¡Porque me lo estabais pidiendo a gritos! Por fin puedo hablar de mi experiencia con la copa menstrual. Y no una copa cualquiera. Vamos a hablar de las maravillas de la copa Eureka! Cup, la primera copa menstrual autovaciable.
Si os parece bien, empezaremos por explicar algunas cosillas de las copas menstruales para, cuando ya tengamos las cosas claras, dar comienzo a la review de la Eureka! Cup.
¿Qué es una copa menstrual?
Es un recipiente que se introduce en la vagina con el fin de retener el flujo menstrual. Es decir, para que se quede depositado dentro. Y como ya habréis adivinado, se llama así porque tiene forma de copa.
Características generales:
- Normalmente son de silicona médica, hipoalérgicas. También las hay fabricadas en látex.
- Son muy flexibles para poder ser introducidas fácilmente y que se adapten perfectamente a las paredes vaginales.
- Son reutilizables. Una copa menstrual, conservándola adecuadamente, nos puede durar hasta 10 años.
- Buena para ti y para el medio ambiente. Al ser de silicona hipoalérgica, es suave, flexible y no porosa, no daña tu vagina. Como su función es la de recoger y no absorver el flujo, tampoco produce sequedad o irritación. Y como es reutilizable, no generamos ningún desecho.
- A medio/largo plazo es el método más económico. Aunque de primeras el desembolso económico es mayor, es más cara que tampones/compresas, se amortiza a los pocos meses. Recordemos que estamos haciendo una compra que nos va a durar años.
Tallas de la copa menstrual
Sí, la copa menstrual tiene distintas tallas. Pero no, elegir un tamaño u otro NO DEPENDE DE LA CANTIDAD DE NUESTRO FLUJO VAGINAL. A la hora de elegir una copa debemos guiarnos más bien por una serie de factores como nuestra edad, si hemos tenido o no partos vaginales o nuestra complexión. Todo ello nos dará información del estado de nuestro tono muscular. El verdaderamente determinante a la hora de la elección.
En función de esos datos, normalmente las copas se venden en dos tallas:
- Talla A. Es la talla estándar. Depende de la marca, puede medir aproximádamente a los 42-44 mm de diámetro y tener una capacidad de 25-27 ml. Esta sería la medida recomendada para aquellas mujeres menores de 30-35 años o mujeres que no han tenido parto vaginal.
- Talla B. Es la talla grande. Nuevamente, dependiendo de la marca, puede medir sobre 46-50 mm de diámetro y disponer de una mayor capacidad, más de 30 ml. Es la que se suele recomendar para mayores de 30-35 años o aquellas que han tenido uno o más partos vaginales.
¿Cuál es el problema con las tallas?
Primero que cada marca tiene sus propios baremos. Lo que para una es una M, otra la llama S. Y segundo y más importante, que cada mujer es un mundo y esto son solo unos indicadores. Es decir, esto es una guía, no una ciencia exacta.
Por ejemplo, en mi caso, como mayor de 35 años (por poco, ¿eh?) y con un parto vaginal me correspondería la copa grande. Sin embargo, con la M o estándar me va fenomenal. Se ve que los músculos del suelo pélvico son los únicos que debo tener en forma…
Bromas a parte, mi consejo es que antes de compraros una copa, más que guiaros por estos estándares, preguntad y dejaros asesorar por el personal de la tienda. Ya sea tienda física u online, os resolverán cualquier duda sobre la elección de la talla.
Y ahora que ya conocemos un poco lo que son las copas menstruales, pasemos a presentar a la protagonista de la review. La Eureka! Cup.
Contenido de Eureka! Cup
- Tubo de cartón a modo de embalaje con información básica sobre la Eureka! Cup.
- La copa Eureka! Cup.
- Manual de instrucciones. Si nunca habéis usado una copa, es imprescindible leerlo porque se explica cómo se debe introducir, vaciar, extraer y limpiar.
- Bolsa de tela para guardar la copa tras su uso y también poder transportarla de forma cómoda y discreta.
Características técnicas
- Fabricada en silicona médica. Es hipoalérgica y no va a dañar nuestra flora vaginal.
