Esta semana retomo mi sección favorita del blog: la sección de Ilustres del sexo. En esta ocasión vamos a hablar de Verónica Franco, una cortesana, poetisa y activista veneciana del siglo XVI.
Infancia y matrimonio de Verónica Franco
Verónica Franco nació en Venecia en 1546. Era la hija mayor del matrimonio formado por Francesco María Franco y Paola Francassa. Su padre era comerciante y su madre era una antigua cortesana honesta que dejó el negocio para formar una familia. Creció en el seno de una familia pudiente. No es que fueran aristócratas, pero tampoco andaban descalzos. Eran «cittadini originari», una clase social media entre la aristocracia y la plebe. Su padre, Francesco, pertenecía a una familia con escudo de armas, lo cual les otorgaba ese estatus social. Esto permitió que nuestra Ilustre pudiera gozar de una buena educación con tutores privados.
Aquí tengo que hacer un pequeño inciso para contaros que hasta que no me puse a buscar el escudo de armas de la familia, no caí en la cuenta de que Francesco Franco, en castellano es Francisco Franco. Digamos que los escudos y el Franco con el que me topé no eran los que yo estaba buscando precisamente…
Matrimonio de Verónica Franco
Siendo aún bastante joven, con unos 16 ó 18 años, no está claro, a Verónica la casaron con un médico llamado Paolo Panizza. Y digo que la casaron porque todo apunta a que fue un matrimonio de conveniencia como se hacía por aquel entonces, y no fruto del amor como se suelen hacer estas cosas.
De esta época de su vida casi no se sabe nada. Puede que eso se deba a que su vida marital duró bastante poco. Al parecer el era un buen doctor, pero no una buena persona. Por suerte para nuestra protagonista, se pudo separar pronto de él.
A los 18 años, separada ya de Paolo, se quedó embarazada por primera vez. No se sabe si el padre era Paolo o algún otro amante, pero en 1564, con 18 años, escribió por primera vez algo así como su testamento o última voluntad. Un escrito en el que se acordaba el cuidado y los intereses del futuro recién nacido en caso de que muriera la madre. Esta era una práctica bastante habitual de las mujeres embarazadas porque morir durante el parto era altamente probable.
A lo largo de su vida, Verónica Franco tuvo seis hijos con diferentes hombres, aunque no todos sobrevivieron más allá de su infancia.
Verónica Franco, la cortesana honesta
Al separarse se quitó un peso de encima, sí, pero los problemas no acabaron ahí. Al morir su padre, la familia Franco se vio sin recursos. Todo apunta a que su padre era buen comerciante pero mal administrador. Y ahora, sin su sueldo y con excasos ahorros, algo había que hacer para poder alimentar a tantas bocas, porque aunque no lo he dicho, Verónica era la mayor de otros tres hermanos.
Por suerte a su madre se le encendió la bombilla para poder salir del apuro: instruirla en su antiguo oficio: cortesana honesta.
¿Quiénes eran las cortesanas honestas?
Imagino que a estas alturas del post, ya os habréis dado cuenta de que cortesana significa prostituta. Básicamente, las prostitutas de Venecia se dividían en dos clases. Por un lado estaba la cortigiana di lume (de luz), la de baja cuna. La que encendía una vela en su ventana (de ahí el nombre de luz) y que ofrecía sus servicios en los alrededores del puente Rialto y tabernas de mala muerte por poco dinero.
Por otra parte, estaba la cortigiana onesta. Mujeres cultas, versadas en distantas artes: música, danza, poesía… Y que gracias a esta formación podían disfrutar de la Venecia más lujosa, eso sí, ejerciendo de damas de compañía y/o escort de lujo. También, gracias a esa formación y a su belleza, todo sea dicho, gozaban de una libertad de la que carecían la mayoría de las mujeres venecianas. Podían asistir a fiestas, salones y reuniones privadas de las altas esferas venecianas e incluso participar y dar su punto de vista en cuestiones de política. Un círculo vetado para cualquier otra mujer, hasta para las esposas de los más nobles. Como ya sabemos, el papel de una buena esposa era (y por desgracia, para muchas todavía es) estar en casa preparando la cena, y si eras noble y te la preparaban, pues hacías calcetas para tu esposo y punto.
De todas formas, no es oro todo lo que reluce y muchas de estas cortesanas honestas acababan sus días ejerciendo en el puente Rialto. Si caían en desgracia o enfermaban, se hacían mayores y la demanda bajaba o, simplemente, eran heridas y su belleza se veía dañada, no tenían más remedio que bajar su caché y el de su clientela.
