Hace un tiempo vi un documental sobre las vírgenes juradas y desde entonces tengo ganas de hablar de ellas. No sé si alguno ha oído hablar del tema, pero me parece una tradición muy curiosa aunque un poco triste, todo sea dicho. Además, quiero aprovechar la ocasión y refrescar una serie de conocimientos que aún no quedan del todo claros como son el sexo biológico, la orientación sexual y el género.
El Kanun
Lo primero que tenemos que hacer es ponernos en situación, en concreto, nos tenemos que ir a Albania. En Albania existe el Kanun, una serie de leyes tradicionales albanesas trasmitidas fundamentalmente de manera oral. En el siglo XV, Lekë Dukagjini se encargó de que esa serie de leyes se pusieran por escrito. Aunque no está claro quién es el precursor de que estas leyes acabasen por escrito, el Kanun de Lekë es el más extendido y es el que desde el sigo XV, regula el comportamiento, principalmente, de los clanes del norte de Albania.
Quiero dejar claro desde ya que este código está al margen de la ley oficial. Es decir, el código penal de Albania no recoge ningún artículo del Kanun y no tiene ninguna validez en su sistema jurídico. Son unas leyes fuera de la ley. Un conjunto de artículos y de normas de comportamiento bajo las que se rigen ciertos clanes del norte de Albania y algunos pueblos de Kosovo.
No tiene validez legal por una parte bastante controvertida: la «deuda de sangre». Básicamente se resume en: «ojo por ojo, diente por diente». Si algún miembro de una familia mata a otra persona de otro clan, este clan, el del asesinado, tiene derecho a matar a cualquier miembro varón de la primera familia, la del asesino. La única manera de estar a salvo de esta venganza, es permaneciendo en casa, porque la casa se considera inviolable en el Kanun. Salvando muchísimo las distancias, es como cuando de pequeños jugábamos al escondite y decíamos: ¡casa! para salvarnos. Pues en este caso, la casa, la vivienda es el único sitio en el que pueden estar a salvo de esta «deuda de sangre».
Por si no os habéis dado cuenta, la venganza sólo se aplica a los varones. ¿Por qué? Porque el papel de la mujer, según esta ley, queda relegado a un segundo plano. Os podéis imaginar: la mujer debe hacerse cargo de las tareas domésticas, cuidar de los niños, ser fiel a su marido, bla, bla bla…
Burnesha
Pero bueno, ¿qué tiene que ver todo esto con las vírgenes juradas? Ya llegamos a ello, no os desesperéis. Además de todas estas normas morales que la mujer debe cumplir, también se especifica que no tienen derecho a alegir marido. Se deben casar con quien hayan concertado los padres. Y por si fuera poco y para que no quede ninguna duda de que la mujer en la elección de su matrimonio ni pincha ni corta, el artículo 31 especifica que si es huérfana, el derecho de, dígamos, «elección matrimonial» le corresponde a sus hermanos u otros parientes. ¡Cágate!
Como os podéis imaginar, estas mujeres no pueden rechazar el matrimonio porque eso sería una ofensa para su familia y en este tipo de sociedades o clanes donde se rigen por leyes y costumbres tradicionales, la honra es lo más importante. Y aquí, en este punto, es donde entra en juego la figura de las vírgenes juradas. La única manera de evitar un matrimonio concertado sin caer en la deshornra es convertirse en burnesha, en una virgen jurada. Hay que jurar ante los hombres más importantes del pueblo que se renuncia de por vida a mantener relaciones sexuales y vivir, a partir de ese momento, como un hombre.
Existe otro motivo por el que se pueden hacer vírgenes juradas, el económico. Como las mujeres tampoco pueden heredar según esta ley, cuando en una familia no existe una figura masculina que pueda heredar los bienes familiares, se acepta que una mujer de la familia asuma este nuevo papel para que la herencia no se pierda. A ser posible que sea una chica joven por aquello de ser virgen…
Una vez que se jura este cambio (social) de género, ya no hay marcha atrás, ya deben acabar sus días como un hombre. ¿Por qué tomar esta decisión? Los motivos creo que son evidentes: escapar de un matrimonio no deseado y obtener a cambio ciertos derechos y libertades. Porque como hombres ya pueden beber, fumar, llevar pantalones, manejar armas… Una serie de derechos que como mujer jamás podrían disfrutar y, además, como vírgenes juradas gozan del respeto de la comunidad.
Hoy en día casi no queda ninguna virgen jurada y las pocas que hay son muy ancianas. No es que sea para tirar cohetes, pero es que ya gozan de un poco más de libertad y, por suerte, no tienen que utilizar este tipo de «salvoconducto». Otro tema es el de la «deuda de sangre», esa ley se sigue aplicando en algunos clanes porque el ser humano es bastante rencoroso, no nos engañemos.
En algunos casos, aparentemente, parecen verdaderos hombres como habéis podido comprobar en la foto de portada. Si tenéis mucha curiosidad por ver alguna virgen más, hay un reportaje fotográfico, obra de Jill Peters sobre estas mujeres. En este enlace podéis ver buena parte de su obra.
Sexo biológico, orientación sexual y género
Ahora que conocemos un poco mejor a las vírgenes juradas, me gustaría hacer ese pequeño repaso de conceptos que os prometí al principio.
Empecemos con el que parece que genera menos confusiones, el sexo biológico. Son las características biológicas que nos caracterizan como hombres, mujeres o intersexuales (presentan características de ambos). Son el conjunto de los procesos genéticos, hormonales y órganos sexuales. En este caso, las vírgenes juradas son biologicamente mujeres. Su sexo biológico es el de una mujer.
