Felación
A pesar de que la felación tiene mucha más aceptación que el cunnilingus (aunque nunca sabré porqué), tampoco esta libre de peros. También en esta práctica, se puede producir cierto rechazo por el posible olor o sabor que pueda tener el pene del compañero de aventura. Bien, pues para superarlo, mi consejo es volver a la idea de la ducha previa.
Bueno, antes de entrar en materio os quiero decir es que en sexualidad no hay fórmulas mágicas. Lo que me puede volver loca a mí, puede disgustar a mi vecina, por ejemplo. ¿Me explico? Lo que quiero decir es que cada persona es diferente y, por tanto, no hay soluciones/guías/consejos mágicos/universales. Por eso, yo simplemente voy a dar algunas ideas y ya vosotros escogéis la que más os parezca o la que más gemidos produzca en vuestra pareja.
Lo que no hay que hacer
Lo primero que voy a explicar es lo que no hay que hacer. Aunque se escuche mucho la frase «comemela», ¡no lo dicen literalmente! Así que no os lo toméis al pie de la letra y guardar vuestros preciosos dientes para manjares más nutritivos, o por lo menos, más cocinados. De todas formas y para evitar posibles tentaciones, os sugiero que forméis con los labios una «O» grande y de esta manera, vuestros dientes estarán a buen recaudo…
Calentar el terreno…
Antes de empezar la felación, se puede jugar un poco, me explico, podéis tocar con la punta de la lengua el glande, darle un lametón (con la lengua bien lubricada), luego rozarle con los labios, darle un ligero soplido, darle unos besos, y cuando él piense que váis a empezar, podéis bajar con la lengua a lo largo del pene y jugar con el frenillo (una zona muy sensible, por cierto). También os recomiendo que le dediquéis algo de tiempo a sus testículos, acariciarlos, lamerlos… porque además de darle placer, os dará pistas para saber su grado de excitación: cuando esté excitado se contraerán y se pondrán tersos.
Movimientos
Yo os recomiendo que empecéis con movimientos suaves y lentos y que os ayudéis de la mano para subir y bajar, eso sí, manteniendo el pene bien lubricado en todo momento, para ello, de vez en cuando bajad y recrearle con unos buenos lametones a lo largo del pene.
Al igual que con el cunnilingus, las manos quedan en un segundo plano, pero las podéis utilizar, como os acabo de decir, para ayudar al movimiento, para acariciar otras partes de su cuerpo, para recorrer la zona del perineo, para mimar los testículos… Un pequeño truco: de vez en cuando, cuando os ayudéis de las manos para subir y bajar, hacer un pequeño giro con la muñeca para bajar (como el que se hace para arrancar una moto) para que el pene rote un poco y al subir deshacéis el movimiento. Tiene que ser un giro suave, recordad siempre lo que tenéis entre manos…
Ritmo
Por otra parte, es muy importante el ritmo, debe de ser constante. No se puede dar todo en un minuto, porque al siguiente estaréis cansad@s, bajaréis el ritmo y eso hará que el nivel de excitación también baje. Se puede empezar con movientos lentos, ir aumentando un poco el ritmo pero mantenerlo constante y cuando veáis que va a llegar al orgasmo, aumentarlo un poco más.
Ya sólo queda el dilema existencial: ¿tragar o no tragar el semen? esa es la cuestión. Pues yo lo siento mucho, pero en esos temas ya no me meto, eso ya va al gusto, nunca mejor dicho…Lo que sí que voy a hacer para finalizar, es refrescar un poco los conocimientos anatómicos con esta foto.
Pedro dice
Pues no son muchas las que saben hacerlo bien, si se hace bien es muy placentero para nosotros los hombres.
Mary aSEXora dice
Yo creo que sólo es cuestión de práctica y descubrir que le gusta al destinatario.
Mary Asexora dice
Gracias Hammoud Samala por tu "ahh".
حمود صميلي dice
احح
Esteban Pérez dice
¡Ainsss! El artículo está bien. Lo malo es leerlo a primera hora del día…
Maryasexora dice
Lo mejor es ponerlo en práctica…