Il Catalogo di tutte le principale et piu honorate Cortigiane di Venezia
Retomando la historia de nuestra Verónica, madre e hija se pusieron manos a la obra con la instrucción de la niña y al poco tiempo consiguieron que Verónica entrase en Il Catalogo di tutte le principale et piu honorate Cortigiane di Venezia (el catálogo con todas las principales cortesanas honestas de Venecia).
Este catálogo publicado en torno a 1565, era un listado clandestino en el que figuraban todas las principales cortesanas de la ciudad de Venecia con su nombre, dirección y tarifa. En ese catálogo aparecería: “Veronica Franca, a Santa Maria Formosa, pieza so mare, scudi 2”.
Es decir, con apenas veinte añitos, nuestra Ilustre ya figuraba en el «top 10» de las prostitutas más importantes de Venecia. Sin embargo, su baja tarifa, dos escudos, ha generado alguna que otra discusión. Al parecer, dos escudos estaba muy por debajo del caché de estas cortesanas. Hay dos teorías que explicarían este precio. Una es que, simplemente se trata de un error y la otra versión mantiene que se puso ese precio con intención de insultarla o desacreditarla.
Error o mala baba, el caso es que los encantos y la fama de Verónica corrieron como la pólvora y pronto se conviertió en la cortesana honesta más famosa y deseada de Venecia. Tanto fue así, que cuando el Eduardo de Valois, Rey de Polonia y futuro Rey de Francia pasó por Venecia, la misma ciudad le ofreció a Verónica Franco para que le hiciera compañía como si ella fuera el bien más preciado que la ciudad podía ofrecer al monarca. Podéis llámadlo bien más preciado o cosificación sexual de manual, como queráis…
Verónica Franco y la poesía
Como decía antes, ser cortesana honesta te abría las puertas de las mejores y mayores reuniones sociales de la época. Pudo entrar en los círculos más selectos y rodearse de artistas, filósofos, nobles, políticos… Gracias a su inteligencia y belleza consiguió ganarse la amistad y el favor de algunos de ellos. Entre esas amistades destacaba Domenico Venier, poeta y político veneciano que se convirtió en su protector.
Posiblemente, gracias a este protectorado pudo publicar su libro de poesía Terze Rime, en 1575. En esos poemas habla abiertamente de su profesión y rompe con los cánones de mujer ideal que los poetas alababan en esa época. Una mujer recatada, reservada… Vamos, como la que se quedaba en casa haciendo calcetas. Pero ser reservada y recatada no iba con ella y así lo demostró cuando retó a un duelo poético a Maffeo Venier.
Maffeo y Marco Venier eran sobrinos de Domenico con los que también mantuvo relaciones. Dicen las malas lenguas que Maffeo, movido por los celos de la relación de Verónica con su hermano Marco, al parecer, el gran amor de ella, hizo correr por Venecia unos versos un tanto ofensivos titulados: Verónica, vera unica puttana (Verónica, la única y verdadera puta).
¿Qué hizo ella ante este intento de agravio? Retarle públicamente a un duelo poético (como una batalla de gallos), del que salió victoriosa y consagrada como una gran poetisa.
Yo creo que estos fueron los mejores años de su vida. Convirtió su casa en un referente de encuentros culturales y la llenó de poetas, músicos, pintores… Sin embargo, todo lo bueno se acaba y para ella acabó en 1580.
La Inquisición hace su aparición
En 1580 la Santa Inquisición llama a su puerta. Rodolfo Vannitelli, tutor de uno de sus hijos, la denunció por no seguir los preceptos de la Santa Iglesia y por brujeria, por hechizar a los hombres. Aunque salió con vida de aquella ya que resultó absuelta gracias a su oratoria y al apoyo de sus amistades, este hecho marcó su declive. Perdió la gran mayoría de sus bienes y sus amistades empezaron a darle la espalda.
También, en 1580, aunque no me queda claro si fue antes o después de su paso por la Inquisición, publica un nuevo libro: Lettere familiari a diversi (Cartas personales y variadas). Un pequeño recopilatorio de la correspondencia que mantuvo con distintas personalidades de la sociedad intelectual veneciana y que constituye un testimonio de los usos y costumbres de la Venecia de aquellos años. En total se trata de 50 cartas y dos sonetos dedicados a Enrique III de Francia.
