Uno de los objetivos de este blog es conseguir que la gente pierda el miedo a los juguetes sexuales. Quisiera que los vean como lo que son, como juguetes, como productos creados para nuestro disfrute y placer. Con esa idea en la mente, vamos a hablar sobre un clásico entre los clásicos dentro de este mundo: los vibradores.
Empecemos por lo básico, ¿cuál es la diferencia entre un vibrador y un dildo? Que el vibrador tiene un motor que le hace vibrar y el dildo es sólo un juguete con forma de falo, no tiene motor, no vibra, la acción depende de una misma. En algunas webs encontraréis que denominan consoladores a los dildos. Aunque son lo mismo, a mí, no me gusta esa palabra. Yo utilizo un dildo para darme placer, no para consolarme. No necesito consuelo, quiero placer. De ahí mi reticencia a usar la palabra consolador.
Hace un tiempo ya os conté la historia del vibrador. Por si no os acordáis, os refresco un poco la memoria. Básicamente, en el siglo XIX se hizo muy popular una terapia a base de masajes (quien dice masajes, dice masturbación) para tratar la «histeria» femenina. Este tipo de masajes conseguían provocar un «paroxismo histérico», que no orgasmo (impensable en aquella época que una mujer tuviera orgasmos) que dejaba a la buena señora de lo más contenta y relajada. El problema era que realizar estas masturbaciones a mano era muy cansado, por lo que en 1880, el doctor Joseph Mortimer Granville creó el primer vibrador eléctrico para agilizar la terapia y darle descanso a su mano.
Tipos de vibradores:
Vibradores hay de todos los tamaños, formas, colores, para estimualación externa, del punto G… Yo me voy a limitar a describiros aquí, digamos, los más conocidos, los más comunes. Para ello, me he basado en la lista de vibradores que podéis encontrar en Miorgasmo, tienda amiga y de confianza. Empecemos:
Vibradores clásicos.
Digamos que son los tradiciones, con forma de falo para uso interno y externo. Disponen de varias velocidades y diferentes ritmos. Los hay de todos los tamaños y tipos de diseño. No están creados para estimular alguna zona en concreto, simplemente tienen forma de falo. Para que os hagáis una idea, dentro de esta categoría se encontraría el vibrador Tango del que os hable hace poco.
Vibradores punto G.
Ya os dije en su momento que el punto G existe y os lo podéis estimular cuando queráis con este tipo de vibradores. ¿Por qué?, ¿qué tienen de especial? Su forma, está especialmente diseñado para estimular el punto G. Para los que no estuvieron ese día en clase, recuerdo que el punto G se encuentra en la pared anterior de la vagina. Por concretar más, entre unos 2.5 y 7.5 cm dentro de la vagina entre la uretra y el pubis:
Bien, si alguna vez os habéis lanzado a su búsqueda, habréis comprobado que para estimularlo habéis tenido que curvar un poco los dedos, ¿verdad? Pues este tipo de vibradores son fácilmente reconocibles porque también están curvados. Están diseñados con un poco de curva en su parte superior para facilitar la presión en ese punto.
Dentro de esta categoría se pueden incluir algunos de los famosos conejitos rampantes. Este tipo de vibrador se hizo muy popular gracias a la serie Sexo en Nueva York. En uno de sus episodios, una de sus protagonistas se negaba a salir de su habitación tras comprar uno de estos conejitos. La gracia de estos conejitos es que tienen como un «saliente» para estimular a la vez el clítoris. Este es un ejemplo del típico vibrador conejito rampante con el que entenderéis mejor qué quiero decir con «saliente»:
En este caso la cabeza no está curvada, no está diseñado para el punto G. Por eso he dicho que se pueden incluir en esta categoría algunos de estos conejitos. Recordad que si lo que buscáis es un vibrador que estimule el punto G, tiene que tener la cabeza curvada. Que incluya o no un «saliente» para estimular el clítoris ya es otro tema.
Vibradores para clítoris.
Como os podéis imaginar, este tipo de vibradores están diseñados para la estimulación directa del clítoris. Suelen ser más pequeños, aunque no es un requisito imprescindible, de uso externo y disponen de varias velocidades y ritmos de vibración. Vamos a ver, cualquier vibrador puede estimular de manera directa el clítoris en un momento dado. Sí, estamos de acuerdo en eso. Pero este tipo de vibradores, por su textura, tamaño y funciones, han sido creados por y para el clítoris en exclusiva.
