¿Se corta la mayonesa si tengo la menstruación? ¿Se marchitan las plantas si las toco estando con la regla?
¿Te suenan estos mitos? Hoy vamos a intentar descubrir de dónde (carajo) han salido.
Menstruación y cocina
Por si no eres muy cocinillas, la mayonesa es una salsa fría elaborada a base de huevo y aceite, sazonada con una pizca de sal y limón o vinagre.
El principal problema a la hora de hacer mayonesa es que se puede cortar. ¿Qué significa eso? Que los ingredientes «no casen», que no se integren bien. Que el huevo y el aceite no se unan (no emulsionen) y no se acabe formando esa textura uniforme que debe ser esta salsa.
Por lo visto, porque yo no soy ninguna experta en este tema, si no se bate bien, si se añade el aceite demasiado rápido o si los ingredientes está demasiado fríos, es muy probable que se corte la mayonesa. Vamos, que no es raro que la mayonesa casera no salga bien a la primera.
Ahora bien, ¿qué tiene que ver todo esto con el tema de este blog y con la menstruación? Pues que mucha gente piensa que si hace mayonesa mientras una tiene la regla, esta se cortará sí o sí.
Según este mito, da igual que te pases media hora batiendo los huevos o que eches el aceite con cuentagotas, si tienes la menstruación, la mayonesa se cortará. ¿Y de dónde viene esta idea? Pues de tiempos remotos.
Origen del mito de la «menstruación tóxica»
Antes de Cristo: Levítico
El Levítico es uno de los libros que forma parte del Antiguo Testamento. Básicamente este libro es un manual de instrucciones para los sacerdotes israelitas, los levitas, y una guía moral y religiosa para el pueblo en general.
Esta «guía» escrita entre los siglos VI y V a.C. tiene un capítulo dedicado a las impurezas físicas, el 15, en el que se indica qué se debe de hacer cuando la mujer tiene la menstruación.
Cuando la mujer tuviere flujo de sangre, y su flujo fuere en su cuerpo, siete días estará apartada; y cualquiera que la tocare será inmundo hasta la noche. 20 Todo aquello sobre lo que ella se acostare mientras estuviere separada, será inmundo; también todo aquello sobre lo que se sentare será inmundo. 21 Y cualquiera que tocare su cama, lavará sus vestidos, y después de lavarse con agua, será inmundo hasta la noche. 22 También cualquiera que tocare cualquier mueble sobre el que ella se hubiere sentado, lavará sus vestidos; se lavará luego a sí mismo con agua, y será inmundo hasta la noche. 23 Y lo que estuviere sobre la cama, o sobre la silla en que ella se hubiere sentado, el que lo tocare será inmundo hasta la noche. 24 Si alguno durmiere con ella, y su menstruo fuere sobre él, será inmundo por siete días; y toda cama sobre la que durmiere, será inmunda.
Levítico 15:19-25, versión Reina-Valera 1960.
Por si fuera poco, también se especifica que una vez que la mujer termine su periodo, debe esperar otros siete días más para estar «limpia», y al octavo, ir al sacerdote con un par de palomas o tórtolas, para que las sacrifique como expiación del pecado y poder así ser purificada «del flujo de su impureza».
Sin comentarios.
Después de Cristo: Enciclopedia Historia Natural
En año 77, Plinio el Viejo (23-79 d.C.) empieza a publicar los primeros libros de Historia Natural. Una obra compuesta por 37 libros que recopilaba todo el conocimiento disponible en ese momento sobre el mundo natural.
Y, ¿qué decía el conocimiento por aquel entonces sobre la menstruación? Pues a grandes rasgos, que la sangre menstrual era lo pu.. peor del universo.
Pero no se podría encontrar fácilmente nada más maléfico que el flujo de las mujeres: el mosto se avinagra si se acercan; si los tocan, los cereales no granan; lo sembrado muere; las semillas de los huertos se secan; los frutos de los árboles en los que se han apoyado, caen; el lustre de los espejos se empaña sólo con la mirada: el filo del hierro se vuelve romo; el brillo del marfil y las colmenas mueren; incluso la herrumbre se apodera del bronce y el hierro, y el bronce toma un desagradable olor; los perros cogen la rabia al probarlo, y su mordedura se infecta de un veneno incurable.
