Retomamos la sección de sexo divino con el grande entre los grandes: Zeus. Y es que el origen mitológico de la lluvia dorada se encuentra en el mito de Zeus y Dánae. Os animo a acompañarme en esta historia de profecías, encierros e inseminaciones divinas…
Lluvia dorada
Antes de contar el mito en sí, recordemos qué se entiende por lluvia dorada y para ello empecemos por explicar qué es la urofilia.
La urofilia es una práctica sexual en el que el objeto de deseo es la orina o el hecho de orinar. Tocar, ver, escuchar u oler la orina resulta excitante para quienes son urofílicos. Hay quienes se «encienden» tan solo con escuchar u oler la orina de la otra persona y otros, en cambio, desean ir más allá e ingerir la orina, lo que se conoce como urofagia. La lluvia dorada o urolagnia sería el deseo de ser orinado por otra persona u orinar a otra persona.
Bien, aclarado este punto ahora la cuestión es: ¿quén es Dánae y qué pinta Zeus en toda esta historia? Os lo cuento ahora mismo.
Zeus, Dánae y la lluvia de oro
Según el mito, Dánae era la hija de Eurídice y Acrisio, el rey de Argos. Aunque Acrisio quería a su hija, él prefería tener un hijo varón por aquello de dejar la herencia real a buen recaudo. Como ese hijo no llegaba nunca, fue a consultar al oráculo para ver qué futuro le aguardaba. Vamos, básicamente para saber si tendría o no un heredero varón.
Como apunte, el oráculo era el lugar sagrado donde uno iba a consultar a los dioses aquello que le preocupaba y estos le respondían a través de los sacerdotes o pitonisas del templo.
El caso es que el oráculo no le dio buenas noticias a Acrisio. No sólo le dijo que se fuese olvidando de tener hijos varones, si no que además, ya que sacaba el tema de los varones, le informó que el hijo de su hija (su nieto, vaya) le acabaría asesinando.
Ante este panorama y con la intención de que el oráculo no se pudiera cumplir, Acrisio encerró a Dánae en una torre de bronce. Aunque según otras interpretaciones el encierro tuvo lugar en una cueva. Torre o cueva el objetivo era el mismo: encerrarla para que no tuviera contacto con ningún hombre. Y en ese sentido el encierro cumplió su objetivo, ningún hombre la tocó. Otra cosa eran los dioses. Y como a Zeus se le metiese una cosa en la cabeza… bueno, más bien como Zeus la quisiera meter… ya te podías dar por jodido, literalmente.
El caso es que como ser un dios tiene sus ventajas, entre otras muchas poder transformarse, para poder acceder a la torre sin ser visto, a Zeus no se le ocurrió otra cosa que transformarse en lluvia de oro. Y de esta manera, gotita a gotita, entró en la torre y consumó su deseo dejando a Dánae embarazada.
Hay otra interpretación un tanto más mundana por la que Dánae se quedaría embarazada de su tío Preto, no de Zeus. Y es que aunque saques a Zeus del relato, si lo sustituyes por un incesto, el nivel de sordidez se mantiene.
¿Se cumplió la profecía del oráculo?
Pues sí. Como he dicho, fruto de este encuentro dorado, Dánae se quedó embarazada y dio a luz a Perseo. Y como era de esperar, a Acrisio la noticia de ser abuelo no le entusiasmó demasiado. Digamos que hay quienes organinzan fiestas para celebrar tal acontecimiento y otros meten a la madre y al hijo en un cofre y los lanzan al mar. Este sería el caso de Acrisio. Por suerte, gracias a la intervención de Zeus, madre e hijo consiguieron llegar a salvo a la isla de Séfiros.
Y aunque el abuelo pasó toda su vida huyendo de su nieto, al cabo de los años ambos coincidieron en unos juegos que se celebraron en Tesalia. Acrisio se encontraba entre el público asistente sin saber que su nieto era uno de los participantes. La mala suerte o la profecía, hicieron el resto y un disco lanzado por Perseo acabó en la cabeza de Acrisio por un golpe de viento.
Perseidas
Por último y a modo de curiosidad, la lluvia dorada no es la única lluvia famosa que tiene su origen en este mito. Las Perseidas, la lluvia de meteoros más conocida, debe su nombre a que parecen irradiarse desde la constelación de Perseo.
Carla Mila dice
Curiosa la procedencia de la famosa «lluvia dorada». En realidad nunca he entendido que placer se puede obtener recibiendo la orina de otra persona, pero es un servicio que practican actualmente casi todas las escorts. Con lo que debe tener su público…
Una semana más encantada de leer tus artículos.
Saludos
Maryasexora dice
Personalmente tampoco soy fan de esta práctica, pero en la variedad está el gusto. Como siempre digo: para gustos los colores.
Gracias por tu visita una semana más.
Besicos.