Censura en el sexo

El tema que vamos a tratar hoy, el de la censura en el sexo, nos lo propuso mi querida LolaFlor hace bastante tiempo, pero como siempre se ha dicho que nunca es tarde si la dicha es buena, aquí estoy para saldar esa pequeña deuda que tenía con ella y mostraros algunos ejemplos de censuras de lo más absurdas.

Pongámonos en situación: cuando me hice mi lifting y renové el blog, propuse un sorteo para celebrarlo y para poder participar, la gente tenía que proponer un tema que quisiera que tratase aquí. Bien, hace unos meses saldé mi deuda con Diana, la ganadora del sorteo, ella quería que hablásemos de por qué se ocultan las fantasías sexuales. Pero aún tengo una larga lista de temas pendientes y quisiera ir tratándolos poco a poco, empezando por el que plateó LolaFlor: la censura en el sexo.

Antes de entrar de lleno en el tema, permitidme presentaros a LolaFlor. Ella es sexblogger, experta en sexualidad y educación sexual y fotógrafa erótica amateur, vamos, un portento de muchacha. Yo os animo a visitar su blog y a escucharla junto a Nena Atada (@NeNa_Atada) en su podcast: Hora de Cocktails y Sexo. Por último, y por si no lo sabéis, os comento que La sonrisa de Marilyn también le ha dedicado una de sus cajita, la cajita dulce de LolaFlor. ¡Está para hincarle el diente!

Bien, hechas las presentaciones, vamos al lío.

¿Por qué existe la censura en el sexo?

Por falta de educación sexual. Punto.

La cagamos desde el primer momento, desde ese instante en el que intentamos cumplir con esa especie de ley universal asentada en el subconsciente colectivo que dice: hay que censurar las imágenes de pechos, mejor dicho, pezones femeninos, penes y vulvas porque hay que proteger a los niños. Ahora, mi pregunta es, ¿por qué?, ¿acaso cuando se bañan no se lo ven?, cuando se limpian, ¿no se lo tocan?… ¡Por favor! ¡Que no es más que otra parte del cuerpo!

¡Ah!, pero cuando son mayores de edad ya se les levanta el veto y ya son libres de ver todo lo que quieran, pero ¿ver qué? De qué sirve que luego puedan verlo si durante toda su vida lo único que han aprendido es que «de eso» no se puede hablar, «eso» no se puede decir y por supuesto, «eso» no se puede ver. Si nunca les hemos enseñado a verlo como lo que es, algo natural, una parte más del cuerpo, cuando sean libres y puedan elegir, ¿pensáis que lo van a ver como algo natural o cómo algo que tienen que ver a escondidas porque están haciendo algo que siempre ha estado prohibido?

Se supone que hay que censurar porque hay que proteger a los niños. Ahora mi pregunta es, ¿protegerlos de qué?, ¿de ver un «chichi» o una «pilila»? Porque sí, señoras y señores, esa es otra, para qué llamar a cada cosa por su nombre cuando existe un amplio repertorio («la cosita», el «chirri», el «pito», la «churra»…), casi tantos nombres como familias, para intentar no decir pene y vulva.

Reconozcámoslo, en esto de la educación sexual, la cagamos desde el principio. Pensadlo un momento, ¿qué tiene de malo decir pene y vulva?, ¿por qué nos autocensuramos? Yo no sé que tiene de malo decirlo, pero sí que os voy a decir lo que tiene de malo NO decirlo: que en pleno siglo XXI haya gente que no conozca sus genitales.

¿Queréis que hagamos una prueba para comprobarlo? Que levante la mano quien sepa la diferencia entre vagina y vulva. ¿Alguien lo sabe? ¿sí? ¿no? Bueno, por no dejar a nadie con la duda, la diferencia está en que la vagina hace referencia a un único órgano genital interno que conceta el útero con el exterior y la vulva, es el conjunto de órganos genitales externos: los labios mayores, los menores, el clítoris y el monte de Venus. Si no nos cesurásemos a la primera de cambio y explicásemos las cosas como son, si dejásemos de prohibir y empezásemos a explicar, todos sabríamos que la vulva recubre la parte más externa de la vagina, vamos, para que nos entendamos todos, sabríamos que no todo el coño es vagina.