Plinio el viejo. Historia natural. libro vii.
Como podemos ver, la idea de que la menstruación es tóxica existe desde que el hombre es hombre. Pero la cosa se complicó aún más cuando algunos científicos decidieron «realizar investigaciones» para, encima, otorgarle un supuesto valor científico a esta creencia.
Estudios «científicos»
Allá por los años 20, el doctor Béla Schick se empezó a dar cuenta de que las flores que su enfermera cuidaba se marchitaban cuando ella estaba menstruando.
Llevado por la curiosidad, empezó a investigar este hecho. ¿Cómo lo hizo? De una manera muy sencilla. Le dio un ramo de flores a su enfermera durante su menstruación y otro a otra persona.
La conclusión de este «súper estudio científico» fue que las flores de su enfermera se marchitaron antes.
Sin embargo, a mí de primeras, me surgen un par de dudas tontas sobre su experimento. ¿Eran ambos ramos igual de frescos? ¿Estaban sometidos a las mismas condiciones de temperatura, luz y riego? En fin, ya sabes, pequeños detalles que tienen que estar bajo control en un estudio científico por aquello de realizarlo bajo las mismas condiciones y dar validez al estudio.
Por qué llamarlo menstruación pudiéndolo llamar toxicidad menstrual
Pero bueno, él no tuvo ninguna duda y se lanzó de lleno en este tema sacándose de la manga el término «toxicidad menstrual» o menotoxina.
De este modo, (se sacó de la manga) dio una base científica a esas creencias tradicionales que mantenían que las mujeres durante la menstruación no podíamos realizar determinadas actividades como trasplantar, hacer mayonesa, cerveza…
Básicamente, con lo que se quedó la gente fue con que las mujeres durante la menstruación no podemos hacer ciertas actividades porque «científicamente» se ha demostrado que tenemos una toxina en nuestra sangre.
Tanto se popularizó y creció esta idea que la menotoxina no solo se decía que estaba presente en la sangre menstrual, sino que también se afirmaba que se encontraba en la orina, el sudor y la leche materna.
Invalidez de los estudios
Hoy en día, la teoría de la menotoxina no se sostiene porque se ha demostrado que estos «estudios» estaban sesgados por el condicionamiento cultural de quienes los realizaron y porque las condiciones en que se llevaron a cabo no eran adecuadas. Entre otras cosas, se basaron en anécdotas, exageraron resultados y ocultaron o descartaron los estudios que contradecían estas teorías.
En resumen, la teoría de la menotoxina no tiene base científica y ha sido totalmente desacreditada. Estudios más rigurosos y actuales han demostrado que no hay ninguna sustancia tóxica producida por las mujeres durante la menstruación.
El problema es que el mal ya estaba hecho porque este tipo de estudios se mantuvieron ¡desde los años 60 hasta los 90! Es decir, durante más de treinta años, unos «estudios científicos» respaldaban esas ideas populares que se remontan hasta el principio de nuestra era y que ya estaban más que asentadas en la memoria colectiva. De ahí lo del condicionamiento cultural de los científicos.
Así que ya sabes, si la mayonesa casera no te sale, no culpes a la menstruación. La clave está en la técnica y en asegurarse de que los ingredientes estén en las condiciones adecuadas, no en si tienes o no la regla. Dejemos los mitos fuera de la cocina.
Atribuciones:
La foto de portada es de Taryn Elliott y pertenece al banco de imágenes Pexels con licencia de uso gratuito CC0.
Artículo redactado 100% libre de IA, casi libre de inteligencia pero con un 100% de humanidad.
Fuentes:
- Kate Clancy. «Menstruation is just blood and tissue you ended up not using». Scientific American, 2011. Enlace al artículo.
- Helen King. «Menotoxin – when menstruation can kill?». Wonders & Marvels, (s.f.). Enlace al artículo.
- Alena Menshikova. «La sangre menstrual no solo no es tóxica, sino que además puede curar». The conversation, 2023. Enlace al artículo.
- Levitico de Reina Valera (1960). Enlace al libro.
- Plinio el Viejo. Historia Natural. Libro VII. Enlace al libro.
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