Por si no lo sabéis, ayer fue el Día Mundial de la salud sexual. Este día se celebra para promover la salud sexual y dar a conocer los derechos sexuales. Este año el lema ha sido: ¡Rompamos los mitos! Para «mi vuelta al cole», he decido unirme a esta causa y aportar mi granito de arena. ¿Cómo? Intentando hacer un 2×1: Rompiendo mitos sexuales basándome en algunos de los derechos sexuales.
El Día Mundial de la Salud Sexual se viene celebrando cada 4 de septiembre desde el 2010 gracias a la iniciativa de la Asociación Mundial para la Salud Sexual o World Association for Sexual Health (WAS). Esta conmemoración se creó con la idea de fomentar y promover la salud sexual y los derechos sexuales. Todos los años se centran en un tema distinto y este año el lema ha sido: ¡Rompamos los mitos!
Lo que se intenta hacer en este días son distintas activdades, mesas redondas, charlas… En definitiva, diferentes acciones que, este año en concreto, traten de romper con esos mitos tan arraigados que tenemos que sufrir todos los días mediante información precisa, basada en conocimientos científicos y los derechos sexuales. Esta fue la propuesta de la WAS para este año y que podéis ver en su propia web.
Desde este humilde rincón, lo que he decido hacer para unirme a esta causa es explicar algunos derechos sexuales y los mitos que conllevan. No os los voy a explicar todos porque creo que la cosa se alargaría bastante y porque también os los indiqué cuando os hablé de este día en la sección de eventos. De todas formas, por refrescar memorias, simplemente os recuerdo que los derechos sexuales son todos aquellos Derechos Humanos relacionados con la sexualidad.
Un par de aviso antes de empezar. Este post se titula así, rompiendo mitos sexuales volumen 3, porque si no llevo mal las cuentas, este sería el tercer artículo que dedico a desmentir mitos, lo peor de todo es que algo en mi interior me dice que no será el último… Lo segundo que quiero decir, es que las definiciones de cada derecho las reproduzco tal y como vienen en la Federación Española de Sociedades de Sexología, luego, intentaré explicarlas a mi manera.
Rompiendo mitos sexuales.
Derecho a la libertad sexual:
Establece la posibilidad de la plena expresión del potencial sexual de los individuos y excluye toda forma de coerción, explotación y abuso sexual en cualquier etapa y situación de la vida.
Traducción libre para que nos entendamos todos: yo puedo ir/hacer/decir lo que me de la gana, es decir, expresar mi sexualidad de la forma que considere más oportuna y no tengo que aguantar ningún tipo de acoso o intimidación por parte de nadie. Todos tenemos derecho a vivir de manera libre nuestra sexualidad independientemente de nuestra orientación, identidad o género.
Sinceramente, no se me ha ocurrido ningún mito relacionado con este derecho, pero como me parece que es un derecho básico, no lo podía ignorar. Lo que sí que me vienen a la cabeza son un par de frases muy comunes y que atentarían contra este principio básico: mira ese, anda que no pierde aciete o mira a esa, va pidiendo guerra y luego pasa lo que pasa. ¿Quién no ha escuchado alguna vez estas frases? Esto nos sirve como ejemplo para darnos cuenta de la facilidad que tenemos para pisotear estos derechos…
Derecho a la privacidad sexual.
Legitima las decisiones y conductas individuales realizadas en el ámbito de la intimidad, siempre y cuando no interfieran con los derechos sexuales de otros.
Esto viene a decir que toda persona tiene derecho a preservar la privacidad de su sexualidad: vida sexual, prácticas sexuales, relaciones… y a controlar la divulgación que se pueda hacer de su sexualidad a otras personas.
Hoy en día está muy extendido esto del sexting, es decir, grabarse en vídeo o hacerse una foto de caracter sexual para enviársela por móvil a tu pareja o quien te de la gana. Esto es muy lícito, pero no lo es tanto que el receptor se lo acabe mandando a un tercero, un cuarto, un grupo de WhatsApp… ¿Por qué? Porque se estaría violando este derecho a la privacidad sexual.
