La sexología, algo más que un método para ligar

Hola de nuevo a todos. Como ya me presenté en el primer artículo, creo que ahora lo que toca, antes de entrar de lleno en materia, es explicar un poco que es la sexología, pero tranquilos, que no os voy a aburrir con una gran lección de historia, aunque que queréis que os diga, tampoco puedo reprimir a la pequeña historiadora que llevo dentro.

Según la definición de la RAE la sexología es el “estudio de la sexualidad y de las cuestiones a ella referidas”. Creo que esta definición no admite muchas dudas ¿no? Lo que viene a decir, es que se estudia todas aquellas cuestiones que nuestras mentes calenturientas puedan imaginar o plantear… sí, todas esas cosas que estáis pensando y muchas más.

Origenes de la sexología

¿Cuándo empezó todo?, bien, ahora es cuando entra en acción “Mary la Historiadora”. Todo comenzó a finales del siglo XIX y principios del XX, fundamentalmente, gracias al trabajo de difusión que realizaron cuatro mentes pensantes. Anteriormente a ese periodo, sólo se tenía una visión represiva y pautada por la religión de la conducta sexual: la nocividad de la masturbación; la primacía de la reproducción al placer; la subordinación de la mujer a la maternidad… En fin, una visión medieval que por desgracia hoy en día aún conservan ciertas cabezas oprimidas… y no precisamente por el tamaño de su cerebro.

Freud

La primera de esas mentes pensantes a las que me acabo de referir fue Sigmund Freud. Muchos le consideran el gran pionero, otros en cambio, dudan de su verdadera aportación. Pero Freud, siempre aparece inmerso en esta dualidad, o le adoras o le odias, no se suele tener un término medio con él. De todas formas, no quiero extenderme mucho con él, porque más adelante le tengo reservado un artículo. Simplemente voy a decir que su aportación principal, que nadie puede dudar, fue mostrar que la sexualidad está en la vida cotidiana. A pesar de que algunos sólo tengan conocimiento de ella una vez a la semana… o menos.

Otra aportación la realizó Richard Von Krafft-Ebing con su obra Psychopathia Sexualis. Su intención era convertir esta obra en un referente forense para médicos y jueces. Fue un estudio clínico forense de la conducta sexual anormal, marginal, patológica… que se convirtió en un best seller. Se le podría recriminar que su visión de la sexualidad era negativa y enfermiza, pero quería hacer un manual de patología sexual, por lo que muchos le consideran como el iniciador de la clasificación patológica sexual.

Otras obras importantes fueron las de Henry Havelock Ellis. Él revolucionó la forma de ver la sexualidad, tenía una visión liberal, habló de la masturbación y la homosexalidad como algo normal y no como algo marginal o patológico. Lo hizo así, porque consideraba que no había una conducta sexual normal, sino que variaba dependiendo de los contextos históricos y culturales.

El cuarto y último gran pionero fue Alfred Charles Kinsey. Su contribución fue la cuantificación de la conducta sexual mediante la encuesta. Fruto de estos estudios nació el conocido (o no) Informe Kinsey publicado en dos libros: El comportamiento sexual del hombre (1948) y El comportamiento sexual de la mujer (1953). Sus encuestas se centraron en la masturbación y la homosexualidad, y fue el que demostró que los jóvenes de 20 a 22 años son unos abusones, porque el 95% había practicado alguna vez el “cinco contra uno”…

A partir de estos estudios y su difusión, la sexología adquirió más importancia y fue estudiada con más rigurosidad convirtiéndose en lo que es hoy en día, algo más que un buen método para ligar.

Bueno, pues hasta aquí mi versión más light de la sexología y su historia. Espero no haber sido muy aburrida, pero la historia es como es, y como ya os dije anteriormente, con la historia se liga menos que con la sexología…