Acompáñenme en esta triste historia que empieza con un «yo no soy homófobo, pero…» y que acaba con las zonas libres de ideología LGTB.
Empecemos por el principio. Este post surge a raíz de un comentario que vi por redes sociales sobre el Día Internacional contra la homofobia, la transfobia y la bifobia. Por si no lo sabéis, cada año, el 17 de mayo se conmemora que ese día, en 1990, la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales.
Bien, como suele ocurrir con estos días, las redes sociales se llenaron de mensajes cargados de buenos deseos, respeto, igualdad, tolerancia… pero también de los típicos «yo no soy homófobo, pero…».
Yo no soy homófobo, pero…
Os podéis imaginar lo que suele ir detrás de ese pero, ¿verdad? De todo y nada bueno. Pero como una ya no tiene la santa y bendita paciencia de la gran Laura Marcilla para debatir con ciertos individuos por redes sociales, pensé en dar una réplica en forma de post.
¿Pero cómo? Hace menos de un año ya hablamos de la homofobia en el mundo a través del informe ILGA. Y dudo que quienes piensen así lean dicho informe. Y si lo leen, muchos concluirán que la homosexualidad «solo se persigue en países tercermundistas». Porque aquí, en España, todos somos muy civilizados y pueden hacer de todo. Hasta casarse. ¡Qué más quieren! ¿Adoctrinar a nuestros hijos? Porque yo no soy homófobo, pero a mis hijos que no les enseñen perversión. (Perversión = educación sexual en leguaje cavernícola).
Y en este punto es cuando aparecen en esta historia las zonas libres de ideología LGTB de Polonia. De repente. Como si fuese una señal. En el telediario empezaron a hablar de estas zonas.
Zonas libres de ideología LGTB
¿Cuándo y por qué comienzan?
Todo se remonta a febrero de 2019 cuando el alcalde de Varsovia, Rafał Trzaskowski, firma una declaración de apoyo e intengración de la comunidad LGTB. Era la primera vez que se hacía algo así en el país. La primera vez. En 2019.
Entre otras medidas de esta declaración, se incluía el compromiso de introducir contenido sobre diversidad sexual y de género, educación sexual, en los colegios para combatir la discriminación. ¿Y qué pasó? Pues que el líder del partido ultraconservador, por no decir de derecha tirando muy a la derecha, puso el grito en el cielo. Jarosław Kaczyński, líder del partido que gobierna Polonia, el PiS (aunque suene muy gracioso no tiene nada de gracia), se puso a decir que estas medidas atentaban contra las familias, los niños, amenazaban al país… ¿Os suenan estos argumentos?
El caso es que lo que en un principio se hizo para luchar contra la homofobia, paradojicamente acabó convirtiéndose en la excusa perfecta para desatarla gracias a la inestimable ayuda de este partido. El encargado de avivar las llamas del odio.
Y entre otras muchas consecuencias y acciones desatadas, se encuentran estas zonas libres de ideología LGTB. Strefa wolna od LGBT en polaco.
Marzo de 2019, el condado de Świdnik se declara libre de ideología LGTB
Con quince votos a favor, una abstención y dos en contra, el condado de Świdnik firmó en marzo de 2019 la primera declaración de condado libre de ideología LGTB. Una muestra de apoyo para que profesores y padres no se viesen presionados para tener que educar en respeto a la diversidad y puedan seguir haciéndolo bajo los valores tradicionales de familia que inculca la iglesia católica.
A esta declaración se fueron sumando más y más ciudades y condados. También el periódico conservador Gazeta Polska puso su granito de arena regalando a sus lectores unas pegatinas «zonas libres de ideología LGTB». No sin su polémica previa puesto que en un principio anunciaron que el lema sería «zona libre de LGTB».
#StrefaWolnaOdLGBT #naklejka #LGBT wkrótce wraz z „Gazetą Polską” #GazetaPolska pic.twitter.com/EWB3FMpIY8
— Gazeta Polska – w każdą środę (@GPtygodnik) July 17, 2019
Y así, como quien no quiere la cosa, en poco más de un año, la tercera parte de Polonia ya se ha declarado como zona libre de ideología LGTB. Un tercio de su superficie en poco más de un año. Más de 80 ayuntamientos, y sumando, ya se han definido de esta manera.
