Ante la amplísima gama de bolas chinas que podemos encontrar en el mercado: de pesos intercambiables, con apps de entrenamiento, con una o dos esferas, con/sin vibración… Siempre surge la misma duda: ¿cuál elijo?
Bien, pues primero vamos a ver qué pueden hacer las bolas chinas por nuestro suelo pélvico y, luego, en qué tenemos que fijarnos si nos animamos a comprarlas.
¿Qué son las bolas chinas?
Por lo general, suelen ser dos esferas, aunque también hay modelos de una sóla, de unos 3-4 cm de diámetro, unidas por un cordón. En su interior contienen otra bola más pequeña que, con el movimiento, choca/vibra con las paredes vaginales provocando contracciones involuntarias de los músculos para evitar que se salgan.
¿Qué no son?
Aunque hubo un tiempo en el que se vendían como un juguete erótico, las bolas chinas no son un juguete.
Bueno, vamos a ver. Que cada cual puede utilizar las cosas como le salga de sus mismísimos genitales externos.
Me explico, ¿puedo utilizar la silla del comedor como escalera? Por poder, puedo. ¿Es lo más indicado o correcto? No.
Pues con las bolas chinas lo mismo. ¿Se pueden introducir como parte del juego erótico? Se pueden introducir perfectamente, no hay ninguna contraindicación. Pero su objetivo no es proporcionar placer sexual. Aunque, eso sí, nos pueden ayudar a mejorar nuestra vida sexual.
Ahora bien, las bolas chinas no son la panacea
Aunque las bolas chinas nos ayudan a:
- Tonificar y/o fortalecer nuestro suelo pélvico.
- Mejorar nuestra lubricación natural.
- Aumentar la irrigación sanguínea.
- Prevenir posibles problemas de incontinencia urinaria.
- En la recuperación del tono muscular postparto.
No sirven para todos los casos. Por ejemplo, no están indicadas en casos de hipotonía porque el suelo pélvico está muy debilitado y no se van a mantener, lo que puede provocar frustración.
Tampoco se recomiendan cuando tenemos hipertonía porque nuestro suelo pélvico ya está sufriendo bastante tensión como para cargarle con más.
Pero los orgasmos sí…
¿Sabes algo que siempre le va a ir bien a tu suelo pélvico? Los orgasmos.
Durante el orgasmo se desencadenan una serie de contracciones involuntarias de los músculos de nuestro suelo pélvico, útero y zona anal que le convierten en el ejercicio más placentero y satisfactorio que conozco.
Por eso, aunque las bolas chinas son las grandes aliadas de nuestro suelo pélvico, tampoco infravaloremos lo que nuestros vibradores y/o dildos pueden hacer por nosotras.
A la hora de comprar bolas chinas, ¿por dónde empiezo?
Por donde diga tu ginecólogo/a o especialista.
Así de claro. Si tu ginecólogo/a te ha recomendado que las uses, compralas. Pero no compres cualquiera, compra las que te indique. Pregunta todo lo que necesites: peso, tamaño, una o dos esferas… no te quedes con las dudas y sigue sus indicaciones.
Ahora bien, si no te las han recomendado pero quieres ejercitar tu suelo pélvico para tonificarlo, estos son algunos factores a tener en cuenta a la hora de adquirir unas bolas chinas.
Material
Para mí es lo más importante a tener en cuenta. Que estén elaboradas en silicona médica u otro material hipoalergénico.
Mi consejo es que evites materiales porosos y/o modelos cuyo cordón de extracción sea de hilo porque son menos higiénicos y eso a las bacterias les gusta mucho.
Y ya puestos a pedir, mejor que la estructura de la bola sea de una sola pieza para facilitar su extracción.
¿Una o dos esferas?
Como decía al principio, por lo general, son dos. Pero las de una sóla esfera nos sirven perfectamente para empezar.
¿Redondas u ovaladas?
Las ovaladas suelen ser más fáciles de introducir. Pero ya sean ovaladas o redondas, ayudarnos de un lubricante de base acuosa siempre nos vendrá bien.
¿Cuánto peso?
Tonificar el suelo pélvico no deja de ser un ejercicio. Y como tal, mi recomendación es ir de menos a más.
Siempre digo lo mismo, esto es como ir al gimnasio. El primer día que vas, no puedes pretender levantar pesas de 20 kilos. Vamos a ver, volvemos a lo de antes. Por poder, puedes. Pero no es lo más recomendable porque las probabilidades de que te hagas daño o que al día siguientes tengas agujetas hasta en las pestañas, son bastante elevadas.
En este punto, para mí, los kits de entrenamiento o las bolas de pesos intercambiables son una buena opción. Sí que es cierto que son más caros que unas bolas simples, pero también es verdad que ayudan a aumentar la vida útil de las bolas.
El peso de estos kits abarca desde los 30 gramos las más ligeras, algunos juegos van desde los 20 gramos, hasta los 60-80 gramos, e incluso más, las más pesadas.
¿Con o sin vibración? ¿Con o sin aplicación?
Estas características las he dejado para el final porque esto sí que ya va a gusto de la consumidora.
El valor añadido de los modelos que tienen vibración es que permiten usarlas sin que tú tengas que estar en movimiento.
Y las que ya disponen de hasta applicación móvil, pueden servir de entrenador personal y ayudarnos a mantener cierta rutina. Como cualquier app de entrenamiento, vaya. Con la salvedad de que en este caso, de vez en cuando, le podemos entregar el mando a nuestra pareja y hacer el entrenamiento algo más divertido.
Carla Mila dice
Nunca pasarán de moda.
Son todo un clásico.
Un artículo genial, como nos tienes acostumbradas,
Feliz semana!!!
Saludos
Carla Mila
Maryasexora dice
Muchas gracias a ti, como siempre, por tu visita.
Feliz semana!
Besicos.