¿Es posible que en la Biblia encontremos una relación homosexual? Parece imposible, pero muchos opinan que la relación entre David y Jonatán va más allá de la pura amistad. ¿Estarán en lo cierto? Veamos qué es lo que nos cuenta la Biblia sobre estos dos personajes.
¿Quiénes son David y Jonatán?
Pues David es el que se enfrentó a Goliat. Sí, ese David.
Era el menor de los ocho hijos de Isaí. Y al ser el menor, le tocó lo que quedaba, que era básicamente lo que nadie quería, las tareas de pastoreo. David era un pastor. Pero un pastor de buena familia porque pertenecía al árbol genealógico del mismísimo Jesucristo. Así que Dios tenía mejores planes para él. Le eligió para ser el futuro rey de Israel. Pero como no podía serlo de la noche a la mañana, lo primero era colocarle al servicio del entonces rey. Así fue nombrado músico y paje de armas del rey Saúl.
Ahora bien, ¿quién era Jonatán? Esta respuesta es más corta. Era el hijo del rey Saúl.
El Primer Libro de Samuel
La amistad de David y Jonatán se cuenta en el Primer Libro de Samuel perteneciente al Antiguo Testamento.
Por poneros un poco en situación, al principio la relación entre el rey Saúl y David era todo amor y buen rollo. «Y cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa y tocaba con su mano; y Saúl tenía alivio y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba de él«. (Samuel 1 16:23).
Pero cuando David mató a Goliat, a Saúl le empezó a entrar un poco de envidia. Y cuando a esa muerte se le sumaron las de más enemigos y se empezó a hacer famoso y a ganarse el cariño de la gente, esa pequeña envidia, se tornó en tirria infinita. Tanto es así que David empezó a temer por su vida, y con razón.
En estas circunstancias estamos cuando Jonatán entra en acción. Y lo hace a lo grande.
Pacto entre David y Jonatán
Aconteció que cuando él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo. (Samuel 1 18:1).
E hicieron pacto Jonatán y David, porque él le amaba como a sí mismo. Y Jonatán se quitó el manto que llevaba, y se lo dio a David, y otras ropas suyas, hasta su espada, su arco y su talabarte. (Samuel 1 18:3-4).
Empieza con ganas la historia, ¿eh?
Un pequeño apunte. Jonatán, además de ser hijo del rey, era un gran guerrero. Por tanto, entregarle su espada y su arco no significa regalarle cualquier cosa. Le está ofreciendo algo que para él tiene un valor especial.
A Saúl se le están hinchando, y mucho, las narices
En este punto de la historia, la relación entre Saúl y David ya es insostenible. Saúl le pone al frente de varias batallas contra los filisteos pensando que en alguna de estas le matarían. Pero nada más lejos de la realidad. Siempre volvía victorioso y su nombre cada vez era más conocido y estimado.
En una de estas intentonas, Saúl le dice a David que le dará a su hija mayor si pelea las batallas con los filisteos. Al final «el trueque» se hace con la otra hija, con Mical, que le ponía ojitos a David. Como David era humilde, le hace saber a Saúl que él no tiene mucho que ofrecer, a lo que Saúl responde: «…El rey no desea la dote, sino cien prepucios de filisteos, para que sea tomada venganza de los enemigos del rey. Pero Saúl pensaba hacer caer a David en manos de los filisteos«. (Samuel 1 18:25).
«¿Que quieres cien? Sujétame la cerveza. Se levantó. Se marchó. Mató a doscientos filisteo. Volvió a casa y le dijo a Saúl: ¿querías cien? Pues aquí tienes doscientos prepucios«. (Libre interpretación de MaryAsexora de los versículos de Samuel 1 18:17-27).
Capítulo 19. Saúl procura matar a David
Efectivamente, este asunto de los prepucios fue la gota que colmó el vaso. A partir de aquí, ya Saúl fue a cuchillo a por David. Bueno, más que a cuchillo a lanza. Le intentó clavar una lanza en varias ocasiones. Pero ahí estaba Jonatán para protegerle e interceder con su padre.
