de graduarse en medicina, le hicieron director de un centro de rehabilitación? Pues a mí sí, qué queréis que os diga, seré muy mal pensada. Recién licenciado, sin experiencia y de buenas a primeras… ¿director médico de un centro? ¿Así? ¿Sin más? Mucha suerte, ¿no? Pero claro, todo tiene su explicación.
Como he dicho, cuando era niño, sus padres se unieron a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Por aquella época, esta Iglesia se hizo fuerte en la ciudad de Battle Creek, donde, si recordáis, la familia Kellogg se mudó. Tanta influencia tenían que, viendo el potencial del pequeño John, dos de sus integrantes fueron los que le aconsejaron estudiar medicina. El objetivo era claro: conseguir médicos que promovieran este ideal de vida y dieta saludable adventista.
Hay que reconocer que le calaron bastante bien porque, mientras estudiaba medicina, Kellogg ya comenzó a editar y a escribir en el boletín The Adventist’s Health Reformer (¿El Reformador de la Salud Adventista?). Él utilizó este medio para promover su visión de la salud. Visión que, como os podéis imaginar, se ajustaba perfectamente a lo que decía su Iglesia adventista. Iglesia que, en 1866, abrió su primer centro de retiro de la salud. ¿A qué no adivináis cuál? Pues sí, efectivamente, ellos abrieron el Western Health Reform Institute. ¿Cómo os habéis quedado?
Ya fuera conspiración adventista, enchufe o flor en el culo (suerte), el doctor Kellogg fue el director del Sanatorio Battle Creek desde 1875 hasta que murió en 1943. Durante esos años amplió y mejoró las instalaciones, siempre bajo los principios saludables de la Iglesia. Se construyeron piscinas cubiertas y al aire libre, pista de tenis, salar de billar, huertos, granjas… Cogió bastante fama y por allí pasaron personajes famosos como, por ejemplo, Henry Ford.
Corn Flakes de Kellogg’s
Sí, ya, por fin llegamos a los cereales.
En el sanatorio Battle Creek todo era ejercicio y comida sana. Dentro de esa comida sana, destacaba el desayuno. Mientras de puertas para fuera del sanatorio, la gente de bien desayunaba huevos y carne, el doctor Kellogg ideó un desayuno sano y sencillo que siguiera los preceptos adventistas. Un desayuno a base de copos de avena y maíz que ayudaban a desminuir el impulso y el deseo sexual. ¿De dónde se sacó esta teoría? Pues ni idea. Pero estos copos no hacían mal a nadie, con leche estaban bastante pasables y, en consecuencia, su fama de «purificadores» se extendió e hizo que este desayuno se hiciera reconocido.
En 1897 fundó con su hermano, Will Keith Kellogg, la compañía Sanitas Food Company para producir, comercializar y difundir estos cereales. Pero el idilio duró poco, en 1906 la empresa se disolvió. ¿El motivo de la separación? Una bronca entre hermanos. Will tuvo la idea de añadir azúcar a los copos por aquello de que estaban mejor y, por tanto, se venderían más. A John no le hizo ninguna gracia aquello porque él consideraba que el azúcar no era saludable. Por esta postura irreconcilieble, los hermanos se pelearon y no se volvieron a hablar. Will fundó The Battle Creek Toasted Corn Flake Company, la conocida hoy en día como Kellogg’s, y John The Battle Creek Food Company.
Y hasta aquí el Ilustre de hoy. ¿Qué os ha parecido?
Ya, por último, sólo me queda haceros una pregunta: ¿vosotros sois más de Kellogg’s o de masturbaros?
P.d.: Yo desayuno galletas de chocolate.
Fuentes:
No compro la marca, pero debe tener algo que resta la libido.
¿Por qué no se dedican a vender cereales y ya está?
Ainss con estos redentores de pacotilla, si creyeran que por esto íbamos a ir a su infierno….
En fin, Felicidades, excelente artículo, como siempre.
Gracias una vez más por compartir.
Saludos y feliz semana
Bueno, el origen de estos cereales era la lucha contra la masturbación, dudo mucho que esta idea siga formando parte de su filosofía comercial. De todas formas, yo soy más de galletas con chocolate.
Gracias por la visita, como siempre.
Besico
¿Qué decir? Sin duda soy más de masturbarme, jajaja, no creo que hubiera ninguna duda. Hay que ver qué de gente interesante y relacionada con el sexo hay, por más que no comulgue con sus ideas, por supuesto. Muy convencida tendría que estar también la mujer para aceptar una vida así, qué triste…
Para gustos, colores, no? Pero seguro que estos sería todos en escala de grises, jajaja. Besotes.
