En el retorno de Sexo Divino, vamos a hablar del mito de Príapo y su peculiar maldición: una eterna y dolorosa erección. Mito que da origen al priapismo.
Aunque ya os conté hace un tiempo este mito en Sexanaliza2, he pensado que no estaría mal recuperarlo, darle un pequeño lavado de cara y añadirlo oficialmente a nuestra categoría de Sexo divino.
El mito de Príapo
Príapo es una divinidad menor grecoromana. ¿Esto qué significa? Que es uno de los dioses de la mitología griega y romana, pero no de los principales. Aunque no jugaba en primera, en el mundo rural contaba con una gran cantidad de adeptos. Le consideraban el protector de los animales y de la vegetación (cultivos, huertas, cosechas…), era símbolo de la fecundidad y fertilidad masculina y, además, le utilizaban como amuleto contra el mal de ojo. Vamos, que valía para un roto y para un descosido.
Pero bueno, si Príapo es conocido por algo, no es por su protectorado agrícola y ganadero, si no por su descomunal pene erecto. Un instrumento que haría llorar de envidia al mismísimo negro del whatsapp.
Seguro que más de uno está pensando ahora: ¿y qué hay que hacer para tener un pene de tal dimensiones? Pues ser maldecido. Y es que, aunque alguno no se lo crea, tener un pene de este tamaño y siempre erecto, es una maldición. Y encima, en este caso, el probre fue castigado sin comerlo ni beberlo. Por castigar a su madre, recibió él la condena.
Fruto de un desliz de Afrodita
Sobre el papel, Príapo es hijo de Afrodita y de Dionisio. ¿Esto qué quiere decir? Pues que es hijo de la diosa de la lujuria, el amor, la pasión, la atracción física y el sexo y del dios del vino y de los excesos.
Con estos antecedentes genéticos, uno podría pensar que teniendo en cuanta los excesos de los padres, normal que el niño saliese como salió. Peeeeero las malas lenguas dicen que Príapo no fue fruto de esa relación, si no de un lío que tuvo Afrodita con un ex mientras estaba con Dionisio, y por culpa de ese deliz, Príapo acabó pagando el pato.
Al parecer, en un viaje de Dionisio, Afrodita volvió a los brazos de un antiguo ex, de Adonis. Aunque la cosa duró poco y la relación acabó cuando Dionisnio regresó, aquel rolllito tuvo premio en forma de embarazo. Y aunque, supuestamente, Dionisio nunca supo de aquel desliz y que el hijo no era suyo, Hera, esposa de Zeus, decidió tomarse la justicia por su mano y castigar por aquello a Afrodita.
Esto es lo que dicen las malas lenguas griegas. Las romanas directamente sostienen que el rollito lo mantuvo con Zeus. Imagino que por aquello de que en cualquier lío de faldas, posiblemente Zeus estaría por medio… (Bueno, en realidad Zeus, para los romanos era Júpiter, pero ya sabéis cómo se las gasta la mitología).
El castigo de Hera
¿Por qué Hera fue la que decidió castigarla? Bien, en el caso de la versión romana, no hay muchas dudas: porque se lió con su marido, con Zeus. Pero para la versión griega, también hay razones de peso.
Hera, además de esposa de Zeus, es la protectora del amor conyugal y la familia. Si a eso le añadimos que ya tenía un poco atravesadilla a Afrodita, pues o bien esa relación extramatrimonial fue la gota que colmó el vaso o, simplemente, fue la excusa perfecta para castigarla.
¿Cómo la castigó? Pues maldiciendo el resultado de aquella relación extramatrimonial de Afrodita. Condenando a Príapo a tener su miembro siempre erecto.
Y en este punto, yo tengo que decir que a mí esto que hizo Hera me parece muy feo. Eso de castigar a los hijos o que los hijos tengan que pagar por los errores de sus padres, no me parece justo. ¿Qué culpa tiene el pobre muchacho de ser fruto de un lío extramatrimonial? ¿No me digáis que no había otra forma de castigar a Afrodita? No, Hera, no. Eso no se hace.
En fin, como os decía, este mito sería el origen de lo que hoy se conoce como priapismo. Una enfermedad que se caracteriza por una erección prolongada, no deseada y dolorosa.
Y hasta aquí esta nueva entrega de Sexo divino. Espero que hayáis refrescado conocimientos y que, como siempre, os haya parecido interesante.
Aunque esta historia ya la conocía… una semana más gracias por informarnos y sacarnos alguna sonrrisilla 😉
Priapismo o lo que se conoce vulgarmente como estar más empalmado que el mástil de un barco 😀 😀 😀
Besitos!!
Jajajaja, la verdad es que creo que hay más gente que conoce más esa versión vulgar que la oficial.
Gracias a ti por la visita, como todas las semanas.
Besicos.
Hola:
Leí hace poco en uno de tus post que los de esta temática tienen menos tirón que las reseñas… pero es que yo los disfruto un montón!
Hacía mucho que no oía el mito de Príapo, así que me ha venido bien refrescar la historia. Lo que no sabía era su filiación, no recordaba quienes eran sus padres, aunque sí que Zeus y Hera andaban de por medio.
Saludos! !
Me alegra mucho leer que disfrutas con esta sección, porque yo también disfruto muchísimo escribiendo estos posts.
Y cuando se habla de líos de faldas en mitología, apuesta a que Zeus siempre andará por ahí.
Besicos.
¡Qué bueno, Mary! Sabía de esta enfermedad, pero no de su origen divino. Me viene a la mente la típica advertencia de cuidado con lo que deseas, je, je, je… Es curioso que en épocas pretéritas la condena por tus propios pecados podía recaer en un miembro de tu familia. Algo espantoso, pero que fue real. El hacer recaer el peso de la ley solo en el infractor fue uno de los principios de la moderna legislación penal. Un abrazo y se echaba de menos esta sección!
Es que muchas veces no pensamos las consecuencias de ciertos deseos y, aunque, tener una erección eterna sería el sueño de muchos, no estaría de más darle un par de vueltas a las posibles consecuencias que conllevaría esa situación.
Yo lo de condenar a los hijos por los actos de los padres no lo veo, pero sí, antes era una práctica habitual y ahora muchos la siguen manteniendo.
Besicos.
Ohhhh, adoro esta sección!! Solo de pensar en la incómoda vida que llevaría Príapo me da dolor, pobrecito, encima de bastardo, «apaleado»…
Más, más, quiero más de estoooo!
El pobre, sin comerlo ni beberlo, tuvo que apechugar con el castigo de su madre. La verdad es que mantener una erección constante tiene que ser muy doloroso y no se lo desearía a nadie, aunque más de uno seguro que desearía vivir así…
Besicos.