El final de Verónica Franco
Quizá, todo lo que pasó con la Inquisición hizo que fuese más consciente aún del limitado papel de la mujer en una sociedad de hombres, y por ello solicitó a la ciudad que se construyera un asilo o centro para atender a las cortesanas enfermas o ancianas y a sus hijos, y poder enseñar un oficio a aquellas que lo quisieran dejar. Sabía que la cultura y la educación darían cierta libertad a la mujer, por ello siempre defendió el derecho de la mujer a estudiar. Pero su petición no fue satisfecha.
A partir de aquí la historia de Verónica Franco se pierde. Con su protector fallecido, Domenico murió en 1582, y retirada de la vida pública, poco más datos hay de ella. Tan sólo consta que murió en 1591 a los 45 años.
Hasta aquí la pequeña biografía de Verónica Franco, una mujer fuerte, instruida, poetisa, defensora del derecho de educación de la mujer y cortesana honesta.
Y ahora, permitidme hacer un pequeño comentario sobre la película biográfica que se hizo en 1998 sobre ella titulada Dangerous Beauty, y traducida en España como Más fuerte que su destino.
La película
Vamos a ver, para poner el cerebro en modo ameba, para desconectar del mundo y dejar el cerebro en encefalograma plano, está bien, pero no la toméis como biografía. Es la versión edulcorada de su vida. Es la versión Disney del cuento.
Ya el título me escamó un poco, me sonó a drama romanticón cargado de topicazos. Y efectivamente, se cumplieron mis peores expectativas. Primero, de su matrimonio y de sus hijos no se dice nada, es más, dan a entender que su primer servicio de cortesana honesta lo realiza siendo virgen.
Pero lo peor, por lo menos para mi gusto, es que te venden el amor de Verónica y Marco bajo uno de esos topicazos de amor romántico que ya vimos hace nada: el amor todo lo puede y pase lo que pase triunfará. Es más, la escena final muestra a ambos navegando en una góndola bajo el atardecer rojizo de Venecia, mientras en los créditos finales dicen que Verónica pasó sus últimos días cuidando a las mujeres y niños víctimas de la Inquisición. Imagino que porque víctimas de la Inquisición «toca más la patata» que prostitutas enfermas y ancianas. En fin, que más idílico todo no podía ser.
Lo dicho, para mi gusto, excesivamente edulcorada. Simplemente apta para una tarde tonta de domingo.
Sofi dice
Me hierve la sangre de imaginar a mi marido en una fiesta llena de cortesanas honestas mientras me quedo en casita cosiendo… (por suerte ni tengo marido, ni sé coser, ni quedan cortesanas). Me ha encantado la historia, la vida de estos italianos, y de Verónica en concreto, es fascinante, definitivamente tengo que ir a Venecia en mi próximo viaje por aquellas tierras!
Gracias Mary, un gran trabajo de historiadora!!
Maryasexora dice
Por suerte, eso ya es cosa del pasado, o eso espero…
Jajaja, oye, yo también me apunto a un viajecito a Venecia.
Gracias por la visita.
Besicos
Dunia dice
Me gustó mucho tu post , incluso tus opiniones personales. Me siento agradecida de que siga viva su historia a pesar de los siglos . Te sonará a locura lo que te voy a decir , quizás no creas en las reencarnaciones, no lo sé !!, Pero yo era Verónica Franco , lo sé desde niña , lo sé con miles de detalles que recuerdo de mi vida , desde pequeños a grandes detalles , antes de que hubiese internet y antes de que por fin , como un pirata con el mapa del tesoro en la mano , encontrará por fin el botín que le obsesionaba durante años . Suena a desequilibrio mental para aquellos que nunca escucharon mi historia, pero es una realidad en mi vida . Hoy con 45 años, edad con la que perdí mi vida , enferma y desahuciada , en aquella otra vida ,. Me siento plena , feliz , solo me queda volver a Venecia, lugar que me llama desde niña , al que añore siempre vida tras vida , para cerrar un cliclo , quizás , o abrir uno nuevo , quién sabe!!!. La mujer que fui …sigo siendo , más conciencia hoy . Muchas gracias, un abrazo Dunia Baglez❤️
Carla Mila dice
Me encantan estas historias, las de cortesanas honestas no las había oído escuchar en mi vida. Pero gracias a tu post, aprendo un poco más. Bueno, bastante más.
Excelente artículo!
