Esta semana retomo la sección de los origenes de expresiones sexuales. Tras el éxito cosechado con «poner mirando a Cuenca«, voy a intentar mantener el listón igual de alto con esta nueva entrega. En esta ocasión, hablaremos del origen de «llevar al huerto».
Por si alguien lo desconoce, la expresión llevar al huerto se utiliza cuando hemos engañado a alguien, cuando le hemos convencido con ciertas artimañas para que haga algo en concreto. Normalmente, ese algo en concreto suele ser de carácter sexual. De ahí que se asocie la expresión «llevar al huerto» con «llevar a la cama».
Al igual que ocurría con «poner mirando a Cuenca», el origen de esta expresión no está claro y existen diferentes teorías. Aunque en este caso, sí que hay una que destaca por encima de las demás. La teoría literaria.
Teoría literaría de «llevar al huerto»
La obra que dio origen a esta expresión es un clásico de la literatura española: La tragicomedia de Calisto y Melibea, más conocida como La Celestina. Obra de 1499 atribuida a Fernando de Rojas. Supongo que a más de uno le suena esta obra porque era una de las lecturas obligatorias del colegio. Pero por si no os tocó leerla o no la recordáis, aquí va un pequeño resumen.
Calisto es un joven noble que un día, persiguiendo a uno de sus halcones, entra en el huerto/jardín de la joven Melibea. No recuerdo si recupera o no el halcón, pero lo que sí tengo claro es que el muchacho se enchocha, bueno, se enamora profundamente que es más fino, de Melibea. ¿Qué ocurre? Que Melibea pasa bastante de él. Tan desesperado andaba el muchacho por este amor no correspondido que contrató los servicios de una alcahueta, una persona que intercede para facilitar encuentros amorosos, para que le ayudase. En este caso, contrata a la Celestina.
La Celestina cumple su misión, a la perfección y con sus artimañas consigue que Melibea se enamore de Calisto. De esta manera, convencida Melibea de su amor por Calisto, se concierta la primera cita de la pareja en el huerto de Melibea. Es decir, con las artimañas de la Celestina, Calisto finalmente consigue llevar a Melibea al huerto.
Por si no lo sabíais, os interesa y lo queréis visitar, el huerto que describe Fernando de Rojas, supuestamente, se ubica en Salamanca. Si vais a Salamanca, incluidlo en vuestro tour de visitas. Dejando a un lado la manía que tienen hoy en día los enamorados de abandonar candados, es un jardín muy acogedor, por lo menos a mi parecer.
Teorías alternativas de llevar al huerto
Como os decía, la versión más o menos oficial del origen de esta expresión parece proceder de esta obra literaria. Pero esta explicación no es la única.
Jesús y el Huerto de los Olivos
Getsemaní, el Huerto de los Olivos, fue el lugar donde los soldados apresaron a Jesús de Nazaret. Cuenta la leyenda, perdón, quería decir el Nuevo Testamento, que Jesús tras la Última Cena se marchó a orar a este huerto. Este huerto era un lugar al que solían acudir Jesús y sus discípulos y en ese lugar fue donde se produjo la traición de Judas Iscariote. De hecho, por este relato, Judas es el sinónimo de traición por antonomasia.
Pero, ¿qué es lo que hizo Judas? Pues se llevó al Huerto de los Olivos a unos guardias para arrestar a Jesús a cambio de 30 piezas de plata. En cuanto Judas se acercó a Jesús, realizó la señal acordada con los guardias para poder identificarle y arrestarle: besarle. El famoso beso de Judas, el de la traición.
Teoría criminal de llevar al huerto
Esta teoría surge por una serie de asesinatos que se cometieron entre 1898 y 1904 en Peñaflor, Sevilla. Durante ese periodo de tiempo, dos vecinos de este pueblo, Andrés Aldije («el Francés») y José Muñoz Lopera asesinaron a seis personas.