Mito a destruir: el sexting es malo. Esta práctica no es mala de por si. El problema viene del uso que se haga de la misma. El sexting puede servir de aliciente en la pareja. Por ejemplo, puede servir para calentar motores e ir poniendo los dientes largos. Se puede enviar un mensaje que diga algo así: mira lo que te espera cuando llegues a casa e incluir una fotito eróticafestiva. ¿hay algo de malo en eso? En absoluto. El problema surge cuando una persona decide pasarse por el forro este derecho y le muestra el mensaje a sus amigos o lo cuelga directamente en una red social. Da lo mismo si ese mensaje se lo enseña a una sola persona o a todo su Facebook. El resultado es el mismo: violación del derecho a la privacidad sexual.
Derecho al placer sexual.
Prerrogativa al disfrute y goce sexual (incluyendo el autoerotismo), fuente de bienestar físico, intelectual y espiritual.
Repito por si a alguien no le ha quedado claro: incluyendo el autoerotismo. Es decir, hacer uso y disfrute de la masturbación es fuente de bienestar físico, intelectual y espirutual. Este es un derecho que todos tenemos al alcance de nuestra mano (guiño, guiño) y que deberíamos ejercer día sí y día también con independencia de si hay pareja o no de por medio. ¿Por qué? Porque es un derecho sexual y es fuente de bienestar físico, intelectual y espiritual, ahí es nada.
Mito a destruir: todos aquellos en contra de la masturbación. Las mujeres no se masturban, si te masturbas te salen granos/pelos en las manos, si tienes pareja no te debes masturbar, bla, bla, bla. Recordad que todos estos mitos lo único que hacen es vulnerar nuestro derecho al placer sexual.
Derecho a la libre asociación sexual.
Permite la posibilidad de contraer o no matrimonio, de divorciarse o de establecer cualquier otro tipo de asociación sexual responsable.
Cada uno debe decidir si quiere casarse o no y, si decide casarse, si lo quiere por lo civil, por la iglesia o simplemente quiere registrarse como pareja de hecho. También uno es muy libre de decidir si se divorcia o no. Parece algo básico, ¿no? Simplemente se trataría de respetar la decisión de la persona. Pues parece que no es tan sencillo, ¿por qué? porque nos encanta opinar por encima de nuestras posibilidades.
Mito: toda persona debe encontrar su media naranja y casarse, a ser posible, por la iglesia, como Dios manda. No hay nada peor que estar soltero e ir a una boda de invitado y pasarte medio banquete escuchando: ¿y tú para cuándo? ¿aún no tienes novio/a?, pues yo a tu edad ya… Creo que todos, en mayor o menor medida, hemos sufrido esta presión en nuestras carnes y sabéis perfectamente de lo que estoy habalndo.
Y es que, señoras y señores, toda persona es libre de decidir como quiere pasar el resto de su vida (o si desea pasar por distintas etapas, que no pasa nada por cambiar de opinión), con o sin pareja y con o sin papeles de por medio. Podremos estar de acuerdo o no con su decisión, pero ello no quiere decir que se le deba presionar, ni a favor ni en contra, porque eso lo tiene que decir la persona, más que nada, porque es su derecho sexual.
¡Por un mundo libre de interrogatorios en bodas/bautizos/comuniones!
Derecho a la toma de decisiones reproductivas libres y responsables.
Comprende el derecho a decidir tener hijos o no, el número y el tiempo a transcurrir entre cada uno, y el acceso pleno a los métodos para regular la fecundidad.
Dicho de otra manera: ¡tendré hijos cuando me salga del coño! Y si no me sale tenerlos, pues no los tendré. Me importa un carajo tu opinión, es mi decisión. Y otra cosita más, además de ser una decisión personal, resulta que es MI derecho sexual. ¿Cómo te quedas?
Sí, lo habéis descubierto, este tema me toca la fibra sensible muy especialmente. ¿Por qué? Porque la presión social que se ejerce para tener hijos es brutal. Volvamos a ese banquete de boda, pero ahora presentémonos con pareja. ¿Pensáis que esta vez os dejaran en paz? ¡Ay, pobres infelices! No os equivoquéis, ahora se recrudece más el interrogatorio: ¿Y los niños para cuándo? ¿Cuántos queréis tener? Pues si no te pones ya a ello… ¿A qué estáis esperando? ¿Tendréis uno o la parejita?… y un largo y cansino etcétera.
