Si el Punto G lo definí como ese gran desconocido, el Punto P (el G masculino) es el gran marginado y dentro de nada lo entenderéis.
Los hombres, al igual que nosotras, cuentan con un punto estratégico y muy sensible que puede llegar a desencadenar orgasmos muy intensos. Uno, leyendo esto puede pensar, ¿y dónde está el problema?, es estupendo. Ya, claro, todo es una fiesta hasta que se descubre dónde se encuentra y cómo estimularlo…
He mencionado fugazmente que el equivante a nuestro Punto G en hombres se le conoce por Punto P. ¿Por qué? Por su ubicación, la próstata. Soy consciente de que aquí ya más de uno se me ha venido abajo y no quiere saber nada más de este tema y ese, por desgracia, es el problema de este punto, el miedo y el tabú que genera en el sector masculino. Ahora, os digo una cosa, por seguir leyendo, no váis a perder nada y quién sabe si al final os animáis…
La próstata, es un órgano glandular pequeño, del tamaño de una nuez, situada delante del recto y debajo de la vejiga, cargada de terminaciones nerviosas, lo que le hace tan sensible y, por ello, objetivo de estimulación. Antes de seguir, por si os queda alguna duda de su ubicación, os dejo una imagen para que os ayude a situarlo mejor.
Si la próstata no es un tema que guste en exceso a los hombres, suele ser por el medio por el que se accede a ella, y por lo tanto, a nuestro punto estratégico de hoy… el ano. Si amigos, por este motivo, el Punto P es un gran marginado. La sóla idea de que algo, lo más mínimo, entre por esa área o, simplemente, ronde por ahí provoca en muchos hombres un rechazo atroz y el efecto contraproducente de «apretar el culo». Dentro de lo malo, puedo entender ese rechazo, ahora, lo que nunca podré llegar a entender es que otro sector importante masculino lo rechace de pleno porque piense que por el hecho de explorarlo, uno se convierta en homosexual o no quiera probarlo por si le «acusan» de ello. Mi opinión: Ya somos mayorcitos para algunas niñerías, ¿no?
Sabiendo ya donde se encuentra y superados los miedos, vamos a lo importante, ¿no? ¿Cómo se estimula? Lo primero, lo fundamental, es estar relajado, no contraerlo. Masajead la zona, usad lubricante, invertid el tiempo que sea necesario para que la experiencia sea positiva… Que al final no se logra, pues a otra cosa, sin presiones, porque es mejor no forzar la situación ya que el resultado no va a ser positivo y eso va a condicionar de manera negativa posibles intentos futuros.
Una vez que el hombre está cómodo, relajado, existen dos alternativas de estimulación: indirecta o directa, que impresiona menos que decir externa e interna (¡sorpresa!). La externa es una buena opción como primer contacto porque, como os podréis imaginar, no es invasiva y eso hace que automáticamente uno «cambie el chip». Se trata únicamente de masajear y presionar suavemente, lo repito, suavemente, la zona del perineo, el área que se encuentra entre los testículos y en ano (en la foto anterior viene señalada), es fácil de localizar porque se nota un «bultito». El orgasmo no es tan intenso como el que se puede tener con el medio interno, pero ayuda a tener un primer contacto y puede que uno se anime a continuar explorando y experimentando.
La elección interna es eso, introducir un dedo o un juguete, localizar este punto mágico y estimularlo. Hay que hacerlo poco a poco y cuando la persona esté muuuuuuuuuy relajada y excitada. Mínimos consejos que ya sabréis pero que quiero recordar: uñas cortas y limadas, mucha lubricación y si se opta por un juguete, que sea eso, un juguete, no abro el frigorífico y pillo lo primero que veo, que los libros de anécdotas de médicos que tanta gracia hacen y con los que nos reimos todos, se escriben por estas ideas de bombero…
En nuestras tiendas de cabecera (Tu Caja Íntima, Sexlode, La Cacerola del Amour, La Maleta Juguetona, Sacia SexShop…) encontraréis una amplia gama de juguetes anales. De todas formas, la semana que viene la dedicaremos a descubrir alguno de ellos, ¡para que no tengáis ninguna excusa!
Actualización
Algunas de las tiendas que mencionamos han cerrado y por eso no hay enlace, pero podéis encontrar juguetes para estimular el Punto P en cualquier juguetería erótica.
hola, Yo estoy de acuerdo con lo que aquí se dice, apoyo esa idea. Yo a veces me estimulo por ahí y se siente rico
Muchas gracias por tu comentario Ramón. Efectivamente, estamos hablando de una zona muy sensible y placentera, pero marginada por todos los miedos y tabúes que le rodean, una lástima.
Me encanta esta publicación. Felicidades.
Muchísimas gracias por tu comentario Angie. Un saludo.
Es muy importante conocer este tema
Tienes toda la razón Angel, pero no sólo conocer sobre este tema, si no desmitificarlo también, que la gente se de cuenta de que no pasa nada por explorarlo.
Gracias por tu comentario. Un saludo.
A mi pareja le encanta que le haga esta estimulación, de hecho es habitual en nuestras relaciones. De paso decir que a mi también me gusta mucho hacerlo porque le veo disfrutar tanto que me llena el cuerpo y el alma.
Gracias por tu comentario Gema.
Para ellos es una zona muy placentera, ¡como que es su punto G! Pero pocos se atreven a experimentar. Me alegro que vosotros lo sepáis disfrutar y lo sepáis pasar bien.
Un saludo!
Fantástico artículo Maria!
Muy bien explicado.
¡Muchas gracias Cristina!
Besico