La obsesión del rey Candaules por compartir la belleza de su esposa acabó en tragedia. ¿Quieres saber cómo y por qué esta antigua historia dio origen al candaulismo?
Hoy en día todo, absolutamente todo, lo tenemos que compartir en las redes sociales: lo que comes, lo que bebes, la invitación de la boda de tu prima, el grano que te ha salido en el… Parece que si otras personas no lo ven y le dan like, no existe, no se disfruta igual. Da la sensación de que todo hay que exponerlo para poder disfrutarlo realmente, incluida a la pareja…
Y es que hay personas que disfrutan publicando fotos en redes de su pareja con ropa ceñida, con escotes pronunciados, con transparencias, con bikinis diminutos… Vamos, que se excitan exponiendo a su pareja ante los demás. Esta práctica se denomina candaulismo. (Aunque esto no quiere decir que todas las personas que comparten este tipo de contenido lo hacen por este motivo, ¿vale?)
Digamos que el candaulismo es una variante del exhibicionismo, pero en este caso, la persona no se exhibe a sí misma, sino a su pareja. Es una fantasía o práctica que consiste en exponer a la pareja (normalmente femenina) a otras personas. La persona busca la excitación sexual compartiendo visualmente a su pareja con otras.
Este término engloba prácticas que van desde exponer a la pareja en redes con poca ropa a desnudarla frente a otras o incluso a que practique relaciones sexuales con otras personas.
Pero esta práctica no es nueva ni mucho menos. Viene de lejos. En concreto este término surge de un relato del siglo IV a. C.
El rey Candaules y su «capricho singular»
Este monarca perdió la corona y la vida por un capricho singular. Enamorado sobremanera de su esposa, y creyendo poseer la mujer más hermosa del mundo, tomó una resolución a la verdad bien impertinente.
HerÓdoto. Los nueve libros de la historia. libro primero. clío.
Así empieza Heródoto este relato. Creando hype, algo que se ve que ya también se practicaba antes de Cristo…
Este historiador griego nos cuenta en el primero de Los nueve libros de la historia, que en Lidia había un monarca llamado Candaules, también conocido como Mirsilo, que estaba muy enamorado de su esposa y siempre estaba ensalzando su belleza ante los demás. Aunque en ningún momento del relato se la menciona por su nombre, también te digo…
El caso es que un día, cansado de que algunos no le creyesen, decidió pasar del dicho al hecho.
Es en ese momento en el que entra en escena Giges, uno de los guardias de confianza del monarca. En una de esas infinitas conversaciones en las que Candaules estaba presumiendo de esposa ante él y viendo que éste no terminaba de creérselo, le soltó, ni corto ni perezoso, que como las cosas se entienden mejor viéndolas que explicándolas, urdiría un plan para que Giges pudiera contemplar con sus propios ojos a su esposa en todo su esplendor. Desnuda, vaya.
A Giges, de primeras, no le hizo ninguna gracia la idea porque pensaba que su jefe se la estaba jugando. Pero donde manda patrón…
Y si te estás preguntando qué es lo que opinaba la esposa de todo esto, pues ya te digo que nada porque ella no lo sabía. La idea era que Giges la contemplara a escondidas.
El plan
Yo mismo te llevaré al cuarto en que dormimos, te ocultaré detrás de la puerta, que estará abierta. No tardará mi mujer en venir a desnudarse, y en una gran silla, que hay inmediata a la puerta, irá poniendo uno por uno sus vestidos, dándote entretanto lugar para que la mires muy despacio y a toda tu satisfacción. Luego que ella desde su asiento volviéndole las espaldas se venga conmigo a la cama, podrás tú escaparte silenciosamente y sin que te vea salir.
HerÓdoto. Los nueve libros de la historia. libro primero. clío.
Pero le vio salir... Y se lió. Como era de esperar.
Aunque aquella misma noche ella hizo como que no se dio cuenta de nada, a la mañana siguiente le llamó al orden. Pero no a su marido, sino a Giges. Básicamente le dio un ultimátum: o la cabeza de mi esposo o la tuya, pero los dos no me vais a volver a ver desnuda.
Viendo que no tenía muchas salidas, Giges optó por la opción menos trágica para él.
«Decidme, señora, ya que me obligáis contra toda mi voluntad a dar la muerte a vuestro esposo, ¿cómo podremos acometerle?». «¿Cómo?, le responde ella, en el mismo sitio que me prostituyó desnuda a tus ojos; allí quiero que le sorprendas dormido».
HerÓdoto. Los nueve libros de la historia. libro primero. clío.
Y así, una noche más, Giges volvió a ocultarse detrás de la puerta del dormitorio, pero esta vez con una daga en la mano para matar a Candaules mientras dormía.
Una vez que dio por concluida la venganza de la esposa, se casó con la ya viuda de Candaules y se convirtió en el nuevo rey de Lidia.
¿Y cuál es la moraleja de esta historia, te preguntas? Pues yo diría que no practicar juegos sexuales con tu pareja sin que ella lo sepa, que el consentimiento es lo primero y más importante.
Atribuciones:
La foto de portada es una obra de Jean-Léon Gérôme con licencia de dominio público.
Artículo redactado 100% libre de IA, casi libre de inteligencia pero 100% de humanidad.
Fuentes:
- Heródoto. Los nueve libros de la historia. Libro primero. Clío. Enlace al libro.
Deja una respuesta