- Talla única, lo que en la actualidad se corresponde a una M/L. Aclaro esto porque tengo la copa desde hace casi un año y por aquel entonces, sólo disponían de una talla única, pero ahora las tienen en talla S, M/L y XL. La S tiene una capacidad de 13 ml de flujo menstrual y un diámetro de 38 mm. La medida M/L digamos que es la medida estándar, la indicada para la mayoría de los casos. Tiene una capacidad de 20 ml y un diámetro de 42 mm. La XL está pensada para suelos pélvicos muy debilitados o vaginas muy anchas ya que posee una capacidad de 31 ml y un diámetro de 47 mm.
Para salir de dudas con las tallas de la Eureka Cup, podéis acceder a su PDF de medidas.
Sistema de vaciado
Esta es la característica que la diferencia del resto de las copas. Su sistema de vaciado sin necesidad de tener que ser extraída. ¿Cómo? A través de su tubito de vaciado.
Mientras que el resto de copas acaba con un tapón, anilla o similiar, es decir, un tirador cerrado que queda fuera de la vagina, la Eureka! Cup dispone de un tubito de unos 5 cm de largo y con una boquilla abierta de unos 5 mm de diámetro que permite vaciarla sin ser extraída.
Y sí, funciona. Se vacía. Esos 5 mm son más que suficientes para que la sangre fluya perfectamente, coágulos incluidos. Lo especifico porque, esto de los coágulos, era una cuestión que me generaba alguna duda. Vamos, que estaba convencida de que en cuanto se formara alguno, aquello haría tapón y se acabaría el invento. Pero no. Sinceramente, me sorprendió darme cuenta de que estaba equivocada.
Manual de uso de Eureka! Cup
Esterilización y limpieza
Antes de usarla hay que esterilizarla. Un buen remojón en agua hirviendo durante 4-5 minutos es suficiente. Esto proceso hay que repetirlo cada vez que iniciemos o finalicemos la menstruación. Mientras que estemos menstruando, no es necesario esterilizarla cada vez que nos la quitemos, con limpiarla con un poco de agua y jabón neutro es suficiente.
Aunque hemos dicho que se vacía sin necesidad de tener que quitárnosla, por higiene y evitar infecciones, no está de más sacarla completamente una vez al día para darle un agua. Podéis aprovechar el momento de la ducha para hacer un dos por uno.
Bueno, aunque no lo he dicho, además de lavar la copa también nos debemos lavar nosotras las manos antes de manipularla. De nada sirve tener una copa como «los chorros del oro» si luego nuestras manos están llenas de restos de comida o churretones varios…
Insercción
Este paso junto con la extracción son los que más quebraderos de cabeza dan. Pero es tan solo cuestión de práctica. De verdad. Yo fui la primera que cuando vio aquello pensó: esto va a ser difícil. Pero para mi sorpresa no fue así. Y mira que soy pato… Así que si yo fui y soy capaz de hacerme a ella, vosotras también. A unas puede que les cueste más que a otras, pero es solo cuestión de práctica y paciencia. Si os la han regalado o la comprasteis y la dejasteis arrinconada en un cajón porque no os apañabais, dadle otra oportunidad. De verdad, no os imagináis lo cómoda que es. Y este modelo ya ni os cuento.
Primer paso: Introducción de la copa
La copa, en su parte superior, digamos en lo que sería el filo de la copa, tiene cuatro muescas. Lo que tenemos que hacer es doblarla desde cualquiera de esas muescas con el dedo índice. De esta manera, reduciremos el ancho de la copa para facilitar su inserción.
Con paciencia, algo de lubricante de agua o directamente agua, en una posición en la que nos sintamos cómodas y ayudándonos con la otra mano para separar los labios vaginales, introduciremos la copa. Esta tiene que quedar completamente desplegada. ¿Cómo sabremos si está bien desplegada? Fácil. Si al pasar un dedo por la base de la copa notamos algún pliegue, es que algo no ha ido bien y hay que volver a repetir el proceso. Una, dos, tres y las veces que sean necesarias hasta que al pasar el dedo notemos toda la base, lo que sería el culo de la copa, completamente redondo, desplegado.
