Bueno, sí, puede que el título de este post me haya quedado un poco ñoño, pero es que cada vez que recuerdo los buenos ratos que he pasado (¡y los que me quedan por pasar!) con el masajeador Symphony de Adrien Lastic me vengo muy arriba. No lo puedo evitar.
El masajeador Symphony es un vibrador tipo micrófono diseñado por la marca de juguetería erótica Adrien Lastic. Por cierto, esta marca ya os debería de sonar porque ya la hemos visto varias veces por aquí. Y es que a pesar de su juventud, creo que cotilleando por su web he visto que nacieron en 2009, se han hecho un nombre en este mundo de vibraciones y placer a base de productos de calidad, con buenos diseños y a precios razonables, todo sea dicho.
Lo primero que quiero dejar claro es que Symphony es un vibrador pensado y diseñado para la estimulación externa, aunque también se puede utilizar para la penetración vaginal. Al igual que sus hermanos mayores los vibradores de micrófono, su cabezal es muy flexible y está diseñado para poder recorrer hasta el último centímetro de la piel, de la tuya y de tu pareja. Por este motivo, a este tipo de juguetes se les conoce como masajeadores.
Personalmente, prefiero seguir llamándoles vibradores porque masajeadores me suena un poco a eufemismo. A querer suavizar o edulcorar el uso de juguetes eróticos, pero esto es manía personal. Y como la propia marca lo denomina masajeador, me referiré a este juguete como masajeador Symphony. Pero que nadie se lleve a error, este masajeador no hará que se os quite la contractura del hombro. Que os relajéis (mucho y bien) recorriendo vuestro cuerpo con él sí, pero para la contractura seguid llendo a vuestro fisio de confianza.
Y aclarado este punto, comencemos con lo interesante: la endivia. Digo… la reseña.
Contenido de la caja del masajeador Symphony
- Masajeador Symphony.
- Cable USB para recargarlo.
- Funda de satén blanco para poder mantenerlo a buen recaudo siempre. Recordad echarla a la maleta en caso de viaje.
- Las siempre infravaloradas instrucciones.
- Tarjeta de dos años de garantía. ¡Ojo! La garantía no cubre el desgaste provocado por el prolongado uso y disfrute del juguete. Vamos, que no seáis roñosos que no cuela…
Características técnicas del masajeador Symphony
- Cabezal de silicona muy suave y con cuello muy flexible. Además del cabezal, digamos que el cuello, la parte que une el cabezal con el mango del masajeador, está también hecho de silicona muy flexible y permite rotar el cabezal 360 grados. A pesar de su suavidad, este juguete está libre de los temidos phalatos, esos compuestos químicos que en exceso pueden ser tóxicos.
- Mango ergonómico. Se ajusta perfectamente y de manera muy intuitiva a la mano, tanto si queréis mantener el cabezal boca arriba, como boca abajo. Como detalle extra, han recubierto el mango con un material denominado UVG que le otorga un toque bastante chulo. ¿Por qué? Porque al darle la luz a este material, hace que brille, le da un efecto purpurina. Que sí, que esto os puede parecer una «chorradica», pero es una tontuna que mola porque es muy sutil.
- Discreto. Es el hermano pequeño de los vibradores de mircrófono. Sus 21 cm de largo le convierten en el perfecto compañero de viaje. Pero más allá de sus dimensiones, mucho más reducidas que las que gastan sus hermanos mayores, es muy silencioso.
- Recargable. Dispone de una batería de litio integrada que, según dice mi esclavo informático, se carga antes y dura más que una convencional. Anda que no os enseño yo cosas en este blog…
- 10 modos de vibración. Su motor nos permite disfrutar de 10 tipos distintos de vibración. Ya sabéis: más suave, más intenso, ritmo continuo, alterno, creciente…
- Resistente al agua. Para no variar, esta característica no la he testado pero me fio de Adrien Lastic. Eso sí, que os podáis duchar con él, no significa que también podáis bucear. Aunque no le puede entrar agua al motor o la batería, por ejemplo, evitad mojar la conexión del cargador que se encuentra en el mango. Es decir, un poquito de agua sí, pero sin abusar.
Instrucciones para su uso y disfrute
- Recargarlo o asegurarnos antes de usarlo de que tiene batería. Según las instrucciones, una carga completa de 90 minutos asegura 40 minutos de uso y disfrute del masajeador Symphony. Creo recordar que no lo tuve tanto tiempo cargando, simplemente lo desconecté cuando la luz roja se apagó. La conexión se encuentra en el botón central de control, el único que hay.
- Lubricar. Como siempre, un poco de lubricante no hace mal a nadie. Eso sí, el lubricante tiene que ser de agua porque, como ya sabemos, un lubricante a base de silicona, a la larga, estropeará la silicona del juguete.
- Encender y masajear. Activarlo y manipularlo es de lo más sencillo porque sólo hay un botón de control en el centro del mango, no hay pérdida. Se enciende presionando unos segundos el botón. En este caso no hay luz que nos indique si está encendido o no. Sabremos que lo hemos hecho bien cuando empiece a vibrar. Una vez encendido, podemos cambiar los modos de vibración pulsando ese mismo botón. Y cuando terminemos con nuestro masaje, se apaga realizando una pulsación larga.
