Normas de decencia cristiana. ¡Al infierno vais a ir!

Normas de decencia cristiana

Se trata de un libreto de unas 84 páginas publicado, allá en los años 50, por la Comisión Episcopal de Ortodoxia y Moralidad con el objetivo de «señalar, en breve síntesis y en forma sencilla, los engaños del demonio, del mundo y de la carne.« ¡Casi náh!

¿Por qué os voy a hablar de este libreto? Primero porque esta joya histórica no me la puedo guardar para mí solita, la tengo que compartir. Y segundo, porque nos puede ayudar a entender la mentalidad de mucha gente.

Vale, sí, estas normas de decencia cristiana se gestaron hace más de 60 años. Pero lo que ahí se explica, aunque pensemos que está más que superado, aún está grabado a fuego en la mente de mucha gente. Ya sabéis, donde hubo fuego, cenizas quedan. Por no hablar de algún que otro partido político que huele a naftalina que tira «pa’trás» y que probablemente esté deseando volver a recuperarlos en su totalidad…

Pero bueno, a lo que iba. Lo que os quería decir es que bajo este ideario han crecido unas cuantas generaciones que, en mayor o menor medida, han asumido estas normas como lo correcto. Lo que debe hacer una persona «de bien». Ideas y creencias que, a su vez, han transmitido a sus descendientes. Y es que, a pesar de que España es un estado aconfesional, aunque no hay una religión oficial, el catolicismo y su doctrina, corre por sus venas.

Normas de decencia cristiana relacionadas con la sexualidad o pareja

Como este libreto es un manual de vida y se centra en diversos ámbitos como el hogar, la familia, diversiones, espectáculos, el veraneo, vestimenta, profesiones… Solo he hecho una pequeña selección. Me he centrado en los que me han resultado más sorprendentes y en aquellos que creo que mejor ilustran cómo esta mentalidad de los años 50 no está tan alejada de la de muchos y muchas en el 2019.

Otro día, si os quedáis con ganas de más, nos centramos en otros aspectos porque no os podéis imaginar lo que dan de sí 85 páginas.

Y como no quiero que nadie se me infarte así de primeras, he escogido primero los más suavecitos, los más «graciosos», para luego ir pasando poco a poco a los más sangrantes.

Hogar

– «Ni el calor ni la comodidad pueden justificar a los padres o hijos mayores desnudeces de partes menos honestas.» Artículo 37.

Vamos, que eso de ir en pelotas por casa, nada de nada. Un poco de decencia y pudor, por favor.

– «La vivienda sana y capaz es una de las cosas que más influyen en la salud moral y material de la familia. La casa incómoda o pequeña echa fuera a los que la habitan y ésta, además, es causa de apreturas y mescolanzas contratarias a la decencia.» Artículo 43.

Os traduzco. Este artículo lo que viene a decir es que como el roce hace el cariño, lo mejor es que corra el aire.

Esposos

– «La fecundidad es una de las glorias del matrimonio cristiano, que lo orienta hacia su fin principal y hace a los esposos merecer bien de Dios y de la Patria. Hablar contra de ella es pecado muy grave. Avergonzarse de ella es una insensatez. El anticoncepcionismo, de cuaquier forma que sea, es un grave pecado.» Artículo 49.

Un dogma que hoy en día sigue en pleno apogeo. A día de hoy, muchísima gente sigue pensando que el fin último del matrimonio es tener hijos. Por eso, que una mujer decida, de forma voluntaria, no ser madre, sigue siendo inconcebible para muchas personas. ¿No me digáis que no?

– «Aunque esta fecundidad tropezase con graves inconvenientes, nunca será lícito el uso torpe de la vida conyugal.» Artículo 50.

Vamos, que si no viene la criatura, tampoco os vengáis arriba y os paséis todo el día follando. Que eso tampoco es. Todo en su justa moderación que Dios os está viendo.

– «El aborto voluntario y directo nunca es lícito. Es un pecado gravísimo y horrible crimen, que priva, además, al inocente de la vida eterna, por falta de bautismo.» Artículo 52.

Sin palabras. Como podéis comprobar, otro tema que ya tenemos más que superado, ¿verdad?

– «La esposa puede y aun debe adornarse para agradar al marido.» Artículo 53.

 Noviazgo:

– «El más bello ideal de los novios ha de ser llegar al Santo Matrimonio sin haber robado a éste nada de lo que es propio y exclusivo; que sus corazones se abran bajo el impulso de la gracia del Sacramento; que los hijos reciban un padre y una madre cuales éstos querrían haberlos recibido a su vez.» Artículo 61.

Bueno, quiero pensar que este punto sobre la «virginidad» ya está bastante en desuso. Pero creo que a todos los que ya tenemos cierta edad, nos han aleccionado sobre ello. ¿O no?

– «Es natural que los novios intenten agradarse, pero han de procurar no excitar mutuamente sus pasiones, lo que les rebajaría indignamente. No olvide la joven -ordinariamente menos pasional, pero más sensible y afectuosa-, que juega con pólvora, y que una vez provocado el incendio, ella ha de ser la primera víctima: crecerán la audacia y las exigencias de él, y ella se sentirá cada vez más débil, y habrá caído del pedestal en que un noble amor la colocara.» Artículo 65.

No sé qué es lo que me cabrea más, si la consideración de la mujer como un bloque de hielo afectuoso, considerarnos unas calientapollas en potencia o que la culpa siempre sea nuestra. Se ve que si ella calienta puede parar. Pero cuando se calienta él ya no puedes decir que no porque el católico varón de los 50 y sus herederos no son capaces de gestionar tanta frustración. ¡Anda y que se haga una paja!

Educación de la castidad

– «Los educadores no se dejen seducir por teorías como las de coeducación y la llamada educación sexual, que sólo la pasión sectaria puede patrocinar, cuando tan claramente las rechaza la ciencia, la experiencia y la perenne enseñanza de la Iglesia.» Artículo 76.

Estimados compañeros y compañeras psicólogas, sexólogas, sex coaches y demás que queréis predicar la palabra de la educación afectivo-sexual en colegios e institutos, en verdad os digo que no me extraña que a veces os pongan tantas pegas y trabas en vuestro trabajo. ¿¡Cómo no lo van a hacer si sois unos sectarios?! Yo os diría más, ¡sois gentuza! Querer corromper esas almas castas y puras con vuestra pasión sectaria. Sobre todo cuando:

– «Téngase en cuenta que la mejor educación de estas virtudes será la esmerada educación moral y piadosa que hacen que el problema sexual se resuelva, ordinarimente, por sí solo, con la gracia de Dios.» Artículo 78.

¡A la mierda! Al paro todo el mundo por intrusismo laboral. Que eso de quitarle trabajo a Dios. ¡Habráse visto semejante desfachatez! ¡Vergüenza os debería de dar!

Y yo creo que lo voy a dejar aquí. En todo lo alto. Prefiero dejaros con ganas de más, que saturaros o cabrearos en exceso. Ya os digo que este libreto da para mucho más. Así que si queréis que hagamos un segundo posts, me lo podéis decir aquí mismo, en los comentarios de esta entrada.