Descripción
ADVERTENCIA:
Aunque durante mucho tiempo las bolas chinas se han vendido como un juguete erótico, su objetivo no es proporcionar placer sexual. Son una herramienta para fortalecer/tonificar nuestro suelo pélvico.
Las bolas chinas nos ayudan a:
- Tonificar y/o fortalecer nuestro suelo pélvico.
- Mejorar nuestra lubricación natural.
- Prevenir posibles problemas de incontinencia urinaria.
- En la recuperación del tono muscular postparto.
Por ello, las bolas chinas son ideales cuando queremos mejorar o recuperar la musculatura tras un parto, si queremos mejorar nuestras relaciones sexuales, si practicamos deportes de impacto (bicicleta, running…) o queremos prevenir perdidas de orina.
ENTRENADOR DE SUELO PÉLVICO INTIMICHIC
Dentro de la amplia gama de kits y bolas chinas que hay en el mercado me he decantado por esta bola con pesos intercambiables porque me parece un kit de lo más completito.
- Está fabricado en silicona médica, hipo alergénica y libre de fosfatos. Tanto la carcasa, la bola en sí. Incluso la anilla para extraerla y los pesos están recubiertos de silicona médica.
- Ergonómico. Esa forma tan peculiar de pera con esa puntita tan delgada, hace que sea muy fácil de introducir. Aún así, aunque su forma facilite la inserción, ayudarse de un lubricante de base de agua siempre es buena idea.
- Cuatro pesos progresivos (5, 10, 20 y 30 gr.) para un ejercicio más completo. Por esto me suelen gustar más los kits que las bolas chinas simples. Los kits permiten, de forma gradual, ir ejercitando nuestro suelo pélvico de manera progresiva.
- Incluye una bolsa de satén. Una buena y sana costumbre que, por desgracia, muchas marcas están perdiendo. Y es que una bolsita para poder guardar nuestros productos ayuda a su conservación.
Consejos para su correcto uso:
Ayudarse de un lubricante de agua para facilitar, aún más, su inserción.
No llevarlas más de 15 minutos al día. Su uso prolongado puede producir fatiga muscular.
Empezar por intervalos cortos de tiempo, por ejemplo 5 minutos, e ir aumentando el tiempo poco a poco. Durante ese tiempo tendremos que estar en movimiento o, por lo menos, de pie. La bola, por el propio peso, tenderá a descender y caerse, generando un reflejo espontáneo de contracción de nuestros músculos del suelo pélvico. Si estamos sentadas pues… no hacemos mucho…
Comenzar el entrenamientos introduciendo sólo la bola sin ningún peso. Cuando la podamos mantener de manera cómoda, empezaremos a introducir el peso. Comenzar por la bola más pequeña, la menos pesada de 5 gr., e ir aumentando de manera progresiva de peso. Sólo se puede introducir una bola de peso.
No nos marquemos tiempos. El entrenamiento es progresivo y depende de cada persona. Habrá quienes en un mes puedan llevarla comodamente con la bola más pesada y otras lo harán en dos o tres meses.
Eso sí, como todo entrenamiento, se requiere un poco de constancia.
Se puede lavar fácilmente con agua y un jabón de pH neutro. Y para conservarla mejor, la dejaremos guardada en su funda.
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