Pollas en vinagre o ¡una polla en vinagre! es una expresión que seguro hemos dicho u oído. Pero, ¿sabemos cuál es su origen? Intentaremos explicar el origen de esta curiosa expresión.
Cuando queremos mostrar que estamos en desacuerdo con algo de manera contundente, podemos soltar un pollas en vinagre o ¡una polla en vinagre! si no queremos dejar ninguna duda sobre nuestra disconformidad. Pero también podemos usar esta expresión para resaltar que alguna cosa nos parece fascinante: El show de Rihanna en la Súper Bowl fue la polla en vinagre.
Un poco contradictorio, ¿no? Pues ya adelanto que su origen tampoco es que sea muy claro. Aún así, espero que disfrutéis de esta nueva entrega del origen de las expresiones.
Explicación gastronómica de pollas en vinagre
¿Existen de verdad las pollas en vinagre? Según parece en Yecla, Murcia, sí. Por lo menos de esta original forma bautizaron y popularizaron en un bar de la localidad un plato de sardinas con corneta picante (guindilla).
Aunque no sólo en Yecla te puedes llevar a la boca una polla en vinagre. En algunas partes de Castilla también. De hecho, Castilla rivaliza con Yecla por el origen gastronómico de esta expresión.
Según parece, por tierras castellanas existe otro plato al que también se le llama pollas en vinagre, la gallineta en escabeche. Y es que, entre que el escabeche es un método de conservación de los alimentos en vinagre y que la gallineta es un ave conocida con el nombre de polla de agua, pues la expresión sale sola.
Origen curioso de la expresión
Esta explicación creo que ha pasado a la historia simplemente porque es la más jugosa, aunque es la que tiene más pinta de leyenda urbana.
Según este posible origen, todo se remontaría a los años 50 a uno de los barrios con peor fama de Barcelona en aquel entonces, el Barrio Chino.
Lo que hoy conocemos como el barrio de El Raval fue hasta los 90 llamado el Barrio Chino. Nombre que recibió al compararlo con la Chinatow de Manhattan por acoger, igual que el barrio neoyorquino, a los bajos fondos de la ciudad: drogadictos, marginados, prostitutas…
Una de las muchas historias que se cuentan sobre lo que pudo ocurrir en las calles de este barrio, da origen a esta expresión. Según este relato, todo se debería a que las prostitutas, para curarse en salud, usaban el vinagre como antiséptico de urgencia. Vamos, que antes de «meterla en caliente», los clientes debían poner su apéndice a remojo en vinagre.
Origen etimológico
Por último, está la explicación etimológica que más convence a los expertos. Y es que el término pulla significa humillar a alguien. Si le añadimos el vinagre, conseguimos que esa humillación, esa pulla, escueza más. Haga más daño.
Por tanto, no es extraño pensar que «pullas en vinagre», con el tiempo, acabase transformándose en lo que conocemos hoy como pollas en vinagre.
Atribuciones:
La foto de portada es de Polina Tankilevitch y se reproduce bajo licencia de uso gratuito.
Fuentes:
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