Un ejemplo de este tipo de vibradores y que a mí me tiene enamorada perdida es el Vive Minu. Tiene forma de ratón de ordenador y entra perfectamente en una mano, pero su gracia está en su parte de debajo. Se coge como un ratón y sus botones de control tienen una disposición parecida a la de un ratón, por lo que es muy intuitivo. Pero si le dais la vuelta, encontraréis un abombamiento a lo largo de este juguete que tiene pinta de conseguir maravillas.
Por desgracia, yo sólo lo he podido tener entre mis manos, pero a vosotros os pongo por testigos que algún día lo tendré entre mis piernas. Hecho el juramento también os recuerdo que se aceptan regalos, donaciones, ayudas económicas… Todo sea por informar, ya sabéis que no es vicio, es documentación.
Vibradores realísticos.
Creo que no hay que explicar mucho aquí. Estamos hablando de vibradores que intentan asemejarse, visualmente hablando, lo máximo posible a un pene. Suelen ser de color carne (los hay de toda raza y tonalidad) disponen de venas en relieve y suelen resaltar mucho el glande. Como la mayoría de los vibradores, disponen de diferentes ritmos y velocidades. Simplemente, su seña de identidad es que tratan de asemejarse lo máximo a un pene. Algunas suelen ser réplicas de actores pornos como la del archiconocido Nacho Vidal.
Personalmente, este tipo de vibradores son los que menos me llaman la atención. En esto de los juguetes eróticos me llaman más los de «diseño» que los realísticos. Pero esto sólo es una cuestión de gustos personal.
Vibradores para pareja.
Este tipo de vibradores están diseñados para poder ser utilizados en pareja, a la vez, durante la la penetración. Suelen ser muy curvados, casi con forma de «u» y bastantes finos, casi como las balas vibradoras para facilitar de esta manera la penetración y su introducción. Con este tipo de vibradores se acabaron las excusas del tipo: un vibrador es un sustituto. Como podéis ver, estos vibradores están diseñados para integrarlos en la relación, para utilizarlos CON la pareja. No estoy diciendo que los anteriores no se puedan utilizar en pareja, sólo que no se pueden utilizar durante la penetración.
Un ejemplo de este tipo de juguetes es el vibrador LELO IDA:
Tranquilos, ya paro, ya no os doy más datos. Creo que esta puede ser una clasificación bastante decente y básica de vibradores. A partir de aquí, ya los podréis encontrar con más o menos extras como puede ser con control remoto y/o sumergibles. Como os he dicho al principio, mi idea es que os acerquéis al mundo de los juguetes eróticos, que les perdáis el miedo. Espero haber demostrados que casi, casi, hay un tipo de vibrador para cada persona y que no se trata de sustituir a nadie. Se trata de aumentar el placer jugando, ya sea a solas o en pareja.
Ahora, dentro de tooooda esta amplia gama de juguetes, imagino que alguien se estará haciendo la pregunta del millón. ¿Cómo elijo mi primer vibrador? Pues siento decir que no hay una respuesta universal. Depende de lo que a ti te guste.
Esto es como comprarse un coche. Cuando me saqué el carnet de conducir y quise comprarme mi primer coche, buscaba algo mediano y compacto pero de cinco puertas. Esa eran mis preferencias. Seguramente otro buscase una ranchera o uno pequeño de tres puertas. Para gustos los colores. Lo que parece claro es que a nadie se le ocurre comprarse de primeras un Audi nuevecito y equipado hasta el techo con todos los extras para rallarlo o abollarlo la primera vez que aparques al lado de una columna. Normalmente, tu primer coche es baratito. Algo económico comprado con la idea de «destruzarlo» hasta que te sueltes conduciendo.
Pues aquí se aplica la misma ley. No nos volvamos locos y no nos compremos de primeras un vibrador de 3 cifras con todos los extras. Vayamos a lo básico. Que prefieres estimulación directa del clítoris, pues ya sabemos los que tenemos que buscar. Pero deja los extras para más tarde, disfruta del descubrimiento de nuevos juguetes. Una vez que compruebes que realmente ese es tu vibrador y no le vas a abandonar en el fondo del cajón, entonces, puedes dedicarte a mirar «Audis».
Mi pene es curvo. Nací así cuando hago el amor me duele.. Bueno todos estos vibradores excelentes para todos los gustos están diseñados por la gran experiencia quien lo descubrio están en el mercado para el placer de aquellos (a).disfruten de placer incomparable ok
Como he dicho, hay casi un vibrador para cada uno. Tan sólo es tener claro qué es lo que uno quiere, definir sus gustos y lanzarse a por ello.
Un saludo.
Tan informativa como siempre. ¡Vivan los vibradores!
Besotes.
¡Gracias!
No los abandones, ellos nunca lo harían, jajaja
Besico
No hay dudas que estas protexis no nos abandonan., nunca. Lo probare y luego les cuento.