Serge Voronoff ha pasado a la historia por intentar rejuvenecer a humanos con injertos testiculares de simios. Te cuento su historia en esta nueva entrega de Ilustres del sexo.
Serge Voronoff
Serge Abrahamovitch Voronoff nació en julio de 1866 en Rusia. Sin embargo, como su familia pertenecía a los subbotniks, una rama del judaísmo que fue perseguida y oprimida por el clero ortodoxo ruso, emigró con 18 años, junto con su familia, a Francia.
En Francia, Voronoff estudió medicina bajo la tutela de Alexis Carrel, pionero en trasplantes y ganador del Premio Nobel de Medicina. En 1893 Voronoff se doctoró en medicina y un par de años más tarde, con 29 años, consiguió la nacionalidad francesa.
Finalizados sus estudios, nuestro ilustre puso rumbo a Egipto para poner en práctica sus conocimientos de medicina recién adquiridos. Y parece que no le fue nada mal, porque consiguió incluso convertirse en médico de la corte.
Sin embargo, lo más importante que consiguió Voronoff en Egipto no fue el cargo que ostentó, sino la revelación que tuvo en ese país: el (supuesto) secreto de la eterna juventud.
Serge Voronoff llegó a la conclusión de que el elixir de la eterna juventud se encontraba en las glándulas sexuales. ¿Y de dónde se sacó esta idea? Pues… de los huevos. Pero no de los suyos, sino de los que les faltaban a los eunucos.
Estudio de los eunucos
En Egipto, Voronoff se interesó por los efectos de la castración en los eunucos y llegó a la conclusión de que la falta de estos órganos les provocaba un envejecimiento prematuro. Según su teoría, las glándulas sexuales eran la fuente de energía para el resto del cuerpo. Al faltar estas, todo lo demás empezaba a fallar.
Todos sus órganos son absolutamente idénticos a los nuestros, sólo les falta uno. Sin embargo, el hecho de que hayan sido privados de este órgano disminuye y debilita la función de todos los demás.
Serge Voronoff. Life: A Study of the Means of Restoring.
Este descubrimiento le llevó a su gran revelación: si quitarlos provoca envejecimiento, (re)ponerlos debería rejuvenecer. Por huevos.
…ahora sabía qué papel desempeñaban las glándulas genitales como agentes activadores de vigor y energía para el cuerpo y la mente. La idea de reequipar el organismo con glándulas jóvenes, cuando las de los viejos ya no son capaces de funcionar, se presentó naturalmente a mi mente como la deducción lógica de lo que acababa de observar.
Serge Voronoff. From cretin to genius.
Estoy convencidísima de que, en su cabeza, esto tenía todo el sentido del mundo. Lo que no sé es por qué, en la cabeza de los demás, también sonaba bien, tanto que cuando regresó a Francia le permitieron ponerse manos a la obra y comenzar con sus experimentos de trasplantes testiculares.
Aunque también te digo que volver de Egipto con sus buenos ahorros y poder fundar su propio laboratorio autofinanciado le dio cierta libertad para experimentar a sus anchas…
Voronoff y los trasplantes testiculares
Los primeros trasplantes testiculares de Voronoff no fueron directamente en humanos, fueron en animales. Comenzó intentando rejuvenecer ovejas, cabras, vacas… adultas, trasplantándoles testículos de ejemplares más jóvenes. Y el caso es que tuvo que tener éxito, porque repitió este proceso en repetidas ocasiones. Incluso, en su libro Life: A Study of the Means of Restoring, muestra muy orgulloso la rejuvenecida ornamenta de uno de sus machos cabríos trasplantados.🤷🏻♀️
Por cierto, el éxito lo obtuvo sólo en el caso de los machos. También realizó experimentos con hembras pero los resultados fueron menos satisfactorios, para nuestra desgracia, o para nuestra suerte. Porque no sé tú, pero a mí no me apetece ir con material testicular de simios colgando, por mucho que me prometa la eterna juventud.
El caso es que Serge Voronoff se vino arriba y quiso dar el salto y replicar sus buenos resultados con seres humanos.
Los primeros xenotrasplantes de Serge Voronoff
La pregunta es, ¿por qué trasplantar testículos de simios y no de otros seres humanos? Muy sencillo: porque eran más fáciles de conseguir.
Mientras que la legislación era reacia a tocarle las gónadas a los fallecidos, no tenía las mismas reticencias con los pobres primates, nuestros parientes biológicos más cercanos.
Afortunadamente, tenemos un pariente cercano en el mundo animal al que podemos pedir prestado lo que necesitamos con menos escrúpulos.
Serge Voronoff. Life: A Study of the Means of Restoring.
Así pues, Voronoff empezó a realizar sus primeros xenotrasplantes (trasplante de células, tejidos u órganos de una especie a otra) testiculares. Pero no trasplantaba todo el material testicular, sino que realizaba pequeños injertos de tejido.
Aunque no trasplantara las glándulas sexuales de los simios, la imagen sigue dando cosilla, ¿no? Al menos a mí sí. Pero sus millonarios clientes no tuvieron reparos en someterse a su rejuvenecedora cirugía, lo que permitió a Voronoff iniciar un lucrativo negocio. Y no solo ganó dinero, también alcanzó popularidad y se hizo un nombre dentro de la comunidad médica.
El declive de Serge Voronoff
A pesar de sus afirmaciones de éxito, el esperado milagro rejuvenecedor nunca terminaba de llegar. Los resultados positivos que publicaba parecían que se debían más al efecto placebo que la operación generaba en sus pacientes que a la propia intervención en sí.
Aunque, en principio, a corto plazo algunos pacientes mostraban mejoras, a largo plazo no lograba resultados positivos ni estables. Y que se muriese su paciente estrella tan solo dos años después de la intervención, pues tampoco es que ayudase a su credibilidad…
Poco a poco, la misma comunidad médica que lo había encumbrado unos años antes comenzó a darle la espalda, ridiculizando y despreciando su trabajo.
La puntilla final para la fama de Voronoff llegó en 1940, cuando la invasión alemana de Francia lo obligó a huir a Suiza, dejando atrás su laboratorio y toda su investigación. Fue en Suiza cuando, en septiembre de 1951, murió a consecuencia de unas complicaciones tras una caída.
Aunque al final de su vida cayó en desgracia, Serge Voronoff dejó una marca en la historia de la medicina. Su trabajo, aunque controvertido y fallido, fue pionero en los inicios de los xenotrasplantes y allanó el camino para futuras investigaciones en este campo. Y es que, a veces, la ciencia avanza gracias a las más insólitas de las hipótesis.
Atribuciones:
La foto de portada pertenece a USA Library of Congress y se reproduce con licencia de uso gratuito CC0.
Artículo redactado 100% libre de IA, casi libre de inteligencia pero con un 100% de humanidad.
Fuentes:
- Сергей Кутя. (2021). Surgeon Serge Voronoff. Transplantology and rejuvenation (to the 155th anniversary of birth). Enlace al artículo.
- Voronoff, S. (1920). Life: A study of the means of restoring vital energy and proloning life. Enlace al libro.
- Voronoff, S. (1941). From cretin to genius. Enlace al libro.
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