Nos autocensuramos por falta de educación sexual, porque nos han enseñado que el sexo, si no es para reproducirse, es algo sucio y depravado. No nos enseñaron la relación sexo=placer, sólo la idea de sexo=reproducción y por eso, todo lo que se salga de esa línea, está mal visto, produce rechazo, se tacha de pornográfico, es censurable… Y ¿qué provoca esto? que empecemos a meter todo en el mismo saco, que comencemos a mezclar el tocino con la velocidad y que acabemos pensando que todo lo que sea mostrar los órganos reproductores o unos pezones (femeninos), si no tiene como fin la reproducción, necesariamente tiene que ser pornografía…

Por aclarar, pornografía hace referencia a la obra o material (literario, audiovisual…) que contiene y reproduce actos sexuales explícitos con el fin de provocar la excitación del receptor. Entonces, ¿cada vez que se habla de sexo o se muestra un pene o unos pezones (femeninos) es pornografía? ¿Cada vez que se hable de sexo o se muestre algo debe ser censurado? Pues NO.

Censuras absurdas en el sexo

Para rematar mi alegato anti-censura, me gustaría poner un par de ejemplos de censura absurda para que veamos hasta donde llegamos por no tener una mínima educación sexual y asociar todo con el porno.

Por si alguien no lo sabe, en esto de la censura en el sexo, hay una red social que digamos que tiene el listón muy, muy, pero que muy bajo: Facebook. En el momento en el que alguien te denuncie por contenido inapropiado estás jodido, tardan menos en cerrarte la cuenta que lo que tarda su creador, Mark Elliot Zuckerberg, en ganar un par de cientos de miles de dólares.

Esto fue lo que les ocurrió este verano a una pareja majísima, Carcayú y Bonoreta, los chicos que están detrás de En Pelotas. Ellos realizan unas ilustraciones cargadas de humor, con un puntito friki y con unos protagonistas que están en pelotas. Y ahora, para que vosotros valoréis hasta qué punto llega el grado de «puritanismo» de Facebook, os muestro la prueba del delito, la «viñeta pornográfica»:

¿Qué os parece?, pornografía en estado puro, ¿verdad?, ¿quién no se ha puesto berraco con ese colchón sudado? ¡Qué coño! (que ya sabemos que no es vagina…) Yo les hubiese cerrado la web directamente, habráse visto que sinvergonzonería, hacer una ilustración en la que se muestra… ¡UN PENE! ¡Pervertidos!

En fin, con este tipo de absurdeces tienes que lidiar cuando quieres hablar de sexo o realizar un trabajo creativo sin pudor, como hacen estos chicos. ¿Cómo sortear este exceso de puritanismo? Pues los amigos de En Pelotas lo hacen de una manera maravillosa, utilizando las propias herramientas de Facebook. A la hora de publicar su trabajo en sus redes sociales, en su Facebook, lo hacen tapando las «partes pudorosas» con los típicos «me gusta» de esta plataforma, mientras que en su Twitter (@EnPelotasComic) mantienen el original porque Twitter no censura:

Pero no sólo Facebook peca de puritarismo, Youtube no se queda atrás en esto de la censura en el sexo. Hace un tiempo, ya os contaba que a Nayara Malnero, de Sexperimentando, este canal de vídeos le bloqueó uno en el que explicaba como se ponía un preservativo. Pues bien, hace poco MACMA ha realizado una campaña para denunciar la censura absurda que realizan en ocasiones este canal y otras redes sociales con los pezones femeninos. Se trata de un vídeo de concienciación sobre la detección temprana del cáncer de mama y que lucha a la vez contra la censura. ¿Cómo lo hacen? Pues mostrando en el vídeo los pechos de un hombre y con ellos, realiza el tutorial para la exploración mamaria. ¿No os parece absurdo censurar un vídeo educativo sobre salud, simplemente porque salgan pezones femeninos?, ¿qué tiene de pornográfico explicar como realizar una exploración mamaria?, ¿alguien me lo puede explicar?

En fin, yo me planto aquí porque no me quiero calentar más con este tema de la censura. Espero que el post os haya gustado, especialmente a LolaFlor, la persona que lo propuso.

Por mi parte nada más. Aprovechando la ocasión me despido parafraseando a cierto podcaster donosotiarra: si no me censuran antes, nos vemos en 7 días…