Todos hemos oído hablar de Mata Hari pero, ¿cuántos conocen a la persona que está detrás de ese seudónimo? ¿qué sabéis realmente de Margaretha Geertruida Zelle? Si queréis conocer un poco más sobre este personaje, sobre la espía más famosa de la historia, os animo a seguir leyendo.
Margaretha Geertruida Zelle nació en 1876 en Leeuwarden, Países Bajos, de ahí que su nombre y apellidos sean tan complicados de leer y ya de pronunciar no hablamos. Era hija de un sombrerero (Adam Zelle) que a la muerte de su mujer (Antje van der Meulen), se volcó en el cuidado de ella, de Margaretha. Volcarse en el cuidado de ella se puede traducir en que la niña salió un poco caprichosa y se aficionó demasiado al lujo porque el señor Adam, además de mimarla para compensar la ausencia de su mujer, parece ser que tenía ciertos aires de grandeza, lo que hizo que se ganase el apodo de «el barón».
Además de esa afición al lujo, Margaretha siempre tuvo predilección por los uniformes, pasión por la que pudo acabar como acabó pero, de momento, no adelantemos acontencimientos… Este amor por los uniformes, lo pudo materializar a los 18 añitos al casarse con el capitán Rudolf Campbell MacLeod. Historia de amor, lo que se dice de amor de película de sábado por la tarde, no parece que fuese porque se casaron sin conocerse, tras intercambiarse unas cuantas cartas por un anuncio que puso él en una página de contactos del periódico.
Tras casarse con Rudolf, se marcharon a Indonesia donde él estaba destinado, en concreto estuvieron en Java y Sumatra. Allí la familia creció y tuvieron dos hijos, Norman y Louise. Su estancia en Indonesia no fue idílica, es más, en Java sufrieron un duro revés que les cambiaría la vida a ambos, uno de sus hijos murió envenenado por uno de los sirvientes (se supone que la niñera) como venganza por el trato que esta recibía de Rudolf. Esta muerte marcó sus vidas, él empezó a beber y a pasar más tiempo en bares que en casa y ella comenzó a suplir la ausencia de su marido interesándose y conociendo mejor la cultura y artes amatorias orientales. Por este hecho tan trágico, Margaretha empezó a dejar de ser Margaretha para comenzar a convertirse en Mata Hari (Ojo del día), una bailarina exótica.
Parece ser que la leyenda de Mata Hari no se debe tanto a sus aptitudes como bailarina o a su belleza, que también ayudaría, si no por su dominio de la presa de Cleopatra. Por si alguien no lo sabe, «la presa de Cleopatra» o «el apretón de Singapur» (tiene varios nombres), es una técnica sexual oriental que muy pocas mujeres dominan. Alguno se preguntará, ¿y eso por qué? muy sencillo, porque se debe entrenar desde niña y esta técnica la suelen dominar las mujeres orientales porque en su cultura, se fortalece el suelo pélvico desde la niñez. Ahora, la pregunta es, ¿en qué consiste esta técnica? En entrenar los músculos de la vagina (músculo pubococcígeo) para poder apretar y masajear el pene con movimientos ondulantorios durante el coito lo cual, parece ser, porque yo no domino esta técnica (¡ooohhh!) y lo desconozco, provoca un placer descomunal. Ya sabéis que quien tiene el control tiene el poder y nunca se sabe hasta donde te puede llevar tener un suelo pélvico sano y fuerte:
Tras este pequeño inciso, retomemos la historia de Margaretha si os parece, luego seguís reproduciendo el vídeo las veces que queráis… Como os decía, la muerte de su hijo hizo que Rudolf se sumergiera en el alcohol y esto provocó una serie de episodios violentos, tanto es así que, al parecer, ella misma confesó que nunca enseñaba los pechos en sus actuaciones porque en un arrebato de furia de su marido, él le arrancó un pezón… Este hecho no sé hasta que punto es verdad o fruto de la rumología ya que a nuestra Margaretha le gustaba adornar un poco su vida…
Ante este panorama de alcohol y violencia, en 1902 Mata Hari volvió a Europa y se divorció, perdiendo en el juicio la custodia de su hija ante las acusaciones de «libertinaje» de su marido, se ve que el tema de arrancar pezones no salió en esa sala… El caso es que ya divociada y de vuelta a Europa, con su físico, su dotes para adornar su vida y sus conocimientos adquiridos sobre la danza india, Mata Hari empezó a hacerse un nombre, tanto es así que viajó por varias ciudades de Europa gracias a su fama de bailarina exótica y gracias a sus otras aptitudes de alcoba, tuvo numerosos romances con altos cargos políticos, hombres ricos en general y militares de alta graduación en particular, militares que serían su perdición…
Como no os quiero aburrir mucho con la parte de espías y contraespionaje, porque no es el tema principal de nuestro blog, lo voy a intentar resumir lo máximo posible. Cuando estalló la I Guerra Mundial en julio de 1914, ella estaba en Berlín y era la amante del jefe de policía de la ciudad, pero es que tiempo después, cambió al jefe de policía por un jefe de espionaje alemán (Eugen Kraemer), recordad su amor por el lujo y los uniformes… El caso es que Mata Hari puso a disposición de Kraemer su amplia «agenda de conocidos de alcoba» y se sacrificó como ella sólo sabía para sacar información a militares franceses. En 1916 Mata Hari regresó a París y ofreció sus virtudes al capitán Ladoux del espionaje y contraespionaje francés. Bueno, unos sostienen que ella se ofreció por su ambición y así poder sacar tajada de ambos bandos y otros mantienen que Ladoux ya la tenía en su punto de mira. El caso es que Ladoux no se fia de ella, la vigila, le sigue sus pasos y le tiende una trampa en la que acaba cayendo. El resultado, en febrero de 1917 es arrestada y acusada de espionaje.