¿Qué implica esta declaración?
Se trata de una iniciativa más bien simbólica, entre otras cosas, porque si fuese una resolución vinculante iría contra las leyes de la Unión Europea. Pero que sea simbólica a nivel legal no le quita ni un ápice de su carácter homófobo. Cuando una ciudad o condado se declara de esta manera se compromete a abstenerse de impulsar medidas que promuevan la tolerancia LGTB como las marchas del orgullo, por ejemplo, y a no financiar a ONGs o fundaciones que trabajen por la igualdad de sus derechos.
Reacciones internacionales
El verano pasado, el periódico italiano La Repubblica, se hacía eco del brutal ataque que sufrieron los manifestantes que acudieron a la primera marcha del orgullo que se celebraba en la ciudad de Bialystok. En ese artículo comparaban el siniestro parecido entre sus zonas denominadas «Strefa wolna od LGBT» con las acuñadas por Goebbels como «Judenfrei». Término que utilizaban en el Tercer Reich para denominar las áreas libres de presencia judía. Y no son las únicas declaraciones que equiparan ambos términos.
A mediados de diciembre de 2019 el Parlamente Europeo aprobó una resolución para condenar estas zonas y dio un tirón de orejas a España por los discursos de odio que lanzó cierto partido de derechas, muy derechas, en las elecciones generales.
Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar
Y aquí es donde quería llegar. Os he contado todo esto para decir: cuidado hacia donde vamos. Que se empieza con un yo no soy homófobo, pero… «no, preferiría no tener nietos de una pareja homosexual. Preferiría que si mi hijo es homosexual no adoptara”, se continúa pidiendo el pin parental para que a mis hijos no se les «adoctrine en la ideología de género» y se acaba poniendo cartelitos de «LGTBfrei» en la fachada del ayuntamiento.
Todos sabemos que las crisis son el caldo de cultivo perfecto para los extremismos. Pero los extremismos nunca traen nada bueno. Se alimentan de la crispación de la gente para alimentar su odio. Y ya sabemos hacia donde lleva eso:
Ahora en serio, estoy empezando a ver cosas que no me gustan un pelo. Es más, me ponen los pelos de punta. Sirva como ejemplo la imagen de un energúmeno salvapatrias subido a un coche al grito de «baja marica. Baja hijo de puta». Y todo porque en la marcha a la que acudía, «la caravana por España y su libertad», alguno tuvo la osadía de lucir una bandera que se ve que no era la autorizada. En este caso, la del orgullo gay.
Antes os comenté que La Repubblica escribió sobre las brutales agresiones a los asistentes de la primera marcha del orgullo en la ciudad de Bialystok, Polonia. Pues para finalizar con este post, os dejo un vídeo de esa manifestación. No os quiero dejar mal sabor de boca, pero sí que reflexionemos un poco. Que aunque pensemos que Polonia nos pilla un poco lejos y «esto aquí no pasa», seamos conscientes de los mensajes de odio que se lanzan por parte de ciertos partidos políticos para no caer en sus redes de odio. Porque en este país nadie es homófobo, pero…
Carla Mila dice
Leyendo tu artículo parece que no avanzamos todo lo necesario en este aspecto.
¿De quién es la culpa? ¿De la hiprocresía social? ¿De los políticos?
Me inclino más por pensar en lo primero.
Un saludo y gracias por compartir posts tan interesantes.
Carla Mila
Maryasexora dice
En mayor o menor medida, creo que la culpa es de todos.
Que tengas una buena semana.
Besicos.
Sonia dice
Cuando aparecen conceptos como «ideologías de…» la instalación y circulación dentro del imaginario social se provoca con tal rapidez que parece que estás corriendo en una cinta del gimnasio.
Hay que seguir desparramando nuestros pareceres irreverentes. No queda otra. Gracias por el artículo
Maryasexora dice
Gracias a ti por la visita y el comentario.
Besicos.
Ester Álvarez G. dice
Sólo decirte que me encantó el post, elevado a la enésima potencia… y agradecerte por ello. Totalmente de acuerdo con todo lo que comentas.
En cuanto a eso de las «zonas libres de ideología LGTB»… puff, sin comentarios 🙁
Besos! 🙂
Maryasexora dice
Me alegra muchísimo saber que te ha gustado.
Besicos.