A mí me pareció una historia interesante, todo el mundo conoce sus cereales, pero pocos saben el origen de los mismo fue una cruzada contra la masturbación.
Aquí no lo he contado, pero al final la mujer le acabó dejando, algo bastante lógico viendo la vida que llevaba.
Besicos
Muy interesante. ¿Alguna pista de por qué Mr. Kellog consideraba que los cereales irían bien para evitar la masturbación? ¿Por la composición? ¿Por los hidratos? ¿Porque le dio por ahí? Un beso!
¡Uy! ¡Qué ilusión verte por aquí!
Pues a mí me da que simplemente le dio por ahí.
«Entiendo» la idea de llevar una vida sana, sencilla y pulcra, lo cual implica abstenerse a la hora de consumir alimentos impuros y realizar actos impuros con nuestro cuerpo. Intentando hilar muy fino, imagino que no hay nada más sano, sencillo y natural que comer copos de maíz y que, por tanto, este alimento ayuda a purificar la mente y el cuerpo, no como el impio desayuno de la gente de bien de la época a base de carne y huevos.
Besicos.
Por supuesto más de masturbarse y donde estén unas buenas tostadas con aceite y tomate natural, que se quiten los kellogs, jeje Que hombre más curioso…
¡Oh! Es verdad, me olvidaba del pan con tomate y aceite. ¡Ummm! ¡qué rico! Pues mira, ahora que lo pienso, este desayuno también podría entrar en sus cánones. No hay nada más natural y sano que pan, aceite y tomate.
Estoy contigo, donde se ponga una buena tostada que se quiten los cereales.
Gracias por la visita y el comentario.
Besicos
Me ha encantado este post, voy a colgarlo por ahí. El mundo tiene que saber que si desayunas esto y luego te haces una paja eres un cínico y un hopórita. ¿Sabes, ya que hablas de curiosidades, que hay una estrecha relación entre las sociedades sexualmente restrictivas y las autocracias?
Bueno, el origen de estos cereales es este, pero los Corn Flakes que han llegado hasta nuestros días son los de la empresa que fundó su hermano cuando ambos se separaron.
Nunca había pensado en esa relación, iré indagando para ver que encuentro…
Gracias por la visita.
Besicos.
Ahora entiendo por qué tengo migrañas y a menudo me duele la garganta… ya decía yo. Qué cosas, qué obsesiones coge la gente. Ahora habrá que pensarse cuando vayamos a comer qué impulso ese alimento jaja. Muy interesante Mary, fantástico.
Un besote!
Si es que no os cuidáis como Dios manda y luego os pasa lo que os pasa, jajaja.
¡Más culto al cuerpo y menos emancillarlo! ¡Uy! creo que he pasado mucho tiempo en la web de la Iglesia…
Besico
..no se que decir,
¿No nos puedes ayudar un poquito?
Al tío de la foto ¿No le gustaba masturbarse, o no le gustaba que lo hicieran los/as, suyas… ?
Deberíamos profundizar más en este personaje antes de despellejarlo.
Dame ideas mientra preparo la salita.
Kissss y Kissss
Al señor de la foto ni le gustaba masturbarse, ni le gustaba que los demás se masturbaran. Era un poco como el perro del hortelano, ni comía ni dejaba comer.
¿Despellejarle? No le he despellejado mucho, la verdad. Si quieres profundizar en su pensamiento, te animo a que te leas alguno de sus libros y le descubras mejor.
Besicos.
Por eso están tan sosos sus cereales!!!!
Pues eso que la versión que nos ha llegado es la de su hermano, la edulcorada, los que tienen azúcar. No quiero ni pensar en el sabor que tendrían que tener sin nada de azúcar…
Besicos
A mí con todo esto me surge una duda… hace poco leí un post en Reddit de un chico que se puso fatal siendo adolescente y lo tuvieron que ingresar y todo, básicamente, por no masturbarse. Por lo visto se le acumuló el esperma al no sacarlo de forma natural. Y me pregunto si era un caso aislado o si un hombre que no tiene ningún tipo de relación sexual va a acabar teniendo siempre ese problema. Dicho esto, no os arriesguéis, niños, acumular nunca es bueno.
Hola!
Creo que se trata más bien de un caso aislado porque para evitar justo ese cúmulo de esperma la naturaleza, en su infinita sabiduría, creó las poluciones nocturnas. Con esas eyaculaciones involuntarias nocturnas el organismo autorregula ese «mejunje» hormonal que es la adolescencia y ayuda a expulsar el semen que se pueda acumular por la falta de actividad/exploración sexual.
Y dicho esto, como tú bien dices, acumular nunca es bueno.
Gracias por la visita!
Besicos.