Gracias de corazón
Y buena semana!
Maryasexora dice
Gracias a ti por la visita, como siempre. Ya sabes el dicho: nunca te acostarás sin saber una cosa más. Me alegro que la lección del día corra de mi cuenta, jajaja.
Beiscos.
Ars Eroticas dice
¡Qué historia! Me ha gustado mucho, sobre todo su faceta de Poeta y su lucha. Mirando al presente y futuro próximo, una vez más, vemos que la sociedad no ha cambiado tanto como queremos creer. Pero historias como ésta nos van enriqueciendo el imaginario de Mujeres con Historia.
¡Qué buenos trabajos haces de investigación! Cuando te leo luego voy por ahí incitando a la lectura de tu blog contando todas estas cosas curiosas.
Un beso y feliz lunes!
Maryasexora dice
Jajaja, ¡Qué bien! ¡Qué ilusión que difundas la palabra! jajajaja.
Hay historias y personajes fascinantes que han sido arrinconados a lo largo de la Historia. Verónica era una de ellos y creo que se merecía aparecer en el rinconcito de Ilustres por su lucha por el derecho de la educación de la mujer y por su vida en general, que salir victoriosa de un proceso de la Inquisición no es ninguna tontería…
Besicos.
Mamanoleas dice
¡Qué interesante! Es triste que la mayoría de los personajes históricos sobre los que hemos oído hablar sean hombres, cobre todo cuando hay tantísimas mujeres cuyas historias son dignas de contar, por uno u otro motivo. Me encantan estos post, ya lo sabes, nos enseñas un trocito de historia y aprendemos, no dejes a los Ilustres del Sexo <3
Besotes.
Maryasexora dice
La verdad es que es una pena que grandes mujeres no hayan pasado a la Historia o no tengan el reconocimiento que merecen. Pero no te preocupes, que yo seguiré aquí al pie del cañón con mis Ilustres.
Besicos
Carmen dice
Una historia singular donde las haya. Me ha encantado.
Un superabrazo.
C.
Maryasexora dice
Me alegro mucho, de verdad. La sección de Ilustres es mi favorita y me anima ver que la gente tiene interés y, poco o mucho, algo aprende y disfruta.
Muchas gracias por la visita y por animarte a dejar un comentario.
Besicos
David Rubio dice
No conocía a esta figura histórica, pero sin duda se puede calificar como toda una personalidad avanzada a su tiempo. Es difícil juzgar épocas pasadas desde el punto de vista de hoy día, ¡quién sabe lo que pensarán de nuestro tiempo en el futuro! Pero sin duda, Verónica tuvo que afrontar los usos de la época y situarse por encima de ellos, tanto como para que su figura sea recordada hoy día. Tiene todas las características de un personaje muy potente al que parece ser que la película se encargó de minusvalorar en algo parecido a Pretty Woman.
Una entrada muy, pero que muy interesante. Saludos!
Maryasexora dice
Bueno, es que para la Historia con mayúsculas, Verónica no deja de ser una prostituta más… Pero ella fue una adelantada a su época y planteó una visión del papel de la mujer mucho más acorde a nuestros días que a los suyos. Por eso surgió y por eso le tengo tanto cariño a la sección de Ilustres, porque figuras y personajes de este estilo merecen algún tipo de reconomiento, aunque sea en un espacio tan recogido como este blog.
Muchas gracias por la visita David.
Besicos
Mimmi Kass dice
Tengo Twitter abandonado, y me había perdido varias publicaciones tuyas! Hasta me has dado ideas para otra novela, y todo! Muy fan de tu sección.
Maryasexora dice
¡¿Sí?! ¡Uy! cuanto honor que te haya servido de inspiración. Atenta estaré entonces a los resultados.
Muchísimas gracias por la visita.
Besicos
Lola O. Rubio dice
Apasionante vida de ésta cortesana honesta, me recordó vagamente a las gheisas que hacen similar función en Japón.
Darte las gracias por sacar a la luz esta figura por mí desconocida, y es que la Historia esconde muchos hechos. Se nota que te has documentado para ésta publicación. Mi enhorabuena. Recibe un abrazo literario.
Maryasexora dice
Muchas gracias por la visita y por tus palabras Lola.
Uno de los motivos que hace que sienta debilidad por la sección de Ilustres del sexo, es que me permite contar las historias menos conocidas de la Historia y que merecen un reconocimiento.
De nuevo, gracias por la visita.
Un saludo.