¿Qué tiene que ver la serie Masters of Sex, Masters y Johnson y la terapia sexual? Pues que si mal no lo he entendido, porque reconozco que aún no la he visto, aunque la tengo en mi ilimitada lista de cosas pendientes, esta serie trata sobre las figuras de William Masters y Virginia Johnson. Este, ATENCIÓN SPOILER, matrimonio, revolucionó el mundo de la sexología y de la terapia sexual con sus estudios pioneros sobre la respuesta sexual humana.
Como este post no trata sobre esta pareja, sino sobre la terapia sexual, simplemente os diré que Masters y Johnson investigaron las respuestas sexuales a través de la observación y filmación de más de 10000 actos sexuales realizados por más de 300 hombres y 300 mujeres. Fueron los primeros que aportaron datos psicofísicos, desmitificando una gran cantidad de hechos hasta entonces incuestionables y ellos son los padres de la terapia sexual, tratando los problemas no de forma individual, sino en pareja.
Sobre sus investigaciones, sobre sus libros y sobre sus aportes, daría para escribir un artículo entero, quizás lo haga algún día, pero de momento, centrémonos en este post y su objetivo: la terapia sexual.
La terapia sexual es simplemente un conjunto de técnicas y estrategias orientadas a resolver diferentes disfunciones sexuales. Y ahora, ¿qué es una disfunción? Simplemente es la forma de decir que algo no funciona bien, sin más. Ahora, esa disfunción para poder ser tratada en terapia, no tiene porqué tener un origen físico o requerir de intervención médica. Pongo un ejemplo para verlo más claro, una disfunción eréctil puede ser consecuencia de un episodio de estrés o ansiedad, algo psicológico y tratable en terapia o por una esclerosis múltiple, algo físico, y por tanto, tratable de forma física a través de un urólogo o neurólogo. Creo que es sencillo de comprender, ¿verdad?
¿Cuáles son las disfunciones sexuales? Pues se clasifican en función de la fase en la que se producen:
- Desórdenes en la fase de deseo. Englobaría tanto la falta de deseo o deseo hipoactivo y su contrario, el exceso de deseo o deseo hiperactivo, como la aversión hacia el sexo, es decir, el rechazo directo a cualquier contacto sexual.
- Desórdenes en la fase de excitación. Se elude tener relaciones sexuales con la pareja. Aquí se encontraria la disfunción eréctil, cuando se consigue tener una erección (o no), pero no mantenerla.
- Desórdenes en la fase del orgasmo. Cuando hay deseo, excitación, pero se produce un retraso persistente del orgasmo (eyaculación retardada), su opuesto (eyaculación precoz) o directamente hay una ausencia de orgasmo (trastorno orgásmico femenino).
- Desórdenes de dolor sexual. Es el caso del vaginismo: contracciones musculares involuntarias del tercio inferior de la vagina que se dan durante la penetración, lo que provoca el cierre parcial o total de la abertura vaginal, lo cual, os podéis imaginar hace que el coito sea algo doloroso. También encontarmos la dispareunia: el coito doloroso, tanto para él como para ella.
La mayoría de las consultas que se producen son por algún tipo de estas disfunciones, pero también pueden ser por parafilias o variaciones sexuales. Estas prácticas, no generan inconformidad por sí mismas, los desórdenes vienen cuando no se encuentra a una persona para compartirlas o cuando cada vez necesitan más y más para conseguir la excitación o el orgasmo. Se clasifican en:
- Variaciones en el tipo de actividad sexual. Como por ejemplo, el voyeurismo: obtener excitación y placer sexual a través de espiar a personas desnudas o manteniendo sexo.
- Variacones en el objeto o pareja sexual hacia el que se siente orientado. Por ejemplo, el fetichismo: obtener excitación através de un objeto fetiche que puede ser una prenda o una parte del cuerpo en particular.
¿Qué se hace en terapia sexual? Simplemente educar o mejor dicho, REEDUCAR. No os podéis imaginar la cantidad de gente que anda perdida con la sexualidad y la infinidad de tabús que existen. Esta labor educativa se mantiene a lo largo de toda la terapia, porque lo primero que hay que lograr es un cambio de actitudes negativas, es decir, lo primero que se hace es trabajar para reestructurar estereotipos o prejuicios que esa persona pueda tener. Una vez que se consiga ese cambio y la confianza con el terapeuta, es cuando empieza la intervención que se lleva a cabo en varias fases:
- Evaluación del problema y recogida de datos. Hay que encuadrar bien el problema y descartar que sea por alguna causa orgánica (física), como os he comentado antes. Se elabora un típico historial clínico. Es importante que desde este nivel se consiga un alto grado de compromiso y responsabilidad, porque normalmente esta terapia requiere «ejercicios para casa» como auto-registros.
- Tratamiento. En función del problema, se proponen una serie de técnicas o estrategias que debe realizar el paciente bajo las indicaciones del terapeuta. Se elabora un programa de actividades y tareas sexuales graduadas.
- Seguimiento y prevención de recaídas. Un seguimiento realizado con la idea de que la persona ante una posible recaída sea capaz por sí misma de afrontarlo.
Y esto es básicamente lo que se hace y lo que es una terapia sexual. No quiero entrar en las técnicas o estrategias en concreto que se llevan a cabo en terapia, porque eso depende del problema y porque ya veremos algunas de ellas cuando hable de distintas disfunciones.
Lo que me gustaría que recordaséis de este tema es que en terapia sexual sólo se reeduca, el terapeuta sólo guía, el trabajo lo realiza la persona. Esto no es como ir al psiquiatra, que te da una pastillita y adiós muy buenas (si notáis cierto resquemor en mis palabras, es porque lo hay). No, la idea es que a través de esta reeducación y una serie de ejercicios, sea la propia persona la que cambie de actitud y sea capaz por sí misma de afrontar el problema y de darle solución en el futuro. Aunque dicho así suene difícil de creer, el éxito de la terapia sexual es altísimo, pero eso sí, siempre que la persona se implique en la terapia. Recordad ese chiste malísimo de psicólogos que alguna vez os he contado: ¿Cuantos psicólogos hacen falta para cambiar una bombilla? Sólo uno, pero si la bombilla quiere ser cambiada… Pues eso…
Mamá, no leas dice
Leí hace tiempo el libro de Masters of sex de Thomas Maier, donde además de hablar de ellos dos cuenta avances y entresijos de esa relación tan extraña que tenían, personal y laboral. Te lo recomiendo si no lo has leído.
La terapia sexual es un tema muy interesante, pero como dices precisa de que la persona o personas con problemas quieran ser ayudadas, sino no vale de nada. Genial post, interesante y completo 😉
Mary Asexora dice
Me lo apunto a mi interminable lista de libros pendientes…
¡Gracias!