No es no. Y punto.

La verdad es que este debería ser el post más corto de la historia. Con el título ya debería quedar todo claro. No habría que explicar nada más. Pero en vista de que a muchos aún no les entra en la cabeza que no es no, pues me voy a marcar uno de esos post de desahogo que, por lo menos, tan agusto me dejan.

Sinceramente, tengo tanta bilis que expulsar que no sé ni por donde empezar. Intentaré que el post guarde cierto orden, pero no os prometo nada porque ha medida que voy pensando lo que quiero decir, me voy encabronando más y más.

No es no. «No» siginfica que no quiero mantener una relación sexual. Pasarse por el forro esa decisión y obligar a una persona a mantener una relación sexual que no quiere se llama violación y es un delito. No hay excusas. No es no. No hay nada que interpretar, no me estoy haciendo de rogar ni lo estoy diciendo con «la boca chica», es decir, por quedar bien aunque realmente lo esté deseando. No busques excusas porque no las hay. No es no, y si no respetas esa decisión estás cometiendo una violación. Así de claro.

La violación es un delito que consiste en tener relaciones sexuales con una persona sin su consentimiento o con un consentimiento obtenido mediante la violencia o la amenaza. Este delito viene recogido en el Título VIII (Delitos contra la libertad e indemnidad sexuales) del Código Penal español. En concreto, se define la agresión sexual como: El que atentare contra la libertad sexual de otra persona, utilizando violencia o intimidación, será castigado como responsable de agresión sexual con la pena de prisión de uno a cinco años. Artículo 178.

El mismo Código Penal, también define lo que es una agresión sexual de tipo agravada, lo que todos conocemos por violación: Cuando la agresión sexual consista en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías, el responsable será castigado como reo de violación con la pena de prisión de 6 a 12 años. Artículo 179.

Y para que no quede ningún tipo de dudas, en el mismo Código Penal se define qué se entiende por abuso sexual y cuales son sus consecuencias legales. En su artículo 181 leemos:

1. El que, sin violencia o intimidación y sin que medie consentimiento, realizare actos que atenten contra la libertad o indemnidad sexual de otra persona, será castigado, como responsable de abuso sexual, con la pena de prisión de uno a tres años o multa de dieciocho a veinticuatro meses.
2. A los efectos del apartado anterior, se consideran abusos sexuales no consentidos los que se ejecuten sobre personas que se hallen privadas de sentido o de cuyo trastorno mental se abusare, así como los que se cometan anulando la voluntad de la víctima mediante el uso de fármacos, drogas o cualquier otra sustancia natural o química idónea a tal efecto.

Yo de leyes no entiendo mucho, no son mi fuerte porque me aburre tener que memorizar como un loro. Así que por eso, he tenido que echar mano de internet para encontrar alguna página, seria, que me pudiera aclarar bien este par de párrafos para no soltar alguna burrada jurídica sin sentido. En esa búsqueda encontré unos apuntes de penal de la Universidad de Murcia y son los que voy a utilizar para aclarar, brevemente, algunos términos de este par de artículos:

• Utilización de la violencia o intimidación o sin violencia o intimidación sin que medie consentimiento. La violencia puede ser aplicada directamente a través de golpes, cortes y demás, o ejercerse, simplemente, a través de la amenaza: «cuanto más te resistas peor será, más daño te haré». Este punto hay que aclararlo, lamentablemente, porque parece ser que antes, para considerarse violación la víctima tenía que demostrar que había utilizado algún grado de resistencia. Algo así como aclarar que «apretó mucho las piernas». Una vergüenza, vamos. Hoy lo que se admite como delito es la falta de consentimiento, no la resistencia. Por desgracia, a día de hoy, parece que esta aclaración aún no le ha llegado a todos los jueces…
• Acceso carnal, introducción de miembros corporales u objetos. Por acceso carnal se entiende el pene, la introducción total o parcial del pene en ano, vagina o boca. Otros miembros corporales pueden ser los dedos o la lengua, pero sólo se considera delito si es por vía anal o vaginal, no por la boca. Lo mismo pasa con otros objetos que pueda utilizar para satisfaccer sus deseos sexuales, sólo es delito si se aplica por el ano o la vagina.
• Personas privadas de sentido o anuladas mediante fármacos, drogas u otras sustancias. Es decir, si estoy inconsciente, evidentemente, no te puedo decir que no, pero eso no significa que tengas barra libre. De la misma manera, tampoco sirve la excusa del alcohol o las drogas porque tampoco estaría en plenas facultades para tomar una decisión.

Cualquier mal nacido que realice un acto sexual bajo alguno de estos supuestos, está cometiendo un delito. Con este tema no admito ningún tipo de disculpa o excusa, porque sencillamente no las hay.

Por internet circula una imagen que explica las cuasas de la violación. No sé quien es el autor, la verdad Las autoras son Locas del coño (que ya me lo han chivado). Por desgracia (o por suerte), se ha hecho un poco viral y seguramente ya lo habrás visto:

Aunque creo que deja bien clarito quien es el culpable, voy a ir desgranando una a una las excusas más tópicas para saltarse a la torera este principio básico de que no es no.

