Volvemos a la carga con una nueva entrada de Ilustres del sexo. En este caso, vamos a hablar de la emperatriz romana Mesalina. No sé si alguna vez habéis oído hablar de esta mujer, pero os adelanto que, a pesar de tener una vida muy corta, fue bastante intensa. Una vida llena de sexo, mucho sexo. ¿Queréis conocerla un poco mejor?
Valeria Mesalina nació en Roma en el año 25. Era hija de Marco Valerio Mesala Barbado y Domicia Lépida. Quizá estos dos nombres, así, soltados a bocajarro no os digan mucho. Pero sus padres pertenecían a lo más granado de la sociedad romana. Eran miembros de la Gens Julia, la familia más poderosa del Imperio Romano.
Aunque no es oro todo lo que reluce. Mesalina nació justo en la rama más pobre de la dinastía. Entre que su padre no destacó demasiado en la vida política y que, según dicen, su madre era un poco manirrota, lo único que podían lucir era el nombre. Poco más. Tenían cierto caché, pero no tenían dinero.
Por suerte para la familia, alguien se encaprichó de ella. Nada más y nada menos que Tiberio Claudio César Augusto Germánico, tío de Calígula.
Que se encaprichara de ella no era muy complicado puesto que dicen que Mesalina era una belleza. Sin embargo, Claudio, un buen partido, lo que se dice buen partido, a priori no era. Así de primeras, tenía trienta y seis años más que ella y ya le había dado tiempo a casarse dos veces. Pero más allá de su edad e historial amoroso, era cojo y tartamudo, motivos por lo que no estaba muy bien considerado en la corte romana.
Ante este panorama, no se puede decir que Claudio las tuviera todas consigo para conseguir que una muchacha de 15 añitos se convirtiera en su tercera esposa. Pero lo consiguió. Quizá aconsejada por su madre, que vio en su futuro yerno un filón político, Mesalina y Claudio contrajeron matrimonio en el año 40.
La emperatriz Mesalina
Al poco tuvieron su primera hija, Claudia Octava, y en el 41 nació «el ojito derecho de papá», Tiberio Claudio Germánico, conocido como Británico.
Ese año, el año 41, fue muy importante para la familia. Además de celebrar el nacimiento de su primer varón, el emperador Calígula fue asesinado. Esto no os lo cuento porque un asesinato sea motivo de alegría, ni mucho menos. Pero como Calígula era sobrino de Claudio y este era el único que quedaba de la dinastía y además, parecía bastante manejable, de la noche a la mañana Claudio fue nombrado emperador de Roma y Mesalina emperatriz consorte.
Deseo latente
Pero este nuevo cargo que, en principio, tiene que llenarle a una de orgullo y satisfacción, trajo la perdición de nuestra protagonita. Y es que al verse de emperatriz, empezó a dar rienda suelta a sus deseos más primarios. Bueno, vamos a ver, digamos que les dio más rienda suelta. Porque sus instintos siempre los sació, pero al verse de emperatriz, al verse llena de poder y colmada de atenciones, pues como que se vino un poco más arriba. Que, sinceramente, yo lo entiendo. Pasar de ser «los pringaos» de la familia a la emperatriz de Roma, pues como que tiene que dar su subidón. ¿No me digáis que no?
Como decía, en mayor o menor medida, antes de ser nombrada emperatriz, ella ya se las buscaba para satisfaccer su deseo sexual. De hecho, dicen las malas lenguas que, en la misma noche de bodas de la pareja, Mesalina realizó una escapadita nocturna con un esclavo porque la luna de miel con su recién estrenado cicuentón le supo a poco. Es más, y mirad que no me gusta malmeter, pero más de uno duda que «el ojito derecho de papá» fuera realmente hijo de papá…
Lo que os quiero decir, es que escapadas siempre hubo, pero una vez que llegó al poder, se desmelenó completamente. Esclavos, guardias, orgias y prostitución. Porque sí, Meslina ejercía la prostitución bajo el pseudónimo de Lyscisca.
