Speculum al joder: tratado de recetas y consejos sobre el coito, es un manuscrito medieval médico-erótico de lo más interesante que, por desgracia, ha pasado sin pena ni gloria a la historia.
Speculum al joder: tratado de recetas y consejos sobre el coito
¿No me digáis que ya sólo con este título no os entran ganas de leerlo? Pues yo no me pude resistir.
Speculum al joder es un manuscrito médico-erótico medieval, posiblemente de finales del siglo XIV o principios del XV, que pese a tener tan llamativo título y ser el único tratado occidental de este género, ha pasado sin pena ni gloria a la historia. Por no decir que no lo conoce ni el Tato.
¿Por qué? Pues principalmente por lo de siempre. Porque «con la Iglesia hemos topao». Mientras que en Oriente hacían tratados como churros sobre relaciones sexuales, el Occidente medieval vivía un ambiente de mojigatería importante impulsada por el cristianismo.
Como he dicho muchas veces, religión y sexo no se suelen llevar excesivamente bien. Y teniendo en cuenta que para el cristianismo el fin del coito es exclusivamente la procreación, pues entonces no había necesidad ninguna de escribir sobre placeres, deseos, posturas sexuales…
Tampoco ayudó mucho el hecho de que este texto sólo estuviese disponible en catalán. Aunque el original es una traducción de algún tratado árabe o hebreo al catalán.
Contenido del tratado
Es un escrito de unas 63 páginas que se puede dividir en tres partes. Una primera con consejos higiénico sanitarios, una segunda dedicada a la mujer, a cómo cortejarla, qué busca en un hombre… y una última con más de veinte posturas sexuales.
Lo curioso es que al principio del libro, el autor (por cierto, desconocido) comenta que enumera los capítulos para ayudar a encontrar aquello que se busca, pero el cuco se queda en el último de la primera parte. Se calla el resto, «la chicha». Es decir, omite la parte dedicada a la mujer y el de las posturas sexuales.
Parece ser que este «descuido» fue un intento de esquivar la censura. Una manera de intentar hacerlo pasar como un simple e inocente tratado de medicina.
Consejos sanitarios
Esta sería la parte más médica de la obra. Entiéndase «médica» en el contexto del Siglo XV. Entre otras cosas, se habla de las consecuencias tanto del exceso como de la falta de sexo; se dan consejos/recetas para aumentar la erección, para aumentar la cantidad de esperma o para evitar aquello que lo disminuye, como por ejemplo los cojones de asno salvaje y los hígados de gallina gorda.
Medicina muy probada que aumenta el semen, da fuerza y endereza la verga mucho y fuertemente: toma dos litros de leche fresca de vaca, añádele una onza y media de canela bien molida, y déjalo reposar. Bébelo en ayunas y durante el día en vez de agua, hasta que se acabe.
Speculum al joder. Página 39.
Pongo este ejemplo porque es el que me parece «más sano», porque luego hay otras recetas con sangüijuelas, lombrices… que… bueno…
Sobre la mujer
Sabed que tanto los hombres como las mujeres sienten el deseo como el placer.
Speculum al joder. Página 46.
¡Minipunto para Oriente! (Recordemos que es una traducción del árabe o del hebreo.)
Luego este capítulo es una serie de topicazos uno tras otro, pero bueno, también estamos hablando de un texto del Siglo XIV o XV. Con todo, el simple hecho de reconocer y dar valor al placer y al deseo de la mujer era algo que estaba a años luz de lo que se pensaba en Occidente por aquel entonces.
Aún así, un par de páginas después hay que quitarles el minipunto por decir que a las mujeres que ya han dejado de tener la menstruación no hay que desearlas por viejas. Vamos, que aunque la mentalidad oriental era más abierta que la occidental (en aquellos años), tampoco esperemos milagros.
En esta parte se describe qué buscan las mujeres en los hombres, qué odian de estos y cómo cortejarlas. Aquí quisiera hacer una mención especial para «la operación mensajera». Básicamente se trata de mandar a una mujer a la interesada para que hable bien del pretendiente. Pero ojo con los requisitos que debe tener la mensajera:
primero, que sea mujer reservada; segundo, que sea ingeniosa y sepa mentir; tercero, que sepa ganarse la confianza de las demás; cuarto, que no esté casada; quinto, que sea agradable de trato; sexto, que sea de las que sabe introducirse en las casas aunque no la necesiten; séptimo, que no sea una mendiga; octavo, que se dedique a una de las seis siguientes cosas: casamentera, comadrona, vendedora de joyas femeninas o de telas, matrona o beguina.
Speculum al joder. Página 51.
Posturas sexuales
Aunque la cosa no empieza muy esperanzadora porque te suelta a la primera de cambio que la mejor postura es aquella en la que la mujer está echada y el hombre encima, luego remonta. Y a lo grande, porque pone el foco de atención en el deseo de la mujer.
Poco a poco describe qué técnicas hay que usar para que lleguen al orgasmo. Sí, habéis leído bien. Habla de orgasmo femenino. Siglo XIV-XV.
Cuando el hombre acaba pronto y la mujer tarde, ésta se queda muy defraudada.
Speculum al joder. Página 56.
Puedes estar más o menos de acuerdo con las técnicas que se mencionan. Por ejemplo, a mí lo de pellizcar el coño me sobra. Pero vuelvo a repetir lo de antes, poner el foco de atención en el deseo y placer de la mujer era algo que en el medievo occidental ni se planteaba ni veían la necesidad de tener que hacerlo.
La cuestión es que poco a poco, hablando de técnicas y posturas para retardar o acelerar el orgasmo, se empieza a animar el tema y al final se acaban describiendo más de 20 posturas sexuales. Que no llega a las 100 del Kamasutra hindú, pero que tampoco está nada mal.
Otra posición: estando tumbado el hombre, que la mujer se coloque de espaldas y en cuclillas encima de su verga; él la sujetará de los lados, mientras que ella vuelva la cabeza y se encuentre con su mirada y su rostro sonriente.
Speculum al joder. página 60
Carla Mila dice
Tan interesante como siempre. Todos los lunes aprendo una buena lección.
Gracias por compartir contenidos tan interesantes,
Saludos y feliz semana!!
Maryasexora dice
Gracias a ti por tu puntual cita semanal!
Feliz semana.
Besicos.
Ester Álvarez G. dice
Gracias, Mary, por hablarnos de este interesante y desconocido tratado.
Lo de los «cojones de asno salvaje y los hígados de gallina gorda» me ha llegado. XD XD XD
Sin duda sólo por el hecho de que hable del placer femenino en esa época, ya merece la pena leerlo.
Besitos 😉
Maryasexora dice
Jajaja, pues eso que no he puesto la cita de las sanguijuelas…
La verdad es que es muy curioso y se lee en media tarde.
Gracias por la visita.
Besicos.