LAYA III es un masajeador para estimular, acariciar y hacer palpitar cada rincón de tu cuerpo.
Contenido de LAYA III
- Masajeador externo curvado y ergonómico color lila. Disponible también en color verde.
- Cable de carga USB.
- Manual de LAYA III.
- Folleto con ideas y juegos para disfrutar de nuestra nueva adquisición.
Características técnicas
- Masajeador externo. Se puede recorrer todo el cuerpo con LAYA III, pero no introducir.
- Ligero. No pesa casi nada, menos de 100 gr., y se puede manejar perfectamente con una mano.
- Ergonómico. Se adapta a la perfección a la mano y, lo más importante, a cualquier parte del cuerpo.
- Fabricado en suave y agradable silicona de alta calidad, segura para el cuerpo, y detalle en ABS.
- Fácil e intuitivo de usar. Sólo tiene tres botones de control.
- 7 velocidades y 3 modos de vibración. Aunque yo diría más bien que son 4 modos contando con el de vibración continua que es el que se puede modificar en siete velocidades.
- Sumergible.
- Bloqueo de seguridad. Función de lo más práctica y que te evita algún que otro susto y que pocas marcas incluyen en sus juguetes. Presionando el botón menos (-) y el indicado en rojo con la palabra FUN, unos 3 segundos, se activa. Sabremos que lo hemos hecho bien cuando notemos una pequeña vibración y, lo más importante, porque al pulsar los botones se encenderán, pero no se activarán. Se desactiva con una pulsación larga del botón más (+) y el rojo de FUN.
- Función de memoria. ¿Tienes un modo favorito y quieres empezar siempre con él? Lo puedes guardar haciendo una pulsación larga (hasta que notes dos vibraciones cortas) en el botón rojo de la palabra FUN. Cuando lo enciendas, comenzará directamente en ese modo. Para desactivarlo, hay que volver a presionar el botón FUN, pero algo más tiempo, hasta que haga varias vibraciones.
- Recargable. En el manual se especifica que «el uso regular de la batería asegura su durabilidad». Así que ya sabes, a darle uso 😏.
- Vibra y palpita. Sí, sí, como lees. Además de vibrar, palpita. Todos los modos y velocidades tienen una función de vibración con golpeteo para una estimulación más profunda, intensa y satisfactoria. Como por desgracia no puedes sentir lo que quiero decir, te dejo este pequeño vídeo para que, por lo menos, lo veas.
Manual de uso y disfrute
Cargar, limpiar y lubricar
Lo primero, como siempre, comprobar que está cargado. Si la luz de LAYA III parpadea, es que le queda menos del 33% de batería.
Lo segundo, asegurarnos de que está limpio. Recuerda limpiarlo antes y después de cada uso, incluyendo la primera vez que lo estrenes. Al estar hecho de silicona es muy fácil de limpiar con un poco de jabón y agua. Para secarlo, mejor dejarlo al aire o usar una toalla que no deje muchas pelusillas o hilos. De vez en cuando, para una limpieza más profunda, podemos usar algún limpiador de juguetes.
Aunque es de uso externo, usar un poco de lubricante nunca está de más. Eso sí, que sea un lubricante de agua para no estropear la silicona del juguete.
Encender y disfrutar
Empezar a disfrutar con LAYA III es tan fácil como pulsar el botón de inicio, el rojo con la palabra FUN. Salvo que tengamos guardado un modo (si no sabes lo que te digo vuelve al apartado de características técnicas ➡️ función de memoria), siempre se inicia en el tercer nivel del modo de vibración continua.
A partir de ahí podemos jugar con los modos y velocidades a gusto de consumidora. Por cierto, otra de sus características es que podemos subir o bajar la velocidad de manera progresiva sin necesidad de estar pulsando una y otra vez los botones.
Esto puede parecer una tontería pero es bastante cómodo porque evita tener que estar pulsando, pulsando y pulsando botones para subir o bajar. Que ya sabemos que, a veces, sumergidas en el mar de sensaciones, podemos pulsar sin querer el botón que no es y aunque no es nada grave, en ocasiones, fastidia un poco. Por lo menos a mí.
Así que si dejamos apretado el botón más (+), poco a poco el vibrador irá subiendo de velocidad hasta su nivel máximo. Si queremos bajar la intensidad, pulsamos de manera continua el botón menos (-) e irá bajando la velocidad hasta el mínimo.
Cómo disfrutar de LAYA III
Recorriendo cada rincón del cuerpo. Pero si no sabes por donde empezar:
- Clítoris. ¡Por supuesto! Es un masajeador de clítoris.
- Pezones. Empieza con los niveles más bajos y ve adaptándolos en función de las sensaciones.
- Masaje en el pecho. Según la marca, ayuda a estimular la lactancia. Sobre este punto no puedo decir nada porque es algo que no puedo experimentar, aunque sí que creo que la vibración y la estimulación realmente puede ayudar. Lo que sí puedo confirmar es que va muy bien para el dolor de pecho premenstrual.
- Testículos y perineo. Porque ellos también juegan…
- A solas y en compañía.
Mi valoración de LAYA III
Placer palpitante
LAYA III es ligero, cómodo, discreto tanto en tamaño como en ruido, muy fácil de usar, muy intuitivo, agradable al tacto y potente. Pero que vibre y de toquecitos/golpecitos es lo que (para mí) le hace destacar frente a otros masajeadores externos. Es su valor añadido.
¿Tanto se nota? Sí. Que vibre y «palpite» genera una estimulación más profunda, más intensa, que la que puede provocar por sí sola la vibración. Y esto no lo digo yo sola, el esclavo informático también comparte esta opinión. De hecho, ha insistido bastante en que destaque este punto.
En cuanto a intensidad, creo que abarca un amplio rango de grados/intensidad como para poder adaptarse bien a distintas sensibilidades. Es decir, su modo más bajo creo que es bastante sutil y, por tanto, apto para aquellas personas que buscan una estimulación más suave. Y su velocidad máxima es bastante potente como para satisfacer a quienes buscan emociones fuertes. Aunque esto es solo una percepción personal.
Por último, que se pueda subir y bajar de velocidad de manera gradual sin tener que estar apretando y apretando, es otra función que me encanta. Soy bastante torpe y cuando me embarga la emoción, lo soy más. Así que más de una vez me he confundido de botón y (¡ah!) me fastidia mucho cuando eso ocurre.
En conclusión, estoy bastante convencida de que tanto a solas como en compañía, LAYA III te hará palpitar de placer.
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