Emperatriz de día, meretriz de noche
No se sabe si de manera continuada o de forma esporádica, aprovechando los viajes de Clauido, pero ejerció la prostitución para satisfaccer sus deseos sexuales. Por lo menos así lo recogió el poeta Décimo Junio Juvenal en sus Sátiras, en concreto en la Sátira VI.
Por lo visto, por la noche se colocaba una capa, se plantaba una peluca y bajo el pseudónimo de Lyscisca, se pasaba la noche en los burdeles de Subura.
Y aquí es cuando os cuento la anécdota más conocida de nuestra protagonista. Se dice, se comenta, se rumorea, que un día se levantó juguetona y propuso un concurso: ver quién mantenía más relaciones sexuales en un día. Unos dicen que el concurso se lo planteó a viarias mujeres de Roma, incluidas prostitutas, y estas elegieron a su compañera más famosa. Otros, en cambio, sostienen que retó directamente a la prostituta más famosa de Roma. Pero bueno, seleccionada o no por Mesalina, el caso es que el reto se llevó a cabo con aplastante resultado: 25 hombres para la prostituta profesional frente a los 200 de la emperatriz meretriz. Que también os digo que a mí 200 me parece un poquito exagerado, pero bueno…
Cifra exagerada o no, os cuento esta anécdota para que veáis que no se saciaba con facilidad. De hecho, muchos la consideran como una de las primeras ninfómanas de la historia.
Los caprichos de la emperatriz
Además de su deseo insaciable, hay que decir que donde ponía el ojo ponía la bala. Como se encaprichase de alguien, no paraba hasta conseguirlo. Y si ese alguien no correspondía a su deseo, esa persona estaba jodida. Y ahora no estoy hablando de sexo.
Como la lista de amantes muertos en extrañas circunstancias es bastante extensa, me limitaré a contaros los casos más sonados.
Cayo Apio Junio Silano
Cayo fue el amor platónico de Mesalina cuando era más joven. Por aquel entonces, Cayo estaba en Hispania. Pero como ser la mujer del emperador tenía sus ventajas, le pidió a su marido, a Claudio, que le trajera de vuelta a Roma para convertirle en su amante. Bueno, esto último imagino que no se lo diría.
El caso es que consiguió que volviera, pero no como amante, si no como padrasto.
¿Cómo os habéis quedado con este giro de los acontecimiento? Bueno, no sufráis porque la verdad es que esto no fue un duro golpe para nuestra protagonista. Más bien fue su plan para tenerlo más cerca, porque se dio cuenta de que Cayo no parecía muy dispuesto a cae rendido a sus pies. Y cuando por fin comprendió que no tenía nada que hacer con él, le acusó de traición contra Claudio y este le mandó ejecutar. Fin de la historia.
Valerio Asiático
El cónsul Valerio no fue exactamente el capricho de Mesalina, si no los jardines que este poseía. Al parecer, eran los más bonitos del lugar y no estaba muy por la labor de regalárselos como ella quería. ¿Pensáis que encajó bien la negativa? Pues, no. Así que, en vista de que ya le funcionó bien con Cayo, repitió la jugada y le acusó de conspirador contra su esposo. Resultado: se le permitió suicidarse en sus jardines. Jardines que luego ella convertiría en el escenario de sus múltiples orgias.
Mnester
Mnester era un actor del que se encaprichó Mesalina. El problema es que había de por medio otra mujer, Popea. ¿Cómo acabó la cosa? Mesalina acusó a Popea de adúltera y esta terminó por suicidarse. No contenta con eso, también acusó a Mnester de ser amante de Valerio, el de los jardines, provocando también su suicidio. De hecho, no queda claro si Valerio se suicidó por esta acusación, por la que os acabo de contar de traición o por las dos.