El método era el siguiente. José Muñoz captaba a viajeros, negociantes y comerciantes con dinero en efectivo y aficionados al juego, y les proponía ir a la casa de juego que tenía «el Francés» bajo la promesa de ganar dinero fácil. La finca de «el Francés» se encontraba a las afueras del pueblo y en un huerto de su propiedad, tenía dispuestas unas mesas de juego. A través de un corredor se accedía hacia esas mesas, pero los pobres incautos nunca alcanzaban su destino. Tras recibirles el anfitrión en la puerta de la finca, hacían pasar primero a la víctima y en un punto intermedio del corredor, le golpeaban por detrás con una barra de hierro a la que denominaron «el muñeco» (quizá algún pariente lejano de Lucille), y le remataban con un martillo. Una vez que le despojaban de sus pertenencias, enterraban el cadáver en el propio huerto.
Este caso fue seguido exhaustivamente por el recién creado periódico ABC y tuvo una gran repercusión. Por culpa de este desagradable episodio, la expresión «llevar al huerto» se popularizó como nunca antes.
Tanta trascendencia tuvo esta serie de asesinatos que en 1977 se estrenó una película basada en los hechos ocurridos en Peñaflor: El huerto del francés.
Y hasta aquí el post de esta semana. ¿Qué os ha parecido? ¿Os convence alguna teoría? ¿Las conocíais? No seas tímidos y dejad vuestros comentarios.
Fuentes:
Ester dice
Muy interesante! ??? Desconocía totalmente esas teorías. Me quedo con la de la Celestina, que sí que me tocó leerla en su tiempo, jeje ? ?
Maryasexora dice
La Celestina es la opción que tiene más adeptos. Y sí, a mí también me tocó leerla, por aquel entonces no existía ni wikipedia ni resúmenes online que te ayudasen a saltarte estas lecturas. Aunque La Celestina, dentro de lo malo, no estaba mal, recuerdo lecturas peores.
Gracias por la visita.
Besico.
Ars Eroticas dice
Me han gustado mucho estas historias. La de la Celestina la conocía y la del huerto de los olivos también, pero la de los asesinatos me ha parecido muy interesante. Igual podemos hacer una mezcla con todas y hacer un remix de qué es «Llevarte al huerto» a alguien jeje.
Feliz inicio de semana!
Maryasexora dice
Bueno, con la tercera, la de los asesinatos, no me gustaría mezclarme, no quisiera llevar al huerto a nadie de esa manera, jajaja. Pero sí, me imagino que al final es un poco mezcla de todo.
De nuevo, gracias por la visita.
Besicos.
Carla Mila dice
Gracias por seguir aportando temas tan interesantes, y en esta ocasión tan curiosos.
Saludos y feliz semana!
Maryasexora dice
Gracias a ti por el interés y por ser una fiel seguidora del blog.
¡Feliz semana!
Besicos
Helena Sanchez Hernandez dice
Que interesante!!! En este momento me surge el pensamiento de echar un polvo. Creo leí en una ocasión que cuando las monjas querían visitar a los curas para un escarceo sexual ponían como excusa que iban a limpiar el polvo….
Maryasexora dice
Echar un polvo está en la lista de entregas futuras. Esa explicación que comentas, es una de otras tantas alternativas. Ya sabes que no suele haber una única teoría, pero eso lo bonito de estas expresiones.
Gracias por la visita y por animarte a dejar un comentario.
Besicos.
David Rubio dice
Un artículo delicioso, Mary. Conocía la de La Celestina. La historia del huerto del francés la había leído en algún artículo de asesinos en serie pero no lo asociaba a esta expresión. Me encanta descubrir el origen de las expresiones que se mantienen en el tiempo y en las que no solemos preguntarnos de dónde salieron. Comparto. Saludos!
Maryasexora dice
Muchas gracias David.
La teoría de La Celestina es la más conocida y la que más adeptos tiene. Creo que hipótesis de los asesinatos es la menos conocida, pero sí que puede que por esos trágicos sucesos volviera a resurgir la expresión.
Un placer tenerte por aquí.
Saludos.
Mamen Piriz García dice
Conocía las dos primeras historias e incluso el huerto de Calisto y Melibea en Salamanca. La última historia la desconocía. Siempre es buen saber de donde salen las expresiones. Un abrazo
Maryasexora dice
Bueno, ya sabes el dicho: nunca te acostarás sin saber algo nuevo, jajaja. A mí el huerto de Salamanca me gustó bastante, aunque tendré que volver a hacer alguna otra visita pronto porque casi no me acuerdo.
Saludos.