Mito a destruir. Como este derecho me toca bastante la moral, me vengo arriba y me cargo tres: El fin de la relaciones sexuales es la reproducción. Si no tienes hijos es porque no puedes, no porque no quieras. Una mujer nunca estará completa hasta que no sea madre.
Yo tengo relaciones sexuales porque quiero ejercer mi derecho al placer sexual. No sé si puedo o no puedo tener hijos porque no lo he intentado, lo que sí puedo asegurar es que a día de hoy no los tengo porque NO QUIERO. No considero que esté incompleta por no tener hijos, creo que me faltan muchas cosas en la vida, pero entre ellas no está tener un niño.
Por resumir un poco este derecho: tener o no tener hijos, es MI DERECHO, no la imposición de nadie. Podrá gustar más o menos, pero no se debería atosigar, presionar y por supuesto, juzgar (en más de una ocasión me han llamado egoista por esta cuestión) porque es un dercho de la persona y cada uno lo ejerce cuando quiera.
Derecho a la educación sexual integral.
Solicita la impartición de la educación sexual durante toda la extensión de la vida, desde el nacimiento hasta la vejez, y exhorta a la participación de todas las instituciones sociales.
Este es un derecho que llevamos exigiendo desde hace mucho tiempo y desde muchos sectores: La necesidad de una verdadera educación sexual. Una educación sexual que se imparta desde el principio, no sólo cuando las criaturas lleguen a la adolescencia y que esa educación no sólo se limite a explicarles los peligros de las ETS.
Mito: la educación sexual debe impartirse en la adolescencia, cuando empiezan a tener relaciones. Pues no señores, se debe impartir desde la primera infancia porque somos seres sexuados, porque es una parte innata al ser humano. De la misma manera que somos seres sociales y desde que nacemos nos guían y educan para vivir y desenvolvernos en sociedad, se nos debería educar en sexualidad.
Nadie se lleva las manos a la cabeza porque a un niño se le diga que a los mayores hay que respetarlos, por ejemplo. Sin embargo, te pueden llamar la atención en el colegio porque un día, tu niña se ha referido a la vulva como vulva y no como la «huchita», «la rajita», «el chichi»… y por su culpa, la hija de Pepita ha llegado a casa diciendo vulva, como si aquello fuese una palabrota. Sé que este ejemplo es una exageración (o no), pero espero que entendáis a donde quiero ir a parar.
La educación sexual va más allá de enseñar a poner un condón. La educación sexual es educar en prevención, sí, pero también es enseñar biología, educar en afectos, en relaciones, en respeto a la diversidad, en concienciación… Y se debe implicar a toda la sociedad, no solo a padres e instituciones educativas. La educación sexual es un derecho y un deber social y hasta que esto no nos entre en la cabeza, este derecho sexual nunca se cumplirá.
Fuentes:
- Blog Jugando con Eros: Tu sexualidad tus derechos.
- Declaración Universal de los Derechos humanos.
- Declaración de los Derechos sexuales.
María Savage dice
Derecho a dejar de ser interrogado!! En serio, qué es eso de tantas preguntas sobre novios, hijos, estabilidad, etc?? Hasta el moño de que la gente me pregunte cuándo voy a sentar cabeza. Y si no me da la gana? En fin, esperemos que algún día acabemos por normalizar la sexualidad en todos sus aspectos, respetando las elecciones, libertades y derechos de cada persona!
Buen post Mary!!!
Besitosss
Maryasexora dice
Nosotros ya, cuando tenemos que a algún acto de la BBC (boda/bautizo/comunión) apostamos sobre quién va a ser el primero en preguntar y en qué momento del banquete lo va a hacer. No ganamos nada porque todo queda en casa, pero mira, nos entretenemos un rato.