En el juicio se declaró a Mata Hari culpable de espionaje. Aunque las pruebas no eran muy concluyentes, de hecho muchos investigadores están deseando que llegue el 2017, 100 años desde su ejecución, y poder desclasificar los archivos para demostrar que Mata Hari era inocente. El caso es que su amor hacia los uniformes con independencia del bando que representasen y sus mentiras, la pusieron frente a un pelotón de fusilamiento el 15 de octubre de 1917 donde hizo gala hasta el final de su coquetería presentándose allí maquillada y lanzándo un beso a los soldados que iban a fusilarla.
Como nadie reclamó su cuerpo, su cabeza fue embalsamada y llevada al museo de Anatomía Patalógica y Teratología de París (Musée Dupuytren) de donde ha desaparecido misteriosamente. La noticia de esta desaparición la podéis leer en este artículo del 2000 del New York Post.
Para intentar remontar un poco este bajón de final, aunque entiendo que todo el mundo sabía que Mata Hari está muerta… os animo a ver este corte de la película Las aventuras de Priscilla, reina del desierto, donde podéis volver a comprobar las maravillas que se pueden hacer con un poco de entrenamiento:
Espía o no… parece que Mata Hari se lo pasaba en grande, jajaja!! No conocía su historia, gracias por traernos a estos ilustres del sexo!
Besitosss
pd. Me voy corriendo a repasar tu artículo sobre el suelo pélvico…!
Gracias por la visita María.
En lo que está todo el mundo de acuerdo, es que a Mata Hari le perdían los uniformes, tanto es así que acabó como acabó.
Bien! Parece que poco a poco, la sección de Ilustres del sexo va teniendo más adeptos, ¡me encanta!
Besicos
P.d.: Cotillea todo lo que quieras por la web
¡Oh! Esto amerita un Zafarrancho en Gotas…
¡Magnífica entrada!
Muchas gracias Esteban! Viniendo de ti es todo un honor.
Tendremos que permanecer atentos a tu podcast https://zafarranchopodcast.wordpress.com/
Besicos
MUY CHULO tu artículo! Estaremos pendientes el año que viene, a ver si la moza era inocente o no. Creo que «La presa de Cleopatra» se dice que también lo practica muy bien cierto personaje famoso. En concreto una señora que sale muchísimo en las revistas del corazón. Ya sabéis, se dice…se rumorea…
Creo que sé de quien estás hablando, ¿puede ser cierta señora amante de los Ferrero Rocher…? Algo he oído de ello…
Me da a mí que nuestra amiga Margaretha va a ser inocente, su amor por los uniformes fue su perdición… Pero a lo mejor estoy confundida y resulta que realmente era culpable, ya lo veremos.
¡Gracias por comentar!
Genial artículo, y un repaso genial por la historia. Me parecen muy interesantes los post de Ilustres del sexo, siempre se pueden aprender cosas interesantes. Sigue con ello 😉
Besotes.
¡Muchas gracias guapa!
La historia siempre fue mi primera opción, pero entre la idea de acabar en un colegio dando clases (con lo que me gustan a mí los niños…) y que la sexología se cruzó por mi camino, me decanté por la psicología. Estos artículos englogan mis dos pasiones y me encanta la buena acogida que están teniendo estos posts.
Besico
Me encanta como nos has presentado a «Mata Hari» y toda su historia.
un beso guapa!
Gracias por la visita Cristina!
La sección «Ilustres del sexo» es mi preferida, como siempre digo, une mis dos pasiones.
Y hablando de pasiones, sí, «mi calvito» me vuelve loca, jajaja
Besico guapa.