Habló Saúl a Jonatán su hijo, y a todos sus siervos, para que matasen a David; pero Jonatán hijo de Saúl amaba a David en gran manera, y dio aviso a David, diciendo: Saúl mi padre procura matarte; por tanto cuídate hasta la mañana, y estate en lugar oculto y escóndete. Y yo saldré y estaré junto a mi padre en el campo donde estés; y hablaré de ti a mi padre, y te haré saber lo que haya. (Samuel 1 19:1-3).
Pero la cosa no mejoró mucho y al final David tuvo que salir huyendo de palacio.
Capítulo 20. Amistad de David y Jonatán
Como este capítulo es algo largo os hago un pequeño resumen. David se esconde de Saúl en Ramá, pero no de Jonatán. David se queja a Jonatán de que su padre le quiera matar. Algo bastante normal, por otra parte. A lo que Jonatán, más o menos, le responde que no es para tanto. Que puede que le tuviera algo de tirria, pero no como para llegar la sangre al río.
Entonces David le propone a Jonatán hacerle una encerrona a su padre. Jonatán cenaría con Saúl y cuando le preguntase por David, le diría que le dejó marchar a Belén con su familia. Si Saúl respondía de buena manera o indiferente, Jonatán tendría razón y los temores de David serían infundados. Sin embargo, si se mosqueaba, es que la cosa iba en serio. ¿Y cómo reaccionó el rey?
Entonces se encendió la ira de Saúl contra Jonatán, y le dijo: Hijo de la perversa y rebelde, ¿acaso no sé yo que tú has elegido al hijo de Isaí para confusión tuya, y para confusión de la vergüenza de tu madre? (Samuel 1 20:30).
Este hecho puso punto y final a esta historia, imagino que para la seguridad de David.
… y besándose el uno al otro, lloraron el uno con el otro; y David lloró más. Y Jonatán dijo a David: Vete en paz, porque ambos hemos jurado por el nombre de Jehová, diciendo: Jehová esté entre tú y yo, entre tu descendencia y mi descendencia, para siempre. Y él se levantó y se fue; y Jonatán entró en la ciudad. (Samuel 1 20:41-42).
Fin de la historia de David y Jonatán
A partir de aquí cada personaje toma caminos distintos, aunque creo que se vuelven a cruzar en otra ocasión más. El final de esta amistad se narra en el Segundo Libro de Samuel cuando David se entera de la muere de Jonatán.
¡Cómo han caído los valientes en medio de la batalla! ¡Jonatán, muerto en tus alturas! Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatán, Que me fuiste muy dulce. Más maravilloso me fue tu amor que el amor de las mujeres. (Samuel 2 1:25-26).
¿Amistad o amor?
Como podéis imaginar, la Iglesia defiende que entre David y Jonatán sólo hay una amistad. Es más, esta relación es la que se nos vende como ejemplo de verdadera amistad. Pero como habéis podido comprobar, la interpretación de algunos versículos nos puede llevar a pensar que había algo más que amistad entre ambos.
¿Qué opináis? ¿Lo que existía era amor o amistad? Sea lo que sea, espero que os haya gustado esta nueva entrada de Sexo divino.
Fuentes:
Carla Mila dice
Interesante artículo para empezar bien la semana.
Yo creo que la Iglesia negaría la evidencia. La Biblia, al no de decirlo expresamente…es «palabra de Dios».
Gracias por compartir Mary.
Saludos!!
Carla Mila
http://www.carlamila.es
Maryasexora dice
Gracias a ti por tu visita y tus palabras.
Besicos.
Ester Álvarez G. dice
Una semana más, muy interesante todo lo que nos cuentas. Desde luego parece que aquí había tema… a saber! O_O
Gracias por hablarnos sobre ello 😉
Maryasexora dice
Por lo menos sí que se genera la duda de si estamos hablando de amistad o de algo más, y como todo en la Biblia es interpretable, pues…
Besicos.