Frine dice
… post mi padre me decía
– O estudias o te llevo al güerto a cavar
– Es con h pá.
– Con «ache» de hostia, la que te voy a dar como suspendas, y búscate un novio.
.. y aquí estoy plantá en el güerto, Mary, a ver si algún Calisto me riega como en la peli de amanece que no es poco.
Kissss y Kissss
Maryasexora dice
jajajaja. Espero que aparezca pronto porque ya se acerca el calor y te puedes achicharrar esperando. Por si acaso, ve buscando una buena sombra, jajaja.
Besicos
Erika Martin dice
Hola Mary,
soy de las que se tuvo que leer La Celestina en el cole jajaja por eso, la primera teoría la conocía, que es la que más me convence. Las otras dos nunca las había escuchado.
Ansiosa estoy por leer el origen de la expresión que te ha propuesto Helena más arriba. Me ha entrado la curiosidad.
Besos
Maryasexora dice
Yo creo que unas cuantas generaciones hemos tenido que leer La Celestina y puede que eso sea lo que nos convezca como origen de la expresión. Por aquello de la nostalgia o lo ya conocido, supongo.
Jajaja, así me gusta, que estéis intrigados y entregados al blog.
Besicos.
Ranitas dice
Nosotros llevamos a la charca no al huerto xD. Cómo mola la Celestina y todos sus entresijos sexuales.
Maryasexora dice
¡Hombre! Por supuesto, no me imaginaba otra opción. Bueno, a mí La Celestina no me entusiasmó demasiado, aunque la prefiero antes que otras obras, todo sea dicho.
Besicos
Holden dice
Genial la entrada 🙂
Conocía la explicación de Calixto y Melibea que, por cierto, me pareció un coñazo total con perdón de la literatura clásica española. Me gusta aprender estas cosas 🙂
Oye, ¿ya no haces medallitas?
Maryasexora dice
A mi tanto como coñazo no, pero había otras que me superaban, como por ejemplo La colmena. Que suplicio fue leerla…
Pues tengo las medallas un poco apartadas pero me gustaría retomarlo. Tengo una colección en marcha muy chula, a la par que friki, que me está costando más de lo que pensaba. También es cierto que de estar parada he perdido algo de agilidad y habilidad. Pero bueno, no me gustaría abandonar el proyecto, sólo necesito que el día tenga más horas.
Besicos
Mirta dice
Quien no leyó la Celestina , muy interesante post!! Un abrazo
Maryasexora dice
Pocos son los que no han pasado por ese trámite escolar, jajaja.
Gracias por la visita.
Un saludo.
Mamanoleas dice
Muy instructivo, como siempre. Me encantan estos post, y lo sabes, jajajaja.
Qué bonita y confusa es a veces la riqueza del castellano… Besotes.
Maryasexora dice
Me alegro que te guste porque disfruto mucho escribiendo estos post de historia. Para que luego digan que la historia y los libros que nos hacían leer en el colegio son aburridos o no sirven para nada…
Besicos
Sofi dice
Yo que vengo de cole religioso, solo conocía la del huerto de los olivos… quien lo diría jajajaj
Y si te llevan al huerto de Cuenca??? Ahí la liamos gorda!!!!
Besitos guapa!!
Maryasexora dice
¡¡Uff!! Llevar al huerto en Cuenca ya sería un «chocho» muy grande, jajaja.
¿No os tocó leer La Celestina? Porque yo creo que esta experesión, más o menos, todo el mundo la asocia a esa novela.
Encantada de tenerte por aquí otra vez.
Besicos.
Jose Luis dice
¡Gracias por el artículo! Me lo guardo a favoritos para tenerlo presente en un futuro.
Maryasexora dice
Gracias por a ti por la visita y el comentario.
Saludos.
Elvira. dice
Curiosamente mis padres son de Peñaflor, por lo que conocía la teoría de la expresión! Recuerdo que de niña me aterrorizaba pasar por delante de la casa del Francés!
Maryasexora dice
Imagino que por allí, por la zona, este posible origen de la expresión sea bastante popular por aquellos asesinatos.
¡¡Ufff!! no me extraña, fueron unos hechos atroces…
Muchas gracias por la visita y por tu comentario.
Un saludo.