Sigamos con la orientación sexual. Aquí es donde empiezan los líos. Para empezar que quede claro de una vez por todas, que no tiene nada que ver con el sexo biológico. La orientación sexual hace referencia a la atracción, deseo, interés o amor que siente una persona, con independencia de su sexo biológico, hacia otras personas según su sexo. ¡OJO! atracción por el sexo de las personas, no por su género. Que quede claro este punto. Si os dais cuenta, se habla de homosexualidad: atracción hacia otra persona del mismo SEXO; heterosexualidad: atracción hacia otra persona de distinto SEXO, bisexualiad: atracción hacia ambos SEXOS o Asexualidad: no hay deseo o atracciónpor ningún SEXO. Veis a donde quiero llegar, ¿verdad? Y sí, ya sé que no todas las orientacionse sexuales se resumen en estras cuatro, pero es que si me pongo a describir todas, esto no se acaba nunca.
En el caso de nuestras vírgenes juradas, su orientación sexual puede ser cualquiera, pero ella ha jurado ser célibe, no mantener relaciones sexuales con nadie ni casarse con otra mujer. He visto que existen teorías que dicen que estas mujeres son lesbianas (homosexuales) reprimidas. Como os podéis imaginar, en el Kanun, la homosexualidad masculina se considera una deshonra, la femenina, ni se contempla. En este tipo de sociedades tan machistas, el sexo de la mujer es nulo. No tiene mucho sentido convertirse en burnesha sólo porque sea lesbiana, porque como os acabo de decir, han jurado ser célibes y no se pueden casar con nadie. Es decir, no va a conseguir nada, no va a poder mantener ninguna relación. La motivación para ser virgen jurada es más bien social (conseguir ciertos derechos y libertades) y/o económica (mantener a salvo la herencia familiar).
Por último quiero hablar del género. Con este concepto hay mucha gente que anda muy perdida. El género viene marcado por cada cultura y puede variar de un grupo a otro. Es el conjunto de expectactivas sociales y culturales sobre cómo debe comportarse un hombre o una mujer. La identidad de género es una percepción, subjetiva, propia de cada uno que nos hace identificarnos con los roles masculinos o femeninos. Aquí la orientación sexual no pinta nada, no se trata de averiguar qué personas nos atrae, sino con qué conductas nos sentimos identificados. ¿Lo entendéis?
En este caso, no es que se identifiquen con el género masculino, no es que se sientan hombres, no es un caso de transexualidad. No se identifican con el sexo opuesto a su sexo biológico, sólo se transforman en hombres y se comportan como tales por una cuestión social, no por una decisión personal, interna. No creo que el cambio se produzca por sentir una incoherencia entre el sexo biológico y el género, aunque pueden existir casos también, no lo descarto. Espero que os quede claro este punto también.
Por mi parte nada más. Espero que os haya parecido interesante este tema, ya os digo que a mí me pareció muy curioso y digno de conocer, más sabiendo que en el momento que fallezcan las acutales vírgenes, esta figura desaparecerá. Por suerte.
Fuentes:
- www.elpais.com
- www.entremujeres.clarin.com
- Malmö University: The Kanun of Lekë Dukagjini.
- www.pikaramagazine.com
Interesante el artículo, desconcíamos lo de las vírgenes juradas y nos ha dejado atónitos O.O
«Nunca te acostarás sin saber una cosa nueva». Pues ya tenéis la lección del día, jajaja.
Besico
Muy interesante, pero muy triste que para poder conseguir ciertas «libertades» tuviesen que renunciar a su identidad…
¡Hola guapísima!
Cuando vi el documental me pareció una tradición muy peculiar, pero a la vez muy triste.
No sé si esta tradición es muy conocida o no, pero me gustaba la idea de contarla aquí.
Besico
Wow, no tenía ni idea de esta tradición. Conozco culturas machistas en las que los derechos de la mujer son limitados pero lo de forzarlas a cambiar de género no la había escuchado nunca. Pobres vírgenes juradas, que tristeza…
Me he quedado impresionada!
¡Hola guapa!
A mí me pareció muy curioso y creo que es una tradición poco conocida. Me pareció muy curioso a la vez que muy triste. Tener que renunciar a tu vida por conseguir un poco de libertad…
Como les dije a las ranitas, nunca te acostarás sin saber algo nuevo, jajaja
Besico
Aunque algo decepcionante que estas mujeres hayan renunciado a sus relaciones sexuales, me parece un post super interesante y como siempre con una naturalidad fascinante. besos cielo!
Gracias a ti por la visita.
Como ya he dicho, me pareció una tradición muy curiosa y creo que es poco conocida. Por suerte, parece que está en vías de extinción.
Un besico guapa!
¡Qué cosas tan interesantes nos enseñas Mary! Siempre se puede aprender algo nuevo, y el blog es la muestra. Lo del machismo, para que haya quien dice que son invenciones de las feministas, que nos lo imaginamos, pero es una realidad demasiado arraigada, solo espero que entre todos podamos contribuir a cambiarlo.
Besotes.
Por suerte, ya es una tradición casi extinguida. Pero sí, es bastante lamentable que tengas que renunciar a tu sexualidad para poder librarte de un matrimonio concertado.
Pero bueno, no está de más conocer un poquito este tipo de historias para aprender de ellas.
Besico guapa.