Puede que más de uno esté pensando, ¿cómo es posible que hiciera todo esto sin pensar que podría pagar las consecuencias? ¿Cómo podía hacer o deshacer a su antojo sin que nadie dijera nada? ¿Cómo es posible que Claudio no se enterara de nada?
Sobre el papel de Claudio, pues no sé si no lo sabía o simplemente, no quería saber. Sobre lo otro, sobre hacer y deshacer a su antojo y pensar que como se está por encima del bien y del mal, no habrá castigo, pues si queréis hablamos otro día sobre España, sus políticos y los volquetes de putas…
El fin de Mesalina
La gota que colmó el vaso llegó en el año 48. Mesalina se enamoró perdidamente del cónsul Cayo Silio y le convenció para que se divorciara de su mujer y se casara con ella mientras que Claudio se encontraba de viaje. Pero no os penséis que la boda se celebró en la más estricta intimidad por aquello de estar casada con el emperador de Roma ¡Qué va! Imagino que borracha de poder y sintiéndose intocable, montó un bodorrío del copón invitando a cónsules, senadores, la jet set romana… y todo esto presenciado por el pueblo, por supuesto.
Y claro, ¿qué pasó? Que le fueron con el cuento a Claudio. En concreto, se lo contó su fiel y leal liberto Narciso. Liberto al que, por cierto, Mesalina tiempo atrás le hirió en su orgullo masculino y a la que tenía desde entonces un poquito atravesada.
Ya fuera porque esta vez Claudio no quiso mirar para otro lado o, porque vio que este matrimonio podía ser una estrategia para quitarle del poder, regresó a Roma y los mandó ejecutar.
Mesalina fue atravesada por la espada de un centurión cuando tan sólo tenía 23 años.
Mesalina repudiada
Tras su muerte, se ordenó que todas las estatuas y representaciones que se habían realizado en su nombre se eliminaran. Querían borrarla de la historia. Lo que se conocía como damnatio memoriae. Pero como la vida es así, resulta que su nombre, Mesalina, adquirió un significado propio: mujer impúdica. Si no me creéis, buscad su nombre en el Diccionario de la Lengua Española.
Fuentes:
Carla Mila dice
Me encanta la historia de esta mujer.
Hoy se consideraría una verdadera ninfómana, pero en aquellos tiempos casi era una Diosa para los soldados que también disfrutaron de sus encantos.
Gracias por compartir
Saludos.
Maryasexora dice
Supo aprovechar bien su vida, eso es indudable, aunque realmente no sé si fue o no una ninfómana.
Gracias a ti por la visita, como siempre.
Besicos.
Maria Rivero dice
Como me gustan estas historias de ilustres del sexo! A Mesalina ya la conocía, igual que el hecho de que en Roma fueran tan comunes las prostitutas de la alta sociedad… Curioso cuanto menos! Recuerdo que una de las primeras veces en las que oi sobre ello fue al hablar de Pompeya y de cómo esta ciudad nos permitía conocer el día a día de un pueblo no tan ideal, sino mucho más humano y básico.
Claudio siempre me ha parecido un personaje muy interesante, ese emperador «empanado» incluso con los tejemanejes de sus esposas, y que, sin embargo, siempre sacaba provecho, tanto de hacer oidos sordos, como de hacerse el enterado.
Un saludo!
Maryasexora dice
Muchas gracias!
En aquella época era bastante más liberales que hoy en día, eso es verdad, y Mesalina supo sacarle buen partido a esa libertad. Y sobre Pompeya… bueno, eso da para un artículo entero.
Lo que no me queda claro es si Claudio era «empanado» real o de conveniencia…
Besicos
David Rubio dice
¡Madre mía, Mary! Tenía oído al personaje pero no conocía su historia. Desde luego le cundieron los escasos 23 años de vida. Imagino que alguna de sus hazañas quizá fueron exageradas con posterioridad, pero con que sea verdad la mitad… ¡puff!
Me ha venido a la cabeza esa frase de que el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente.