Aunque estoy pensando en poner a prueba mis dotes dramáticas y al próximo que me pregunte para cuando los niños, inventarme algún tipo de drama de teleserie de media tarde para que se le quiten las ganas de preguntar durante un tiempo.
Con lo fácil que es respetar las decisiones de los demás…
Lo dicho: ¡por un mundo libre de interrogatorios!
Besicos
GatunaOnFire dice
«Porque nos encanta opinar por encima de nuestras posibilidades».
Yo creo que es la frase que define este Post. Puede aplicarse a cada uno de los derechos sexuales que has comentado. Es la manía de dirigir la vida de los demás porque YO tengo la potestad de la verdad y soy infalible.
Es muy triste, pero muy cierto.
Como siempre, Mary, directa, contundente y sensata. Es fantástico leerte siempre.
Gracias.
Maryasexora dice
¡Eh! ¡Qué alegría verte por aquí! Y más, si me dices todas estas cosas tan bonicas…
Sinceramente considero que uno de nuestros grandes defectos es que nos encanta opinar y dar nuestro maravilloso, único y verdadero punto de vista. Se nos olvida con una facilidad espantosa que queda persona es un mundo y que cada uno tiene una forma de ver y vivir la vida, que no es ni mejor ni peor que la nuestra, simplemente es distinta. Entiendo que puedas estar más o menos de acuerdo con ciertas cosas en función de tu afinidad con las mismas, pero el respeto, en cualquier caso, es básico.
Muchísimas gracias por animarte a dejar un comentario.
Besico
Friné dice
¿La educación sexual debe impartirse desde la infancia???
No, no, y NO Mary, otra asignatura más NO Mary, No de no
mira Mary,
A mis sobrinas no les cabe una actividad más escolar en la agenda. Lo van a tener que estudiar en la universidad o hacerse un master a medias ya con el novio, porque no les queda tiempo, desde las 8 de la mañana hasta las 10 de la noche.
Propongo que jueguen a los papás y las mamás, y luego a los médicos como hemos hecho todas, y que en vez de regañarlos si le piyan con el pito de Manolito, en la mano, les digan,- Muy bien, ponle lubricante, corazón, y ya sabes que hay que compartir.
Y que las matemáticas las sexualicen un poco, que son demasiado epicenas.
por ejemplo: en vez de f(x) ponemos falo de x, y en vez de entorno de un conjunto de números enteros, ponemos vulva de un conjunto de números enteros.
( te darás cuenta que te he leido al revés..)
Luego
«¡Por un mundo libre de interrogatorios en bodas/bautizos/comuniones!»,
vale que si, pero en los entierros ¿qué?,¿eh? … cuando llega el cabrón del cuniao y te suelta – ¿No has traido a los niños que se despidan de la abuela?.- ¡eh?, ¿hay derecho a eso?, ¡si sabe que no los tengo!…..
Kissssss y Kissss
Maryasexora dice
La parte de sexualizar las matemáticas me «ha matao», quizás se pueda incluir como propuesta para la próxima ley educativa.
Bueno, ¿aceptarías como alternativa montar talleres educativos en los parques infantiles?
Tienes razón, había pasado por alto a los cuñados y los entierros. ¡Qué despiste!
Gracias por el comentario.
Besicos
Frine dice
nosé….
los parqués infantiles son de ellos, y es donde más juegan a los papás las mamás, y a las tiendas, pero están infestaos de abuelas ninja, con medallas y crucifijos colgando,
Tu misma,… pero es menos peligroso cazar cocodrilos metiendo la mano en el agua con un pollo en la mano, lo digo por el pollo, y el que te van a montar las abuelas, a no ser……. que te montes un taperguer paralelo de esos con consoladores, y con un atractivo tronchamozas macizo que te las distraiga,
(y aún así, no se si saldrás viva, ¡menudas son!)
Kissss y kisssss
Carla Mila dice
Derechos que hemos ido ganando las mujeres con el paso de los años, y sin bajar la guardia.
Carla Mila
Maryasexora dice
Pero también son derechos que solemos olvidar fácilmente, por desgracia.
Un saludo
Brian dice
Un excelente post y bastante aconsejable. Enhorabuena
Maryasexora dice
Muchas gracias