- Limpiar y guardar. Como siempre, tras cada uso lo limpiamos con un poco de agua y jabón neutro y lo dejamos secar al aire. Una vez que esté seco, lo guardamos en su funda que para eso la trae.
Mi experiencia con el masajeador Symphony
Afina maravillosamente
Aunque no me entusiasme llamarlo masajeador, tengo que reconocer que relaja que da gusto. Mi contractura sigue estando en el mismo sitio en el que me la dejó el fisio la última vez que le vi, pero «el gustete» que me ha dado recorrer mi cuerpo con el Symphony no me lo da mi fisio ni en mis mejores sueños.
Entre la suavidad de su cabezal y la sensación de bienestar que te generan las vibraciones, no podrás ni querrás dejar de acariciar tu cuerpo. Eso sí, cuidado con las vibraciones intensas en zonas erógenas. Aunque eso depende de la sensibilidad de cada cual, id con un poco de cuidado.
En pareja tiene el mismo efecto placentero. Ayuda, y mucho, a subir la temperatura. El masajeador Symphnony es el complemento ideal para parejas juguetonas. Además, puede ser una buena elección para esas parejas que quieren iniciarse en el mundo de la juguetería erótica pero todavía tienen algunos recelos. Su diseño elegante, discreto e inofensivo gracias a ese puntito de purpurina, y sus prestaciones como masajeador más allá de las zonas calientes, puede hacer que la balanza se decante más hacia la curiosidad y la experimentación, que hacia el miedo o el rechazo.
Práctico a la par que placentero
Dejando un poco de lado la parte placentera y centrándome un poco más en la parte práctica, este juguete me parece un acierto también. Como ya he dicho, es el hermano pequeño de los vibradores de micrófono porque es mucho más pequeño y discreto, lo que le hace ideal para llevárselo de vacaciones.
La otra ventaja que le veo con respecto a sus hermanos mayores, es que el Symphony es recargable y no lleva cables colgando como si fuera una batidora. Y es que muchos de los vibradores de micrófono se conectan a la luz a través del típico cable acabado en enchufe, como cualquier electrodoméstico. Cable que no lo veo muy práctico no sólo ya para viajar, sino para el día a día.
Resumiendo: tanto a nivel práctico como placentero, el masajeador Symphony se ha ganado un hueco en mi Top10 de juguetes.
Por si os queda alguna duda o queréis ampliar información sobre este juguete, recordad que os podéis dirigir a la web de Adrien Lastic.
Y si os animáis a comprarlo, lo podéis hacer a través de:
Ester Álvarez G. dice
Gracias por esta estupenda review!! ? Tiene muy buena pinta ese masajeador? Me mola mucho el diseño de micrófono ?con purpurina y todo ? En las fotos parece muy grande pero tú comentas que no lo es, aunque 21 cm no están mal? Besitos
Maryasexora dice
¡Uy! ¿Parece grande? Si es que no atino con las fotos… Pero no, no es nada desproporcionado, es más bien discretito, sobre todo teniendo en cuenta como suelen ser los vibradores tipo micrófonos.
Es cierto que la purpurina no le aporta un valor extra al juguete, pero es un detalle que mola. Le da un toque especial al vibrador, por lo menos para mi gusto, y mira que a mí la purpurina no me va.
Besicos.
Carmen dice
Más que un micrófono, parece una serpiente cabezona… En cualquier caso, ¡me encanta! Tiene un diseño superoriginal.
¡Gracias por la información!
Carmen
Maryasexora dice
Es una culebrilla, se mete por todas partes, jajaja. El diseño es muy chulo y el juguete en sí es una maravilla.
Gracias por la visita.
Besicos.
Miriam Amors dice
Es un masajeador de tamaño «pequeño» pero a mi me encanta la forma, diseño y potencia que tiene!
Review muy completo!
Maryasexora dice
Pequeño en comparación con sus hermanos mayores pero, como bien dices, eso no le resta nada de potencia. Y el diseño a mi me parece maravilloso.
Gracias por la visita y el comentario.
Besicos.
Carla Mila dice
Tiene buen aspecto, aunque me ha pasado lo mismo, pensé que era más grande, pero aclarado esto, me parece que va a ser mi capricho de verano.
Gracias por compartir.
Saludos!!!
Maryasexora dice
Es bastante más reducido que los vibradores de tipo micrófono, pero tampoco es que sea demasiado pequeño. Es tamaño estándar, jajaja. Pero yo lo veo como un buen compañero de viaje para este verano.
Besicos.
Mamanoleas dice
De los vibradores tipo micrófono es de los que más me llaman la atención, sobre todo por el tamaño, que parece muy manejable; nada que ver con el Fairy Wand, que te deja dislocada la muñeca xD
Me lo apuntaré a la lista. Sigue tus sacrificios, sigue 😉
Besotes.
Maryasexora dice
Me consta que hace nada lo pudiste ver y, como comprobaste, es una pasada. Por tamaño, diseño y prestaciones, haces muy bien en incluirle en tu lista.
Besicos.