Maravillosa nota biográfica con tu habitual estilo ameno y desenfadado.
Un abrazo!
Maryasexora dice
Sí que le cundieron, sí.
Por supuesto que alguna de sus hazañas fuera exagerada y seguro que tampoco era tan fiero el león como lo pintan porque los historiadores no le tienen mucho aprecio a esta mujer.
Muchas gracias por tus palabras David.
Besicos.
Erika Martin dice
Hola Mary,
desconocía por completo la historia de esta mujer. Qué tía, sí que era insaciable y muy malvada. Me ha recordado mucho a lo que pasa en Dirección General en las empresas. A la gente se le sube el cargo a la cabeza, se creen que son intocables y como le lleves la contraria a algún jefe con el ego crecido, te vas para el otro barrio (o sea, el paro). Hablo de temas profesionales, pero el acoso sexual también está presente.
Me encanta cómo has contado la historia de la protagonista. Le has tenido que echar horas investigando.
Un besote
Maryasexora dice
Supo sacarle buen partido a su situación, sí.
Y sí, tienes razón, se nos suele subir rápidamente el poder a la cabeza. Yo sufrí en mis propias carnes la transformación de un compañero. Un simple trozo de tela, lo que indicaba que era responsable de los demás compañeros, le convirtió en un completo gili… Asi que imagínate lo que tiene que ser si te nombran emperatriz…
Besicos
Adrian Sanchez dice
Que interesante es siempre la historia.
Por cierto, muy buen blog.
Saludos desde http://www.malagasensual.com
Maryasexora dice
Muchas gracias por la visita y el comentario.
Un saludo
Ester Álvarez G. dice
A esta ya me la conocía porque escribí sobre ella para Más Allá del Placer, pero está bien recordarla y ampliar información. Una gran ilustre del sexo! ????
Maryasexora dice
¿Ah, sí? ¿ya has hablado de ella? ¡Anda! Pues ese me lo he tenido que saltar. Ahora voy a echarle un vistazo, seguro que descubro algo nuevo con tu post.
Besicos.
Ester Álvarez G. dice
Sí, pero hace mucho, seguramente no lo leíste o ya no te acuerdas, jaja. No era tan extenso porque se trataba de un artículo compartido con otro emperador. Pero si quieres echarle un vistazo te dejo el link:
https://masalladelplacer.com/roma-lujuria-y-poder/
Besitosss!
Maryasexora dice
Pues fíjate que ese me lo salté o no lo recuerdo. Pero tranquila que ya he enmendado mi error.
Muchas gracias por compartirlo.
MUCHA dice
bueno estas mucho en mi blog te debe de gusta jajaja
si te gusta te espero de verdad no a escondidas
un besito
Maryasexora dice
Pues ya lo lamento, pero no conocía tu blog. De todas formas, ya que me has colado tu spam, me pasaré por allí.
Besicos
Sofi dice
Que gustazo aprender historia así!! Si algún que otro profe nos contara al menos una de estas anécdotas al trimestre, seguro que el nivel de atención en clase y de aprobados en historia se dispararía!!
Menuda zorra esta Mesalina… con todos mis respetos a los zorros!! jajajaj
Besitos guapa, sigue ilustrándonos con tus ilustres!!
Maryasexora dice
Muchas gracias Sofi!!
La historia está llena de personajes interesantísimos. Sólo es cuestión de dar con ellos y darles algo de voz.
No se puede decir que la mujer se tomara demasiado bien las negativas…
Besicos.
Carmen García Ro dice
¡Qué mujer! No creo que me olvide jamás de este personaje histórico.
Muchas gracias por estos post tan bien documentados y que siempre me arrancan una sonrisa.
Besos,
Carmen
Maryasexora dice
Gracias a ti por la visita y por tus palabras Carmen.
Siempre he pensado que si a las historias le pones una pizquita de humor, se hacen mucho más llevaderas.
Besicos.