Segundo paso: Introducción del tubito
Una vez que ya tenemos la copa bien puesta, toca introducir el tubo de vaciado. Con la ayuda de los dedos, lo doblaremos por la parte más cercana a la base e introduciremos en la vagina dejándolo en posición vertical. Explicado así, con palabras, suena algo engorroso, pero realmente esta parte es la más sencilla porque ambos extremos del tubo son muy flexibles y se doblan e introducen sin ninguna dificultad.
Vaciado
Con las manos limpias, apretamos el tubito, lo sacamos, apuntamos y dejamos de hacer presión para que fluya la sangre y se vacíe. Así de fácil y sencillo. Como yo digo: sacamos la chorra y listo.
Y hablando de chorras, sí que es importante la parte de ejercer presión en el tubo y apuntar antes de soltar, porque si lo sacamos directamente, a las bravas, puede que dejemos un váter un tanto impresionista…
Esta operación, la del vaciado, se puede hacer cada 12 horas. Mi consejo es que no apuréis tanto, sobre todo los días de más flujo. Como no cuesta nada, se puede aprovechar alguna de las veces que vayamos a hacer pis para vaciarla también. Yo lo suelo hacer varias veces al día, los días de mayor flujo, y dos o tres los de menor.
Una vez que hayamos terminado, nos «limpiamos la chorra» con papel higiénico o si no hay, con un pañuelo y lo volvemos a introducir. Y listo.
Aunque no lo he dicho antes, el pitorro ni se nos va a salir ni va a provocar pérdidas. Pero sí que puede que quede algún resto de sangre en la entrada de la vagina al sacarlo. Por eso, tampoco está de más asegurarse que la entrada de la vagina está limpita también.
Extracción
Para sacarla por completo, primero sacamos el tubo, como acabamos de ver, y luego agarramos con dos dedos la base de la copa y la extraemos.
Recordad esterizarla una vez que acabemos el ciclo y luego guardadla en su bolsita.
Guía de uso en imágenes
Como una imagen vale tanto como mil palabras, para los que necesiten verlo, aquí dejo un GIF animado haciendo todo lo que he mencionado en los pasos anteriores.
Y también en vídeo con mi maravillosa voz 😉
Mi valoración de la Eureka! Cup
Se ha convertido en mi método de higiene
Después de probarla no quiero volver a saber nada ni de tampones ni de compresas. Así. Tal cual.
Me parece de lo más cómodo. No hay que estar pensando en si llevas o no tampones, ahorras dinero, no la notas, no sientes ninguna molestia y eso de poder vaciarla simplemente sacando el tubito, me parece maravilloso.
Ya os digo que lo que más reparo me daba era el saber ponérmela y qué pasaría con los coágulos. Y en ambos casos me ha sorprendido para bien.
Así que tan solo me queda darles las gracias a Sensual Intim y la Universidad Politécnica de Cataluña por haberla creado y haberme cambiado mi método de higiene menstrual.
Carla Mila dice
Muy buenas recomdaciones, sobre todo referente a las tallas.
Guiaros bien por lo que dice Mary, que yo tuve que comprar dos.
No me cansaré de decirlo.
Estupuendo artículo!
Feliz semana y gracias por compartir.
Saludos
Carla Mila
http://www.carlamila.es
Maryasexora dice
Por desgracia no creo que seas la única que ha tenido que comprar dos copas…
Muchas gracias por la visita y por tu comentario.
Besicos.
Ester Álvarez G. dice
Pues gracias como siempre por este nuevo post y por hablarnos de esta copa menstrual, que la verdad me genera mucha curiosidad. 😉
Besitos!
Maryasexora dice
Pues es una maravilla. Me parece de lo más cómoda. Eso de «sacar pitorro» y listo, no tiene precio.
Besicos.
An dice
Pues a mi me ha venido regular porque al ir al baño y hacer fuerza, parece que la copa no hace vacío y se me va cayendo y es una molestia xk ya la notas más baja y hay que subirla
Maryasexora dice
Hola!
Por lo que cuentas, puede que sea un contratiempo relacionado con la talla de la copa. Quizá sea algo más pequeña de lo que necesites porque una vez que se coloca, se hace vacío y no se mueve de posición.
Besicos.