Hay conceptos que se enquistan en la sociedad y que parece que son imposibles de quitárnoslos de encima. La virginidad y las dichosas pruebas de virginidad son un claro ejemplo de ello. Es increible que a estas alturas tengamos que seguir explicando que la virginidad no tiene nada que ver con hímenes rotos o intactos. Pero es lo que hay. Así que no queda otra que repetir las cosas, las veces que sean necesarias, hasta que nos quedan claras.
En más de una ocasión me han llegado a preguntar si realmente es necesario hacer un blog de educación sexual hoy en día. Mi respuesta es siempre la misma. Por desgracia, sí. ¿Por qué? Porque hoy en día siguen existiendo mitos que tenemos tan incrustados en la sociedad que parece que son imposibles de erradicar.
Aunque algunos vivamos en nuestra burbuja y pensemos que ya están más que finiquitados, la realidad siempre te acaba pegando un buen viaje. Eso es lo que me pasó cuando me enteré de la noticia del rapero y actor Clifford Joseph Harris Jr., más conocido como T.I.
Este, en una entrevista en un podcast, comentó que llevaba a su hija una vez al año al ginecólogo para comprobar si seguía siendo virgen o no. Es decir, para que le realizara una prueba de virginidad. Por lo menos, como era de esperar, se le ha echado todo el mundo encima. Tanto es así que al final ha tenido que recular, pedir perdón y reconocer que la había cagado. ¿Por qué? Porque como os decía al principio, la virginidad ni tiene nada que ver, ni se puede medirse en función del estado de un himen.
¿Qué es la virginidad?
El concepto de virginidad está ligado a la religión. Pero por más que le he dado vueltas a este asunto, no he sido capaz de encontrar la forma de explicar lo que significa la virginidad desde el punto de vista religioso. He visto cosas como que es una forma de amor, una virtud, un regalo… e incluso en la web del Vaticano he leído algo de fecundidad espiritual con Dios, signifique lo que quiera significar eso.
Lo que me ha quedado claro es que es más que mantener o no relaciones sexuales. Sí, la integridad física o corporal es una parte fundamental de la virginidad. Pero la virginidad va más allá. Es una decisión personal. Una manera de vivir la sexualidad. Es una forma de vida.
Y como creencia o forma de vida, podré estar de acuerdo o no con ella (más bien no), pero lo respeto.
¿Dónde empiezan los problemas? Cuando el concepto sale de la esfera privada, la creencia de cada persona, y se hace pública, la acoge y expande la sociedad. Y lo hace tomando una parte como el todo. Reduciendo la virginidad a lo físico. Acotando un concepto cultural y religioso, a algo físico y anatómico. A mantener o no relaciones sexuales. Más concretamente, a si hemos practicado o no nuestro primer coito.
¿Relaciones sexuales o coito?
Y aquí tenemos nuestro segundo problema. Cuando sintetizamos todas las relaciones sexuales en una única práctica: la penetración vaginal.
No, no es necesario que activéis el pin parental. No os voy a hablar de coitocentrismo ni de heteropatriarcado ni de ideología de género. Pero nadie (o eso espero) puede negar que es muy triste (y aburrido) reducir todo el sexo al coito. Es como ir todos los días a un buffet libre para comer pan.
Es decir, en un abrir y cerrar de ojos, hemos pasado de lo que en principio es una decisión personal sobre cómo vivir la sexualidad, a la idea colectiva de que se es virgen si no se ha mantenido una práctica sexual en concreto.
Para rematar todo este asunto, llegamos al punto de cómo averiguar si una es virgen o no. El tercer problema es creer que la virginidad se mide en función del estado del himen.
Pruebas de virginidad
El himen es un tejido fibroelástico, una membrana más o menos flexible, que cubre parcial o totalmente la abertura vaginal y que se encuentra ubicado entre los dos pliegues de la vulva. ¿Para qué sirve? ¿Cuál es su función? Pues no está claro. Lo que sí sabemos es para lo que no sirve. Su estado no tiene nada que ver con la virginidad de una persona.
Tradicionalmente se ha asumido que si la mujer es virgen, bueno, si no ha mantenido ninguna penetración vaginal, el himen debe permanecer intacto. Pero eso no tiene que ser así. Esta membrana se puede romper practicando algún deporte de impacto como el ciclismo o incluso accidentalmente. Esto por una parte, pero es que por otra, hay hímenes que son muy flexibles y permiten la penetración sin llegar a romperse.
¿Qué son los test de virginidad?
Hay culturas que llevan a cabo distintos rituales para comprobar la virginidad como, por ejemplo, la prueba del pañuelo. Pero este tipo de pruebas también las realizan médicos. Básicamente introducen un dedo en la vagina de la mujer para examinar el estado de sus paredes vaginales. A la conclusión que se llega con esta prueba es que si están muy blandas o débiles es porque está acostumbrada a la penetración.
Desde 2018 la OMS lleva pidiendo que se eliminen este tipo de prácticas porque, entre otras cosas: «Virginity testing violates the right to be protected from discrimination based on sex». Es decir, que se viola el derecho a ser protegido de la discriminación por sexo.
Y aquí es cuando alguno saltará: ¡Ya estamos otra vez con la ideología de género! ¡Qué no es discriminación! Que solo «le pedimos» esta prueba a las mujeres porque en los hombres no hay manera física de verificarlo.
Ya… ¡Pero es que en el caso de las mujeres tampoco! Que la virginidad no es ni un concepto físico ni médico. Que el estado del himen no tiene absolutamente nada que ver con la virginidad. Que estamos confundiendo el tocino con la velocidad.
Carla Mila dice
Pues claro que es necesario un blog de sexualidad!!
Las generaciones que vienen lo necesitan, y yo diría que muchos y muchas que las anteceden.
Muy bueno lo de la virginidad, es un ejemplo de cómo sigue siendo una especie de «lastre» para mujeres de ciertas etnias.
Si en España nos puede sorprender los de la raza gitana, Africa ya es otro mundo como bien comentas.
Feliz semana y Gracias!!
Carla Mila
Maryasexora dice
Espero que de verdad se erradique este tipo de prácticas.
Besicos.
Ester Álvarez G. dice
Pues no conocía la noticia del rapero que comentas y me he quedado flipada O_O
En fin… que sí, que seguimos arrastrando los mismos mitos y tonterías… y que hace muuuuuuuuchaaaaaa falta educación sexual. Gracias por tu trabajo. 😉
Besitos
Maryasexora dice
Por desgracia sí… Espero que poco a poco avancecemos y dejemos atrás estos mitos.
Besicos.