Excusas absurdas para pasarse por el forro que no es no.

• El alcohol. «Es que estaba borracho y no sabía lo que hacía». Ni ella tampoco pedazo de imbécil. Yo, como cualquiera, me he emborrachado, pero nunca me ha dado por cometer ningún delito estando borracha. No es que sea un alma pura, tengo mis deseos oscuros como todos, pero sé lo que es un delito y lo que no. Y por si no aún no te ha quedado claro, te repito de nuevo el artículo 181 del Código Penal… o no, olvídalo, no te lo repito. Me da igual si violar es legal o no: no es moral, no es ético, no es justo y eso debería bastar independientemente de lo que diga cualquier ley de cualquier país.
• La ropa. «Es que va provocando». ¡Y una mierda! Yo me visto como me da la gana. ¿Puedes mirar? Por supuesto. ¿Puedes tocar? Ni se te ocurra. Me puede gustar lucir palmito, ¿y qué? Eso no es una invitación a nada. Eso es que soy guapa, me veo guapa y quiero ir más guapa aún. Punto. Llega el verano, aprieta el calor y sobra la ropa. Eso nos pasa tanto a hombres como a mujeres, pero todavía no he visto a ninguna chica que se lance a degüello a un chaval que vaya sin camiseta…  Entendemos que va así porque está más cómodo o porque simplemente le apetece. No porque va provocando. Es sencillo.
• Las fiestas. «En fiestas todo vale». Nooooo, no te confundas, las fiestas son para pasarlo bien. Están pensadas para que la gente baile, beba, coma, asista a conciertos… Pero yo, a día de hoy, todavía no me he encontrado un programa de fiestas en el que se incluya algo así como: «sábado de 01:00 a 02:00 violaciones públicas en la caseta «Amigos que nos pasamos por el forro las leyes y la educación porque estamos en fiestas. ¡Ven a disfrutar con todos nosotros!» ¿A qué te parece una idea muy sórdida? Yo misma me he dado un poco de asco mientras lo escribía. Si tienes un par de dedos de frente es algo que rechazarías, ¿verdad? ¡¿Entonces por qué se sigue pensando que en fiestas uno puede hace lo que le sale del rabo?!
• Las calles solitarias. «No era un sitio para que una mujer andase sola por ahí». Si no existieran depravados por ahí, yo prodría andar por donde me diera la gana y a la hora que me apeteciera. No hay calles mejores o peores. No te equivoques, el problema no es la zona, el callejón oscuro o la plaza a reventar de gente. El problema es la concentración de cabrones por metro cuadrado.
• «Es mi pareja/novia/esposa y tiene que hacer lo que yo diga». Ni de puta coña. Que ni se te pase por la cabeza. Da igual que fuerces a tu pareja o a una desconocida, sigue siendo violación. Y si tratas así a tu propia pareja, es que eres aún más mierda de lo que puedas llegar a imaginar.

Como puedes ver y como espero que ya sabrás, todo estos son simples excusas de mierda. El problema no es que el agresor y/o la víctima estén borrachos o drogados, que vaya en minifalda y top, que estemos en mitad de una abarrotada plaza en fiestas o en mitad de un callejón oscuro. El problema lo tiene el violador. El problema es que hay mucho capullo suelto que se piensa que está por encima del bien y del mal, que todo le pertenece y que puede hacer uso de ello cuando quiera. Lo que no le entra en la cabeza a esa persona (por no llamarle otra cosa) es que yo, como mujer, no soy un objeto, soy una persona con una serie de derechos. Entre esos derechos se encuentra mi libertad sexual, la de elegir con quién, cómo y cuándo mantengo una relación sexual. Y eso, nadie nos lo puede arrebatar.

Grábate esto a fuego o tatúatelo si lo ves necesario: Nunca, jamás, la víctima de un abuso sexual es la culpable. El único culpable es el violador. Y esto también apúntalo: las violaciones se producen porque hay mucho hijo de la gran puta que decide pisotear tu derecho a la libertad sexual.

En mi alegato final podría apelar al típico sentimentalismo de «piensa que esa mujer puede ser tu hermana, tu hija, tu madre…» Pero no me apetece tocar la fibra sensible de este tipo de sujetos porque, entre otras cosas, dudo que la tengan. Simplemente no lo hagas. Si te dicen que no es no. Te jodes y te aguantas. Te haces una paja o te das de hostias contra la pared hasta que se te pasen las ganas. Tú mismo, esa sí es tu decisión. Pero no es no. Y punto.

Por último, para que no queden dudas sobre que significa consentimiento explícito y lo que no es consentimiento explícito, os dejo un vídeo bastante conocido también en el que lo explican perfectamente utilizando como analogía una taza de té. Muy clarito el vídeo, te animo a que lo veas. De verdad. Sólo son un par de minutos: